Summary: El tema de nuestro mensaje es: SI LAS PIEDRAS HABLARAN. A través de la Palabra podemos encontrar varias piedras que si hablaran nos dirían muchas cosas.Pero hay una piedra, la que quiero interrogar: vamos, vamos piedra habla. Cuéntame tu historia ya, y ah

SI LAS PIEDRAS HABLARAN

11Mientras ellas iban, he aquí unos de la guardia fueron a la ciudad, y dieron aviso a los principales sacerdotes de todas las cosas que habían acontecido. 12Y reunidos con los ancianos, y habido consejo, dieron mucho dinero a los soldados, 13diciendo: Decid vosotros: Sus discípulos vinieron de noche, y lo hurtaron, estando nosotros dormidos. 14Y si esto lo oyere el gobernador, nosotros le persuadiremos, y os pondremos a salvo. 15Y ellos, tomando el dinero, hicieron como se les había instruido. Este dicho se ha divulgado entre los judíos hasta el día de hoy. Mateo 28:11-15

Algunas teorías que tratan de negar la veracidad de la resurrección de CRISTO.

1. «Los discípulos robaron el cuerpo del Señor, e inventaron la especie de que había resucitado.» Esta «explicación» hace caso omiso de toda la evidencia, porque:

a. ¿Cómo pudieron los discípulos extraer el cuerpo ante los ojos de los soldados romanos?

b. Si los soldados estaban durmiendo (Mt. 28:13), ¿cómo sabían ellos que lo habían robado los apóstoles?

i. Si todos los soldados hubieran estado dormidos, no hubieran podido saber lo que pasó.

ii. Si alguno hubiera estado despierto, hubiera despertado a los otros e impedido el robo; si hubieran estado dormidos, por cierto que nunca se hubieran atrevido a confesarlo; porque los gobernantes judíos hubieran sido los primeros en pedir su castigo.

c. Si hubiera habido algo de verdad en el informe, los dirigentes hubieran juzgado con severidad a los apóstoles por eso. El todo muestra que la historia era falsa por completo.

2. «El Señor no murió en la Cruz, sino que sufrió un desmayo, y en tal estado José lo colocó en la tumba. Por la mañana, recobrando las fuerzas, salió.»

a. Esta teoría no concuerda con el relato evangélico, ya que Juan el apóstol da testimonio solemne de haber visto cómo un soldado romano traspasó con una lanza el costado del Señor Jesús (Juan 19:34–37).

3. «Los discípulos, influidos psicológicamente por sus grandes deseos de volver a ver a Jesús, sufrían una serie de alucinaciones, de modo que las manifestaciones no tenían más que una realidad subjetiva, y no constituyen hechos reales.»

a. Esto podía suceder en el caso de que los discípulos hubiesen puesto su confianza en la resurrección inmediata de su Maestro; pero, lejos de esto, ninguno de ellos esperaba que Cristo resucitase; al contrario, estaban desanimados y tenían miedo de los judíos

INTRODUCCIÓN:

40Él, respondiendo, les dijo: Os digo que si éstos callaran, las piedras clamarían.

La resurrección es uno de los eventos de la Palabra que más conflictos ha creado en la historia. Son muchos los que no creen en ella. En este día no estamos aquí para comprobarlo pues este evento no necesita ser comprobado; la resurrección es un hecho real. La resurrección no hay que comprobarla – hay que sentirla, experimentarla, vivirla.

Experimentarla - 1Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, - Efesios 2:1

Sentirla - 28Llegaron a la aldea adonde iban, y él hizo como que iba más lejos. 29Mas ellos le obligaron a quedarse, diciendo: Quédate con nosotros, porque se hace tarde, y el día ya ha declinado. Entró, pues, a quedarse con ellos. 30Y aconteció que estando sentado con ellos a la mesa, tomó el pan y lo bendijo, lo partió, y les dio. 31Entonces les fueron abiertos los ojos, y le reconocieron; mas él se desapareció de su vista. 32Y se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras? – Lucas 24:28-32

MENSAJE:

El tema de nuestro mensaje es: SI LAS PIEDRAS HABLARAN. A través de la Palabra podemos encontrar varias piedras que si hablaran nos dirían muchas cosas. Por ejemplo:

1. Si las piedras hablaran, a moisés le dirían: no me maltrates por favor, controla tu ira.

2. Si las piedras hablaran, ¿qué nos dirían? Una gritaría con orgullo: fuerte fui, fuerte fui, pues vencí al gigante y no hubo miedo en mí, no.

