Summary: Aunque la carta de Juan 2 es muy corta, tiene un mensaje muy significativo para nuestro tiempo, especialmente respecto a nuestra relación con la verdad que hay en Jesucristo. En esta carta Juan nos enseña tres cosas acerca de la verdad.

LA VERDAD BAJO FUEGO

2 JUAN

Jesucristo es la verdad encarnada en cuerpo humano. Pero la verdad esta bajo fuego hoy en día. Una forma en la que la verdad este bajo fuego es el retorno de una antigua herejía conocida con el nombre gnosticismo. Esta herejía tuvo su origen en el primer siglo d. de J. C., y casi destruye a la iglesia cristiana durante el segundo y tercer siglos d. de J. C. Durante la última parte del siglo 20, el gnosticismo regresó, y se ha hecho popular. Se puede encontrar libros gnósticos en cualquier librería secular de la actualidad. Además, el libro y la película de “EL Código Da Vencí” están basados en las enseñanzas del gnosticismo. Los escritos de los gnósticos fueron rechazados por la iglesia primitiva, pero el movimiento ha cobrado mucha influencia hoy por hoy.

Las cartas de 1 y 2 Juan se ocupan de la misma herejía. Hay dos temas principales en 2 Juan. Primero, Juan insta a sus lectores a practicar el amor cristiano (2 Juan 5). Es más, llama a los hermanos a que afirmen la doctrina correcta en cuanto a Jesucristo (2 Juan 7-11). Esto se debe a que algunos gnósticos negaban la deidad de Jesucristo. Según ellos, Jesús era un simple hombre. Ellos creían que el Cristo divino sobrevino al Jesús humano en el momento de su bautismo pero lo dejó después de su muerte en la cruz. Otros gnósticos enseñaban que Jesús era una aparición fantasmagórica. Ellos negaban la humanidad de Cristo. Este era el problema más serio visto en las cartas de Juan. Las dos ideas de los gnósticos rechazaban la doctrina de la encarnación

Aunque la carta de Juan 2 es muy corta, tiene un mensaje muy significativo para nuestro tiempo, especialmente respecto a nuestra relación con la verdad que hay en Jesucristo. En esta carta Juan nos enseña tres cosas acerca de la verdad.

LOS CREYENTES POSEEN LA VERDAD (1-3): En el versículo 1 Juan identifica a si mismo como el anciano. La palabra anciano probablemente se refiera a la edad avanzada del apóstol Juan tanto como su autoridad como apóstol del Señor.

Juan envía la segunda epístola a una sola persona o, tal vez, a una iglesia especifica. Juan envía esta carta a la señora elegida y a sus hijos. Algunos estudiosos creen que la frase la señora elegida y a sus hijos se refiere a una mujer cristiana y sus hijos. Otros creen que esta frase es simbólica para aludir a una iglesia específica, y sus hijos son sus miembros. Juan dirige la carta a la señora elegida y a sus hijos, a quienes yo amó en la verdad; y no solo yo, sino también todos los que han conocido la verdad. Un examen de los versículos 1-3 revela tres cosas importantes en torno a la verdad.

1. La verdad es una persona: Una palabra clave en 2 Juan es la palabra verdad. Juan la usa cinco veces en los cuatro primeros versículos. Algunas veces Juan usa el artículo definido ante la palabra la verdad. Esto hace que la verdad se refiere a una persona. En Juan 14:6, Jesús dice: Yo soy la verdad. Entonces Jesucristo es la manifestación de la verdad. Dios se hizo hombre en Jesucristo. Los verdaderos creyentes poseen la verdad por medio de su encuentro con Jesucristo.

2. La verdad es interna: El versículo 2 dice, a causa de la verdad que permanece en nosotros. Cuando el pecador se arrepiente de su pecado y recibe a Jesucristo como Señor y Salvador, la verdad habita en su vida.

3. La verdad es eterna: Nótese la última parte del versículo 2. Y estará para siempre con nosotros. La epístola a los Hebreos declara, Jesucristo es el mismo ayer, hoy, y por los siglos (Hebreos 13:8). Los teólogos usan la palabra “inmutable” para enseñar que Jesucristo nunca cambia. Jesucristo era la verdad en el pasado, es la verdad en el presente, y será la verdad para siempre.

LOS CREYENTES PRACTICAN LA VERDAD (4-6): Las personas que reciben a Jesucristo por fe ya poseen la verdad. Pero, no tan sólo poseen la verdad, sino que también practican la verdad diariamente. El conocimiento de la verdad determina cómo los cristianos han de llevar su vida cotidiana. Dos mandamientos reflejan cómo los verdaderos creyentes llevan su vida.

