Summary: Esta ceremonia la escribimos mi esposa y yo para sus padres.

Celebración de 40 años de familia cristiana

Rev. Luis G. Martínez & Alfonsa Alvarado Martínez

Preludio por Hno. Isaac Castelo (instrumental de 30 minutos)

Procesión

A. Rev. Gámez, Rev. Martínez y Rev. Olivas (toca el Hno. Castelo)

B. Entran los hijos agrupados por familias (toca el Hno. Castelo). Después de entrar todos los hijos canto por los hijos varones “En ti” (música en pista).

C. Entra la Hna. Martínez con su hijo menor, Esteban Martínez. (Hno Castelo toca parte de la Marcha Nupcial, a mitad de la iglesia los hijos cantarán “Ella es mi madre”—música en pista)

Oración y lectura Bíblica (Rev. Esther Gámez)

Amigos y familiares, la familia Martínez celebra varios eventos en este día. El 19 de este mes el Rev. Luis Martínez cumplirá 76 años, el 19 de septiembre la Hna. Alfonsa Mar-tínez cumplirá 66 años, el 30 de septiembre celebrarán casi 50 años de matrimonio, pe-ro el evento que nos reúne hoy y el más glorioso de todos es que el 21 de noviembre el Rev. Luis Martínez cumplirá 40 años de salvo. Quien lo hubiera pensado. Dios levantó a un hombre sin escuela, un hombre adicto a las drogas y el alcohol y lo hizo siervo suyo. Le enseñó a leer y a escribir. Estudió por correspondencia bajo la tutela del Rev. Felton, quien ya está con el Señor. En marzo del año entrante esta iglesia celebrará 30 años en este local. Un evento formidable pues muchos antes del Hno. Martínez trata-ron de abrir obra aquí y no tuvieron éxito, sin embargo, Dios le ha concedido estar en pie durante todos estos años. Es por esto que la familia Martínez desea compartir con ustedes, colaboradores en la fe, familiares y amigos, este gran evento—el milagro de la salvación…

Oremos dando gracias a Dios por esto…

Lectura Bíblica Salmo 128

Lectura del árbol genealógico

Presentación de regalos especiales por los hijos

A. Eva Olivas (pendiente en forma de árbol con piedras de mes y anillo para padre con piedras)

B. Luis Martínez Jr. (placas con versos bíblicos)

C. Felícitas Martínez (canta “Gracias Papá)

D. Ruth Flores (Biblia familiar)

E. Hilda Robles (reloj de mesa)

F. Julián Martínez (decoraciones con versos bíblicos)

G. Joel Martínez (foto del abuelo paterno)

H. Esteban Martínez (montaje de fotos)

I. Noemí Conchola (flores naturales)

Ceremonial (Rev. Mario Gámez)

Dirigiéndose a la congregación:

Gracias a Dios por los matrimonios que han salido victoriosos y se han sabido conservar fieles a sus votos y promesas. Y de esto son ejemplo digno de honor nuestros hermanos Rev. Luis Martínez y Alfonsa Martínez, y nosotros participamos juntamente con ellos de esta fiesta y aniversario de BODAS DE RUBÍ como familia cristiana.

Quizá estén pensando algunas personas que es raro que se celebre el aniversario de “familia cristiana”, pero los Hnos. Martínez siempre han dicho que Cristo fue el que hizo de ellos un verdadero matrimonio. Aunque los Hnos. Martínez pronto cumplirán 50 años de casados, el verdadero aniversario es cuando Cristo vino al corazón del “alacrán” y lo hizo una nueva criatura, convirtiéndolo en un cordero.

Para mí es un honor solemnizar un acontecimiento tan glorioso y trascendental. En este su cuarentavo aniversario de nuestros queridos hermanos Luis y Alfonsa festejamos jubilosos este glorioso acontecimiento.

Hermanos: Nos hemos reunido ante la presencia de Dios, la Iglesia, y estos testigos, para confirmar ante el Todopoderoso la fidelidad a los votos matrimoniales de nuestro Hno. Luis y su muy digna esposa Alfonsa.

Por casi cincuenta años se han conservado fieles a sus votos, habiéndose empeñado su fe y buena voluntad. Los años han transcurrido en la infinita sucesión del tiempo, y la vida ha sido agitada y diversa con las muchas vicisitudes del diario vivir. Enfermedades, divergencias de opiniones, asuntos familiares, ¿y qué más se podría decir? ¡Adversidades mil, pero más sobre abundante han sido las bendiciones! Con virtuosa prudencia y paciencia permanecen fieles y leales el uno al otro y Cristo el centro de su hogar.