3. Otra gritaría, yo, yo no quiero convertirme en pan, quiero seguir siendo piedra, huye de mí, huye de mi Satanás.

4. Digan vosotras piedras, las que sintieron libertad cuando cayeron en el suelo y escucharon al maestro decir: mujer: vete, vete y no peques más.

5. Otra piedra que lloraba, sentía culpabilidad, pues la sangre que la manchaba era de un mártir justo, justo en verdad.

Pero hay una piedra, la que quiero interrogar: vamos, vamos piedra habla. Cuéntame tu historia ya, y ahora dime tu gran piedra: ¿Qué, qué sentiste cuando él se levantó de la tumba?

a. Recuerdo el momento en que José de Arimatea y otros hombres y mujeres trajeron el cuerpo. Ya era tarde. Se acercaba el día de reposo y tuvieron que irse apresuradamente.

b. Al día siguiente, llegaron unos guardias romanos e hicieron guardia frente a la tumba. Me pregunté: ¿Qué prominente persona seria esta que era merecedor de tener la guardia romana frente a su tumba?

c. Mientras los soldados hablaban y renegaban por estar de guardia frente a la tumba, fue cuando descubrí que no parecía ser una persona prominente, al menos no para los soldados romanos. Incluso, hacían burla del que llamaban JESÚS de Nazaret.

d. Recordé que muchas veces había escuchado a la gente que pasaba por el camino mencionar ese nombre y pensé - ¿Por qué los soldados romanos lo desprecian tanto cuando tanta gente hablaba maravillas de este JESÚS?

e. Todo parecía normal. Yo una piedra cerrando la entrada de una tumba. Fuera de la tumba, soldados romanos hablando, comiendo, durmiendo. Adentro de la tumba…un cadáver. ¡Qué aburrida es mi vida!

f. Pero todo cambió el domingo en la mañana. De pronto sentí como si la tumba fuera a reventar. Era como si dentro de la tumba hubiera una fuerza, un poder que la tumba no pudiera contener. De adentro de la tumba salían rayos de una luz refulgente.

g. Entonces, todo comenzó a temblar. Los soldados romanos salieron corriendo. De momento un ángel se apareció y con manos poderosas y suaves me tocó y comenzó a rodarme.

h. Lo próximo que recuerdo es que luego llegaron unas mujeres y comenzaron a llorar y a decir: Alguien se ha robado el cuerpo del MAESTRO. Lloraban desconsoladamente.

i. Si yo hubiese podido hablar les habría dicho: Nadie se ha robado el cuerpo. En realidad aquí nunca hubo un cadáver. Lo que yo experimenté estos días no es lo que una tumba normal hubiera experimentado.

j. Yo sentía que la tumba estaba llena. Escuché el batir de alas y voces que cantaban, alababan y adoraban. Claramente decían: “Digno es el Cordero que fue inmolado. El que era, el que es y el que será”.

k. Quise decirles que JESÚS de Nazaret estaba vivo pero, cuando ya estaba a punto de decirles, se aparecieron unos ángeles. Uno de ellos fue el que suavemente me hizo rodar. Hablaron con la mujer pero no lograron consolarla. De momento, se apareció uno al que la mujer confundió con el jardinero. Ella le dijo: “por favor, dime donde le has puesto”.

l. Entonces aquel que hablaba con ella la llamó por su nombre y ella le llamó: “Maestro” y luego se postró ante sus pies.

m. Me dio tanta alegría cuando vi a la mujer correr a decirle a todos que el MAESTRO había resucitado.

CONCLUSION

Después de aquel día mucha gente ha venido a ver la tumba vacía donde hace miles de años aconteció este evento tan importante. Los guías turísticos les hablan de aquel glorioso momento pero si me preguntaran a mi yo podría decirles exactamente lo que yo viví y sentí. ¡Fue un momento glorioso!

Pero, ¿quién escucharía a una piedra? Pero yo también lo escuché a EL decir: Os digo que si éstos callaran, las piedras clamarían.

Si tú no le dices al mundo que EL ha resucitado…yo estoy dispuesta a hacerlo. Yo lo sentí dentro de mí, vivo. ¿No lo sientes tú? ¡Esa es la realidad de Su resurrección! ¡Corre, dile al mundo que el MAESTRO…VIVE!