PERMANECIENDO EN DIOS”
NO DEJES TU LUGAR, PERMANECE (EN EL)
Eclesiastés 10:4: Si el espíritu del príncipe se exaltare contra ti, NO DEJES TU LUGAR; porque la mansedumbre hará cesar grandes ofensas. Referencias: Juan 12:31: Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera. 2. Juan 14:30: No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí.
INTRODUCCION:
Una de las cosas que la Biblia siempre ha enfatizado es la perseverancia. Como vemos en: Deuteronomio 5:32: Mirad, pues, que hagáis como Jehová vuestro Dios os ha mandado; no os apartéis a diestra ni a siniestra. 1 Samuel 12:21: No os apartéis en pos de vanidades que no aprovechan ni libran, porque son vanidades.
Jesús también cuando hablaba a sus discípulos y les decía: Juan 15:4: PERMANECED en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Juan 15:9: Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; PERMANECED en mi amor.
I. ¿Qué es Perseverancia?:
El término perseverancia proviene del latín perseverantia, que significa constancia, persistencia, firmeza, dedicación o tesón, tanto en las ideas, como en las actitudes, en la realización de algo, en la ejecución de los propósitos y también en las resoluciones del ánimo. La perseverancia también se refiere a una duración permanente o continua.
La perseverancia es la capacidad para continuar y seguir adelante a pesar de las dificultades, los obstáculos, la frustración, el desánimo, el aburrimiento, o la tendencia o los deseos de rendirse o abandonar ante una situación. Por lo tanto, una persona perseverante persigue sus objetivos con tesón, es dedicada, acaba lo que ha empezado, se mantiene concentrada y trabajando en su tarea con constancia, y si fracasa vuelve a intentarlo mejorando el método. Nunca se da por vencido-no tira la toalla.
Hay ciertas preguntas que vienen a la mente cuando se trata de la perseverancia:
1. ¿Qué se requiere para permanecer (en EL)? 1 Juan 2:6. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo.
2. ¿Por qué muchos se van y nunca regresan? 1 Juan 2:19. Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros.
En Gálatas vemos un grupo de cristianos que se desvió de lo aprendido. Los judaizantes eran una fuerte secta en el tiempo primitivo que insistían incluir cosas de la ley para ser salvo, tal como la circuncisión. Al parecer, las enseñanzas de ellos habían calado profundamente en los Gálatas que habían conocido el evangelio por medio de Pablo, ya que estos negaban el apostolado de Pablo y el mensaje de salvación por medio de Jesús que éste predicaba, tanto que llegaron a confundir a muchos y esto había indignado al Apóstol Pablo.
Esto había traído como resultado que muchos se habían “descarrilado” del mensaje y la doctrina que habían recibido. Por esto, el Apóstol les habla en forma de autoridad y posiblemente con gran decepción: Gálatas 5:7: Vosotros corríais bien; ¿quién os estorbó para no obedecer a la verdad?
3. ¿Qué sucede si permanezco en Dios y en sus caminos? 1 Juan 2:28. Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados. Hebreos 10:39: Pero nosotros no somos de los que RETROCEDEN para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.
Consejos finales respecto a permanecer en el Señor:
1 Juan 2:27: Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, PERMANECED en él.
1 Juan 2:28: Y ahora, hijitos, PERMANECED en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados.
CONCLUSION:
Un hombre muy rico decidió hacerle a su esposa un regalo especial. Quiso regalarle el mejor collar que pudiera existir en el día de su aniversario. Así que envió a buscar las mejores piedras preciosas de su reino y el oro mas fino y lo entregó al joyero. Allí había diamantes, perlas, rubíes, esmeraldas, topacio y muchas otras piedras finas. Los eslabones eran de oro finísimo y lucía hermoso en el cuello de aquella hermosa dama.
