(ENGLISH TRANSLATION FOLLOWS)

Había una vez una colonia de ratones que vivía en una cómoda casa. Cierto día apareció un gato viviendo en el mismo lugar que los ratones. Lo cual les causo un gran problema, pues el gato los perseguía a toda hora de día y de noche. Así que los ratones vivían siempre atemorizados por el gato.

Cansados de una vida agitada por el temor y de ser perseguidos llamaron a una reunión a todos los ratones para ver cómo resolver aquella dificultad. Así surgieron varias ideas y sugerencias, pero ninguna parecía ser la mejor. De pronto un joven ratón se puso de pie en medio de la reunión y dijo:

Todos sabemos que el problema consiste en la manera en que el gato se aproxima sin hacer el menor ruido. Pero, ¿Qué tal si recibiéramos una señal de advertencia? Propongo que se le coloque una campana al gato en el cuello mientras duerme. De esta manera sabremos cuando se aproxima y así podremos escondernos.

Emocionados con lo que parecía ser la solución, todos los ratones gritaron de alegría. Hasta que un ratón más viejo se puso de pie y preguntó: ¿Quién de nosotros será el que le ponga la campana al gato? Un silencio profundo se hizo presente. Ninguno se atrevió hacer el intento y correr el riesgo, así que decidieron hacer nada y optar por vivir siempre atemorizados por el gato.

There was once a colony of mice who lived in a comfortable home. One day a cat came to live with the mice. This caused a big problem, because the cat chased the mice all the time day and night. So the mice were always frightened of the cat.

Tired of a life troubled by the fear of being persecuted, the mice called a meeting to see how to resolve this difficulty. Thus emerged a number of ideas and suggestions, but none appeared to be the best solution. Suddenly a young mouse stood in the middle of the meeting and said:

"We all know that the problem is how the cat sneaks up on us without making the slightest noise. But what if we receive a warning? I suggest that you put a bell around the cat's neck while he sleeps. Then we will know when it is coming so we can hide."

Excited about what appeared to be the solution, all the mice shouted for joy, until an elderly mouse stood up and asked, "Who among us will put the bell on the cat?" A profound silence was present. None dared make the attempt and risk. So they decided to do nothing and chose to live always frightened by the cat.