Summary: La sabiduría de acuerdo al mundo versus la sabiduría divina

Sabiduría falsa y verdadera - II

Texto: Santiago 3:14-16

Lectura Bíblica: Filipenses 3:17-21

Por Carlos C. Camarena

I. Introducción

A. “¿Quién es sabio y entendido entre vosotros?” (Sant 3:13), fue la pregunta respondida por Santiago en nuestro estudio pasado.

1. Para Santiago, ser sabio no es “amacharse” en su propia opinión. El sabio bíblico es en primer lugar, aquel que lo demuestra “por su buena conducta sus obras;” con humildad.

2. El sabio no es aquel que posee la “verdad,” o cree poseer la verdad o doctrina correcta (ortodoxia), sino aquel que practica lo que es correcto (ortopraxia).

B. En el estudio de esta noche, Santiago nos lleva a analizar la falsa “sabiduría.” Ponemos “sabiduría” entre comillas, porque si es falsa, no puede ser sabiduría.

1. Debo aclarar que el estudio de esta noche es una clase y no una predicación. Quiero creer en el fondo de mi corazón que nada de lo que Santiago identifica como “falsa sabiduría” se aplica a mi iglesia, aquí en Escondido, y espero que no se aplique a ninguna iglesia cristiana en cualquier lugar.

2. Santiago 3:14-16 puede compararse con las aberraciones que S. Pablo ataca entre los corintios con sus divisiones y pleitos, y quien también trata de proveer una interpretación correcta sobre la sabiduría cristiana (vea 1 Cor 1:18-2:15; 3:18-21).

3. Aunque la situación en Corinto era diferente a la situación en Santiago, aberraciones similares parecen existir en el corazón de las disensiones e intrigas en las dos comunidades.

4. Las cartas que S. Pablo escribe a los corintios están cargadas de vicios y aberraciones comunes a las iglesias cristianas de aquel tiempo. S. Pablo atacó fuertemente tales prácticas en comunidades supuestamente “cristianas.”

6. Por ejemplo, en Gal 5:20 S. Pablo cita males tales como el odio, la discordia, los celos, ira, envidias, disensiones, partidos. En 2 Cor 12:20 habla de pleitos, celos, ira, divisiones, falsos, chisme, orgullo y desorden.

II. La falsa “sabiduría”

A. La lista de aberraciones de Santiago es más corta que las que se encuentran en Gálatas y Corintios, pero éstas que Santiago menciona parecen abarcar todas las mencionadas por S. Pablo.

1. Leamos la lista de Santiago (3:14-15), “Pero si en vuestros corazones tenéis amargos celos y contiendas, no os jactéis ni mintáis contra la verdad. 15 Esta no es la sabiduría que desciende de lo alto, sino que es terrenal, animal y diabólica.”

2. La primera aberración cristiana que Santiago menciona es “celos.” Las traducciones inglesas leen, “amarga envidia.”

3. Quiero asegurarles que las traducciones hispanas en este caso, en el contexto en que Santiago escribe, están correctas: “celos amargos.” “Celos” proviene de la palabra griega zelos. Esta palabra es neutra. Puede ser positiva o negativa.

a) Positivamente:

1) El “celo” puede llevar a una persona a imitar la nobleza de carácter o reproducir en ella actos de valentía, sea en la promoción de una buena causa o en la defensa de inocentes.

2) El “celo” al servicio de Dios a llevado a millares de misioneros alderredor del mundo al punto de dar su vida. Por su celo muchos mártires murieron en la hoguera.

3) Zelos, vista positivamente, es la misma palabra que aparece S. Juan 2:17 cuando Jesús sacó a los vendedores del templo. Fue un “enojo santa” lo que lo impulsó a Jesús a defender el derecho de los gentiles a adorar en el “atrio de los gentiles” el cual fue ocupado por vendedores, hecho a propósito, para impedirles entrada a la adoración en el templo.

b) La palabra griega zelos, sin embargo, puede tener connotaciones negativas. Cuando esto sucede, generalmente viene acompañada de un adjetivo calificativo negativo.