Un día, uno de los siervos de la casa sintió envidia y le dieron celos de que tanto dinero hubiera sido invertido en aquel collar. Así que un día que no había nadie alrededor entró en la alcoba de la señora y tomó el cofre del collar. Comenzó a tocarlo y pensó: “si me lo llevo, se van a dar cuenta que fui yo, pero si solo le saco un eslabón de estos, no se darán cuenta.” Entonces comenzó a tocar a uno de los eslabones y le dijo: “no te has dado cuenta de que tu aquí en este collar no eres importante como lo es el diamante, el topacio y las otras piedras, eres un simple eslabón.” El eslabón le dijo: “tienes razón, a mi me gustaría ser admirado como las piedras, pero soy un simple eslabón.” El malvado hombre le dijo: “Yo te voy a llevar una cadena donde tú serás el eslabón principal.” El eslabón se llenó de orgullo y asintió. Así que poco a poco el hombre comenzó a estirar el collar y aunque al eslabón le dolía mucho, y se quejaba, pensaba que lo que le dolía era que los otros eslabones lo estiraban, pero a la vez, se sentía feliz porque iba a salir de allí a un mejor lugar. Por fin, el eslabón estaba fuera y en el bolsillo de aquel hombre malvado. Los otros eslabones y piedras ya no se sentían igual. No querían brillar como antes por que les faltaba un eslabón. Cuando la Señora de la casa fue a usar el collar, se dio cuenta que estaba desprendido y lo dio a su esposo para que lo arreglara. Ella estaba muy preocupada y buscaba el eslabón por todos lados sin encontrarlo, así que comenzó a preguntar a todos los de la casa sin respuestas. El hombre malvado al sentirse culpable, tomó el eslabón y lo tiró en el jardín de aquella hermosa mansión. Cuando el eslabón se sintió tirado, comenzó a gritar: “auxilio, sáquenme de aquí, ¿acaso no saben quien soy? Pero nadie le oía. Entonces comenzó a mirar a su alrededor y miró una cadena muy grande, pensó: “Tal vez yo puedo formar parte de ella” pero al mirar era la cadena del portón de la mansión, enorme y de metal. Luego vio otras cadenas y quiso formar parte de ellas pero no encajaba en ninguna. Entonces, decidió regresar al jardín. Un día mientras la Señora se paseaba en el jardín, vio algo brillante entre las rosas, estaba lleno de tierra y se veía un poco maltratado, pero aun brillaba. ¡Que sorpresa! Era el eslabón que le faltaba a su hermoso collar. Rápidamente lo tomó y lo llevó al joyero. El joyero lo tomó, lo limpió, lo pasó por un proceso y nuevamente lo añadió a aquel hermoso collar, ahora todas las piezas en su lugar el collar brillaba como nunca antes.
Usando como referencia la cita que leyéramos al principio, vamos a entender esta historia: Eclesiastés 10:4: Si el espíritu del príncipe se exaltare contra ti, NO DEJES TU LUGAR; porque la mansedumbre hará cesar grandes ofensas:
Referencias: Juan 12:31: Ahora es el juicio de este mundo; ahora el príncipe de este mundo será echado fuera. 2. Juan 14:30: No hablaré ya mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo, y él nada tiene en mí.
Esos eslabones somos nosotros los hijos de Dios. El hombre malo, es el príncipe de este mundo, Satanás. Muchas veces comenzamos a sentirnos incómodos con cosas que suceden en la iglesia, pensamos que no nos prestan atención y que no pertenecemos a la familia de Dios-al hermoso collar. Entonces el enemigo comienza a susurrarnos al oído menoscabar en las esquinas y nos logra sacar de la hermosa cadena que es la iglesia del Señor. Comenzamos buscar formar parte de otros grupos, pero no nos hallamos, porque ese no es TU LUGAR. Hasta que el Señor en su misericordia, nos encuentra, nos limpia, nos pule y nos regresa a nuestro lugar-TU LUGAR. Dios te ha puesto en tu lugar con un propósito, tu posición es tan importante como la de cualquier otro hermano o eslabón de esta cadena. Recuerda- Si el espíritu del príncipe se exaltare contra ti, NO DEJES TU LUGAR.