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Summary: Así como la gente y los negocios se preparan para la navidad,también Dios quiere que sus hijos se preparen espiritualmente para recibir a Jesús, la razón de la celebración.

Preparándonos Para Navidad

Lucas 2: 26-38

Así como Simeon y Ana se prepararon para recibir al Mesias, todo creyente debe de hacerlo también.

Hay una tradición en los Estados Unidos: después del fin de semana de Acción de Gracias, todo mundo—especialmente los centros comerciales—comienzan a prepararse para la Navidad. La gente comienza a sacar todas las cajas donde por once meses han tenido guardado los adornos de navidad. Sacan el arbolito, las luces, los nacimientos, y todas las demás ornamentas alusivas a la temporada. [Por cierto, este año nosotros en la casa decidimos no poner el árbol de navidad porque Melissa ya está gateando y puede ser peligroso—le puede caer el árbol encima a la niña]

En fin, esta es la temporada donde las tiendas se preparan con ventas especiales dando los mejores precios a sus clientes. Usualmente las tiendas están más llenas de gente que de costumbre, la música navideña se escucha desde que uno entra, y todas ellas están decoradas con todo tipo de luces y ornamentación navideña. Donde quiera que usted vaya o se encuentre en estos días, podrá respirar ese fresco aire de la navidad.

Le pregunto, ¿Qué es lo que usted hace para prepararse para la navidad?

Todo lo que he mencionado, de una manera u otra, es una ilustración de lo que Dios desea de la gente: que todo mundo se prepare para la navidad; En el hecho histórico más importante en la historia del ser humano. Dios desea que toda mente, y todo corazón se encuentre enfocado en el nacimiento de Su Hijo Jesucristo, El Salvador del Mundo.

Dios desea que todos se preparen verdaderamente para la navidad porque cuando eso sucede habrá una limpieza del corazón, habrá un reacondicionamiento de prioridades, habrá un corazón decorado, y habrá un dar y recibir de regalos.

Veamos primero…

1. La limpieza de nuestro corazón.

Mateo 5: 8 dice: “Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios.

La palabra bienaventurado literalmente significa feliz. Vemos en esta declaración que Jesús hace que las personas verdaderamente felices son aquellos de corazón limpio y puro. ¿Por qué? porque ellos son los que verán a Dios.

Ahora, yo sé que esto puede sonar muy simple: que lo único que la gente necesita para ser verdaderamente felices es tener un corazón limpio. No se usted, pero mi corazón, mas seguido de lo que me gustaría aceptar, está más contaminado por el pecado que limpio. Todavía tengo arranques de ira cuando mis planes no salen como yo quiero, me frustro, soy impaciente, y sufro de envidia cuando las obras de otros brillan más que las mías.

Es posible que alguna de las cosas con las que yo lucho usted también se encuentre luchando, o quizás usted no sea como yo, y su vida carezca de esos feos pecados. Quizás usted no tenga ningún problema con este asunto de tener un corazón limpio y puro para con Dios. Pero para todos aquellos como yo que todavía luchan con tener un corazón puro, para aquellos que se preguntan, ¿cómo puedo tener un corazón limpio? ¿Cómo me convierto en una persona de corazón puro? ¡Para ustedes tengo buenas noticias!

Usted no tiene que hacer nada para lograr tener un corazón limpio. La buena noticia es que Dios es el único que puede limpiar totalmente nuestro corazón de toda inmundicia y toda contaminación. Solo Dios puede limpiar el basurero que tenemos en el corazón. y lo único que usted tiene que hacer es pedírselo a Dios.

Esto fue exactamente lo que el rey David le pidió a Dios. En el Salmo 51: 10 David le pide a Dios, “Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí.” Dios le concedió a David su petición de darle un corazón limpio, y Dios puede hacer lo mismo por usted y si usted se lo pide con toda sinceridad.

2. El re-acondicionamiento de nuestras prioridades.

Mateo 6: 33 nos recuerda: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.”

Una parte esencial de prepararnos para la navidad es el de re-acondicionar nuestras prioridades en la vida. De la misma manera que preparamos nuestros hogares, nuestros horarios, nuestro presupuesto familiar y otros aspectos de nuestra vida, Dios desea que re-acondicionemos nuestros corazones para la navidad. El deseo de Dios es que usted prepare más espacio en su corazón para Su Hijo Jesús. No más espacio para comprar más chunches, no más espacio para más deudas, no más espacio para más estrés; usted no necesita hacer espacio para esas cosas, lo que usted necesita es hacer más espacio para Cristo. Cuando nosotros hacemos más espacio en nuestros corazones, Dios nos bendice dándonos más y más de Su Hijo Jesús. Solo entonces es que la verdadera felicidad invade nuestra vida, solo entonces es que Dios derrama bendición de gozo, paz y armonía en nuestras vidas, en nuestras familias y en nuestros hogares. Cuando ponemos a Jesús en el centro de nuestro corazón, todas las demás cosas caen en su lugar.

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