5. ¿Cómo sabemos entonces que zelos en Santiago es usada con connotaciones negativas? Por el adjetivo calificativo que le acompaña: “celos amargos.”

6. Debemos enfatizar que hay una linea muy fina que distingue el celo positivo y el celo negativo. Muchas veces el celo negativo se le viste “positivamente”. Se le da un vocabulario piadoso. Se le “embellece” con citas del Espíritu de Profecía.

7. Para distinguir entre el celo positivo y el celo negativo, es necesario preguntar: ¿qué resultados produce? ¿produce sentimientos de amargura, o produce armonía y comunidad?

8. En nombre de “celo santo” que “los consume” (en imitación de la caduca teocracia del Antiguo Testamento), he visto a sinceros, pero mal informados creyentes, producir discordia, amargura, y llevar a algunos a abandonar la iglesia.

9. El “celo santo” es demasiadas veces nada menos que fanatismo ciego. ¿Cómo se sabe? Por los frutos que produce: amargas divisiones, envidia solapada, un deseo secreto de poder manipular y mandar.

10. La persona puede sentirse y proclamarse como “celoso por la verdad,” pero Dios y los demás pueden ver la amargura que embarga sus almas; la forma rígida con que quieren dirigir, orgullo arraigado que brota como “celo santo.”

11. Este es el “celo” que S. Pablo condena en sus listas de vicios y aberraciones de liderazgo cristiano (Rom 13:13; 2 Cor 12:20; Gal 5:20). Es de ese tipo de “celo” del cual Santiago se refiere aquí en el 3:14. Son “celos” desviados que solo producen amargura.

C. La segunda aberración encontrada entre los cristianos de la comunidad de Santiago es, dicen las traducciones en español, “contiendas” o “contención.” Encontré una versión en español que parece ser la única que se acerca al significado original. La Biblia de las Américas lee: “ambición egoísta.”

1. Eso es lo que la palabra griega eritheia quiere decir. Eritheia era la palabra que definía a una persona que manipulaba el sistema usando cualquier medio para elegirse a un cargo.

2. Ese tipo de manipulación para obtener algún cargo de autoridad en la iglesia local a la cual Santiago escribe, obviamente, producía, como traducen las versiones castellanas, “disensiones o contiendas.”

3. Seguramente algunos miembros estaban usando métodos que causaban divisiones para promoverse a sí mismos o influenciar a otros para sus puntos de vista y conseguir ganar el voto en la “junta directiva de la iglesia.”

4. ¿Qué les dice Santiago a tales personas?, 3:14b, “no se sientan orgullosos por su proceder consiguiendo de esta manera mentir contra la verdad.”

5. O sea, salían de las juntas de iglesia orgullosos, “¡Yes! ¡Me salí con la mía!” Aun cuando la verdad fuera deturpada. O decían, “vas a ver, yo me voy a salir con la mía.”

6. Quiere decir que esos manipuladores que “mentían contra la verdad” y se enorgullecían de sus proezas (3:14b), son los mismos que manifestaban “celo santo,” supuestamente en defensa de la verdad (3:14a).

III. Conclusión

A. ¿Por qué se le llama “falsa sabiduría”? Por la forma de conseguir lo que querían; manipulando, mintiendo, se enorgullecían como “inteligentes, sabios.”

1. ¿Qué les dice Santiago?, 3:15, “Esta no es la sabiduría que desciende de lo alto, sino que es terrenal, animal y diabólica.”

2. La “falsa sabiduría” no tiene origen celestial. Santiago la caracteriza con una serie de adjetivos calificativos que expresan su naturaleza: “es terrenal, es animal, es más, es diabólica.”

B. “Terrenal” es aquello que es inferior, imperfecto, transitorio, perecedero, no espiritual, pertenece al mal (vea 1 Cor 15:40; 2 Cor 5:1; Fil 3:19).

1. La “falsa sabiduría” no tiene nada celestial en su origen. Su esencia es terrenal donde permanecerá y donde será destruida cuando Dios establezca el reino de los cielos aquí en la tierra.

C. La palabra traducida como “animal” en el 3:15, es la palabra griega psuquikós. Quiere decir que pertenece a la respiración, el elemento principal de la vida, algo que el hombre tiene en común con los seres irracionales, los animales.