Participación de hijos y nietos

Ustedes como hijos y nietos de los Hnos. Martínez, seguramente son el testimonio más grande del éxito matrimonial de sus padres. ¿Quieren aportar su participación en esta ceremonia?

Palabras de los hijos

Nosotros somos un testimonio de los ideales de supervivencia de nuestros padres. Somos sus ilusiones y el fruto de su amor; sus desvelos y las causas de su preocupación; hoy en este sencillo homenaje les tributamos nuestro amor y hacemos votos por la felicidad de ustedes, mamá y papá. (Canto “Love Them While We Can” pista)

Palabras de los nietos

Nosotros, retoños de esta pareja, agradecemos la vida que por su conducto Dios no ha dado. Con el amor de nietos, nos damos par su completa felicidad. (Canta Gabriel Martínez “Consejos de mi abuelo” pista)

Palabras de hijos y nietos juntos

Que sean muy felices en este día y siempre. Que Dios los ampare siempre. Prometemos amarlos siempre y contribuir para la felicidad de ustedes.

Dirigiéndose a la pareja:

Si es la intención de ustedes reafirmar sus votos, lo manifestarán tomándose de las manos.

Pida que el esposo mire las palmas de las manos de su esposa.

Luis, estas manos son las de una gran amiga y ayuda idónea. Ellas te han sosteni-do en oración por muchos años. Ellas te han consolado en tiempos de tristezas y pruebas. Ellas te han tocado con mucho amor. Se puede decir que son manos sabias. El proverbista nos dice: La mujer sabia edifica su casa; mas la necia con sus manos la derriba. (Proverbios 14:1). El testimonio de esto son los hijos que Dios les dio.

Pida que la esposa mire las palmas de las manos de su esposo.

Alfonsa, estas manos son las de un gran amigo. Antes eran manos destructoras y violentas, pero desde hace 40 años son manos de un hombre santo. Desde entonces te han sostenido en oración. Han sido tu fuerza y refugio. Desde entonces, estas manos han “trabajado, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará” (Juan 6:27). Estoy seguro que ambos pueden decir como el salmista: “Sea la luz de Jehová nuestro Dios sobre nosotros, y la obra de nuestras manos confirma sobre nosotros; sí, la obra de nuestras manos confirma” (Salmo 90:17).

Pacto de sal.

La sal es un elemento muy importante para los humanos. Desde antaño se usaba la sal para pactos importantes, como preservativo y también como sueldo. De allí viene la palabra salario. El dicho de “vales lo que pesas en sal” significa que la persona es de gran valor. La sal también se usa para limpiar y curar. La Palabra de Dios dice que “vosotros sois la sal de la tierra”. Es decir, nos considera muy importantes para este mundo. Sin los cristianos, el mundo sería un lugar sin sabor y sin valor. Sin Cristo en sus vidas, su matrimonio sería desabrido y sin valor. Al poner un poco de sal cada quien en su bolsa y mezclarlo, ustedes confirmar un pacto que hicieron hace años. Con ello afirman que sus vidas son de alta estima el uno al otro y que así como estos granos de sal no se pueden separar, así ustedes desean permanecer unidos “hasta que la muerte los separe”. Canto por Isaac Castelo: Esposa mía.

Testimonio del símbolo de los anillos

Estos anillos representan muchos sufrimientos, ilusiones, tentaciones, llantos, risas y bendiciones; así mismo el amor en las buenas y en las malas; fidelidad a Dios, la iglesia y el uno para con el otro. Por casi cincuenta años se han empeñado recíprocamente su fe y buena voluntad. Este día reafirman tal promesa. Estos anillos representan a su familia entera. La piedra de cada uno está incrustada en oro refinado. Símbolo del puro amor que han dado a ellos. Ustedes no podrían conocer tal amor si no conocieran a Dios, porque Dios es amor. Ustedes han amado a sus hijos y los disciplinaron y amonestaron en la Palabra del Señor como buenos padres. Dios les recompensó su arduo trabajo. Llevarán en su mano testimonio de la herencia que Dios les dio y del legado que ustedes han de dejar a su familia. Manos que oran, manos que trabajan arduamente para el Señor.

