Summary: Otra vez el apóstol Juan enfatiza que los creyentes pueden estar seguros de la vida eterna en Jesucristo. En los siguientes versículos, Juan nos da algunas maneras adicionales que los creyentes pueden conocer la certeza de la vida eterna.

LA CERTEZA DE LA VIDA ETERNA

1 Juan 4:13-15

Otra vez el apóstol Juan enfatiza que los creyentes pueden estar seguros de la vida eterna en Jesucristo. En los siguientes versículos, Juan nos da algunas maneras adicionales que los creyentes pueden conocer la certeza de la vida eterna.

PRIMERO: LOS CREYENTES TIENEN EL ESPIRITU SANTO EN SU VIDA: En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu (4:14). En el momento de la conversión, el Espíritu Santo toma posesión en la vida del creyente. El Espíritu Santo vive en nosotros para hacer de Jesucristo auténtico en nuestra vida. Cristo vive en nosotros por el Espíritu Santo. Además, vivimos en Cristo por el Espíritu Santo.

SEGUNDO: LOS CREYENTES TIENEN EL TESTIMONIO DE LAS ESCRITURAS: Y nosotros hemos visto y testificamos que el Padre ha enviado al Hijo, el Salvador del mundo (4:14). La palabra nosotros se refiere a los apóstoles quienes fueron testigos oculares de Jesucristo. Nunca hemos visto al Señor Jesús con nuestros propios ojos. Pero, tenemos el testimonio de los que le vieron. La seguridad de los creyentes tiene su origen en el testimonio de los apóstoles. La Biblia esta compuesta del testimonio de los apóstoles. Lo que los apóstoles vieron con sus propios ojos ha sido dado a nosotros en el Nuevo Testamento. Veamos algunos ejemplos en el Nuevo Testamento:

• Juan: Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad (Juan 1:14).

• Pedro: Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fabulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad. Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnifica gloria una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia. Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo (2 Pedro 1:16-18). Pedro veo la gloria de Cristo y escuchó la voz del Padre.

• Pablo: Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras: y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y después a los doce. Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen. Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles; y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mi (1 Corintios 15:3-8).

TERCERO: LOS CREYENTES AFIRMAN QUE JESUCRISTO ES EL HIJO DE DIOS: Juan declaró, Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios. Nuestra relación con Dios es dependiente en el evento histórico de la encarnación. Solamente por la fe en el Hijo de Dios puede uno conocer a Dios en una relación salvadora. Otra vez Juan refuta a los falsos maestros. El Hijo de Dios eterno fue enviado por el Padre a este mundo. Cristo vino para salvarnos de los pecados por medio de su muerte en la cruz. Resucitó de entre los muertos al tercer día. Los verdaderos creyentes afirman que Jesucristo es el único Señor y Salvador. El Espíritu Santo y la Palabra de Dios testifican de estas verdades y por eso podemos tener la certeza de la vida eterna.