1. Cuando se habla de psuquikós, se habla de algo que es gobernado por la respiración, por los instintos, se refiere a la naturaleza sensual sujeta a los apetitos de la carne y la pasión.

2. Por esta razón las traducciones castellanas dicen “animal” porque los animales no tienen control sobre sus instintos. Actúan sin pensar, sin razonar. De esta manera actúan quienes tienen la “falsa sabiduría.”

3. No hay diferencia entre ellos y los animales, aun cuando aparentan “celo santo” en su proceder, pues en el proceso producen mucha amargura.

4. El cristiano de verdad, además de poseer psuquikós, posee también pneuma, espíritu, algo que los animales no poseen. Pneuma es lo que nos diferencia de los animales, lo que nos hace racionales, lo que nos conecta con Dios. Los animales no lo tienen.

5. En S. Judas 18-19 aparece psuquikós en plural. Dice así, “... En los últimos tiempos habrá burladores que andarán según sus propias pasiones, como impíos que son. Éstos son los que causan divisiones. Son sensuales (psuquikoí) y no tienen al Espíritu.”

6. Habla de falsos maestros en los últimos días y dice que, “son sensuales (psuquikoí) y no tienen espíritu (pneuma; pneuma no tiene artículo en el original, por tanto no puede referirse al Espíritu Santo, sino al aspecto racional del ser humano. Aquello que lo identifica con Dios).

7. Esta “sabiduría” no es apenas terrenal, sino que también tiene características animales. Es una “sabiduría” como la que hace que un animal ataque sin pensar en otra cosa sino en su sobrevivencia.

C. Hay más un adjetivo calificativo en el texto que cierra la puerta a cualquier duda sobre el origen de tal “sabiduría”: es “diabólica.” Es inspirada por el diablo.

1. El miembro de la comunidad de Santiago puede considerarse “cristiano.” Puede pensar de sí mismo como teniendo “celo santo.” Puede pensar que su sabiduría es inspirada por Dios.

2. Para Santiago, tal persona se engaña a sí misma. Le dice directamente, “¡lo que tu haces viene del diablo, punto!”

3. Antes de concluir, Santiago les dice una cosa más a esos falsos “sabios”: 3:16, “Porque donde hay celos y contiendas, allí hay desorden y toda práctica perversa.”

4. Santiago aquí describe el fruto, los resultados, los efectos de sus actos: producen desorden y dan entrada a todo tipo de práctica perversa.

5. Se presentan como “celosos” de las cosas de Dios, tal vez citando al Espíritu de Profecía, pero viven vidas perversas en su interior. Pervierten aun a quienes les rodean.

D. Santiago está preocupado por la paz de la iglesia. La “falsa sabiduría” estaba produciendo desunión, inestabilidad, desarmonía a la comunidad llamada iglesia.

1. “Desorden” o “confusión” como dicen algunas versiones es la palabra akatastasia; quiere decir, personas de doble pensar y doble hablar. O sea, produce pura hipocresía.

2. Se actúa y se habla de forma muy “espiritual” delante de la iglesia, pero por detrás se viven vidas de prácticas dudosas.

3. S. Pablo nos advierte sobre ese proceder al acercarnos al tiempo del fin, que es ahora, 2 Tim 3:1-5 “también debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. 2 Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, 3 sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, 4 traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, 5 que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita.”

4. La verdadera espiritualidad produce armonía en la congregación, pues dice Pablo, “Dios no es Dios de confusión, sino de paz” (1 Cor 14:33).

5. La sabiduría verdadera, la cual Santiago nos hablará en el próximo tema, lleva a la iglesia a vivir en armonía, a vivir en paz.

6. El Espíritu de Cristo es aquel que edifica, construye, anima, redarguye, amonesta; todo con el propósito de traer a todos a la “unidad de la fe” en preparación para el gran día cuando aparezca Aquel que nos llamó a Su luz admirable.

7. Hasta entonces, vivamos la vida cristiana bajo la sombra de la cruz. ¡Que la gracia de Cristo sea la fuente de nuestro proceder!