Palabras del esposo

“Una vez más, por medio de este anillo, yo, Luis Martínez, confirmo hoy mi promesa de años atrás en este servicio conmemorativo, rogando a Dios, que fuera de la muerta, nada nos separe, por lo cual comprometo una vez más mi palabra y mi amor. Que éste sea el símbolo de pureza e inmutabilidad de nuestras promesas y lealtad.

Palabras de la esposa

“Yo, Alfonsa Martínez, teniendo la dicha de haber llegado a este significativo acto, y habiendo dado buen ejemplo a nuestra familia, con este anillo te prometo, con la ayuda de Dios, cumplir mis votos y promesas pronunciados en años atrás y permanecer fiel esposa hasta que Dios disponga de nuestra existencia, por lo cual recibe mi palabra y mi amor. Que éste sea expresión de mi amor y constancia a ti, y correspondiendo a tus esfuerzos y a tu fidelidad, tanto a Dios, como a mí. (Canto por Elva Martínez “Sólo tú”)

Entrega de arras

Estas arras simbolizan nuestros bienes que hemos juntos acumulado, pero más precioso representan aquellas riquezas que han de venir cuando estemos en el cielo. “El cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones” (2ª Corintios 1:22). “En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa, que es la arras de nuestra gerencia hasta la redención de l posesión adquirida, para alabanza de su gloria” (Efesios 1:14).

La Biblia

Ya que se han entregado mutuamente los anillos y las arras, procedo yo, como ministro de Dios a entregarles este Sagrado Volumen que es un regalo de la familia de su hija Ruth Flores; sabiendo que para ustedes siempre ha sido de inspiración espiritual y su regla para vivir. Sus hijos y nietos son testigos que siempre han vivido bajo los esta-tutos y disciplina que enseña este Libro para la vida de santidad.

Santa Cena

Bendito seas, Señor, Dios del universo, por este pan, fruto de la tierra y del trabajo del hombre, que recibimos de Tu generosidad y ahora te o presentamos. Este será pa-ra nosotros pan de vida. Así también por este fruto de la vida y del trabajo del hombre. Este será para nosotros símbolo de nuestra expiación en la cruz. Señor, para nosotros significa la memoria de nuestra redención por nuestro Señor, quien, cuando iba a ser entregado a su pasión, voluntariamente aceptada, tomó pan, dándote gracias lo partió y lo dio a sus discípulo diciendo: “Tomad, comed; esto es mi cuerpo que por vosotros es partido; haced esto en memoria de mí (coman el pan). Así mismo tomó la copa, después de haber cenado, diciendo, esta copa es le nuevo pacto en mi sangre; haced esto todas las veces que la bebiereis, en memoria de mí (tomen la copa). Así pues, todas las veces que comiereis este pan, y bebiereis esta copa, la muerte del Señor anuncias hasta que él venga” (1ª Corintios 11:24-26).

Señor, al celebrar ahora el memorial de la muerte y resurrección de Tu Hijo, te damos gracias porque nos haces dignos de estar en Tu presencia celebrando este sacramento. Esperamos y anhelamos hacerlo en las Bodas del Cordero, cuando Tu Hijo será quien nos sirva a nosotros, la esposa, la iglesia. Amén

Unión simbólica por el lazo

Esta unión es muy trascendental puesto que casi cincuenta años atrás se unieron en yugo desigual. Hna. Martínez, el error del pasado Dios en su misericordia lo ha convertido en bendición. Ya por cuarenta años han vivido en unión santa y agradable a Dios. Hoy al unirlos con este lazo, confirmamos esa unión.

Velas (Canto Elva Martínez “Padre Nuestro”)

Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos. Ya casi no hay matrimonios que perduren tanto tiempo pero ustedes son un gran testimonio del poder guardador de Dios. Que sean animados muchos por medio de su testimonio como pareja cristiana. Lo que Dios unió ningún hombre lo separe (Mateo 19:6)

Declaración final

Yo, como ministro de Dios he sido testigo de la confesión de amor de esta pareja, de la confirmación de sus votos matrimoniales y de los deseos de seguir siendo felices; por tanto, invoco, una vez más, la bendición nupcial de Dios sobre este matrimonio que ha sido formado por Dios, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

El Señor les bendiga, y les guarde; el Señor haga resplandecer su rostro sobre ustedes, y tenga de ustedes misericordia; el Señor alce sobre ustedes su rostro y ponga en ustedes paz.

Beso y presentación a la congregación

Salida (toca el Hno. Isaac)

Postludio (toca el Hno. Isaac por 20 minutos)