1. Los verdaderos creyentes andan en la verdad: Mucho me regocijé porque he hallado a algunos de sus hijos andando en la verdad, conforme al mandamiento que recibimos del Padre (2 Juan 4). Si la verdad permanece en nosotros para siempre, es nuestra responsabilidad andar en la verdad diariamente. Como pastor por más de cuarenta años, he tenido el privilegio de visitar algunas iglesias donde fui pastor en el pasado. Una vez encontré a una mujer que había aceptado al Señor cuando era muy jovencita. Fue un gozo para mí saber que, después de veintiocho años, aun andaba ella con el Señor. Sin embargo, en otras ocasiones, al preguntar por algunos individuos, supe que habían dejado la iglesia, y ya no andaban con el Señor.

2. Los verdaderos creyentes andan en amor: Y ahora te ruego, señora, no como escribiéndote un nuevo mandamiento, sino el que hemos tenido desde el principio, que nos amemos unos a otros. Y este es el amor, que andemos según sus mandamientos. Este es el mandamiento: que andéis en amor, como vosotros habéis oído desde el principio (2 Juan 5-6). Andar en la verdad que hay en Jesucristo resulta un nuevo estilo de vida. El verdadero creyente tiene el deseo de vivir conforme a los mandamientos de Dios. El mandato de amar a nuestros hermanos en la fe predomina las cartas de Juan.

Noté que se emplea la palabra mandamiento cuatro veces en los versículos 4-6. El mandato, amemos unos a otros procede del Padre. Como creyentes hemos de practicar la verdad por la obediencia de los mandatos a que andemos en verdad y andar en amor. Debemos vivir conforme a la verdad todos los días.

LOS CREYENTES PROTEGEN LA VERDAD (7-11): Los verdaderos creyentes poseen y practican la verdad. Además, protegen la verdad. Los versículos 7-11 tienen que ver con los gnósticos. La palabra gnóstico viene de la palabra Griega gnosis, que significa conocer. El gnosticismo enseña que la materia es mala y el espíritu es bueno. Ellos enseñaban que el cuerpo del hombre es malo, porque está compuesto de la materia. Dios, quien es espíritu, es totalmente bueno. Según los gnósticos, no se recibe la salvación sino por un conocimiento especial.

Los gnósticos negaban la humanidad de Jesucristo en dos maneras. (1) Algunos de ellos enseñaban que Jesús era un fantasma, que no tenía cuerpo físico. (2) Otros decían que el Cristo divino se unió con Jesús humano en el momento de su bautismo, pero que le abandonó antes de su crucifixión. Los dos puntos de vista negaron la doctrina de la encarnación de Jesucristo. En realidad, los gnósticos negaban la humanidad tanto como la deidad de Jesucristo.

En el versículo siete, Juan le tilda a los seguidores de ese movimiento, engañadores y anticristos. El dice, Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el anticristo.

En el versículo ocho, Juan animó a los creyentes permanecer firmes en la fe para que no pierdan el fruto de su trabajo. Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis galardón completo (V. 8).

Juan escribió también que cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ese si tiene al Padre y al Hijo. Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni de digáis: ¡Bienvenido! Porque el que le dice: ¡Bienvenido! Participa en sus malas obras (9-11).

Es una lastima que los falsos maestros formasen parte de la comunidad cristiana. Pero ellos dejaron la doctrina de Cristo y formaron una nueva doctrina. Por esta razón, el apóstol Juan anima a sus lectores a que continúan en la doctrina de Cristo. La palabra doctrina significa las enseñanzas de la Biblia acerca de la persona y la obra de Jesucristo. Los cristianos que permanecen en la doctrina de Cristo tienen al Padre y al Hijo. Pero los que rechazan la doctrina de Cristo no tienen a Dios.

Los versículos 10 y 11 contienen una advertencia en no mostrar hospitalidad a los falsos maestros. Los verdaderos creyentes no deben recibir a los falsos maestros. Durante los primeros siglos, el evangelio fue llevado por evangelistas y misioneros que iban de lugar en lugar. Era una tradición que los misioneros se hospedaran en casa de los creyentes. Los falsos maestros tenían la misma práctica. De vez en cuando, los falsos maestros visitaban en los hogares de los cristianos, fingiendo así ser cristianos. A los cristianos sólo les comete ayudar a los que proclaman la verdad (5-8).

Juan advirtió en contra de cualquier tipo de bienvenida oficial para los que erraban en la doctrina de Cristo También, advirtió en contra de cualquier tipo de apoyo para los falsos maestros. La razón por esta advertencia se encuentra en el versículo 11. Porque el que le dice: ¡Bienvenido! Participa en sus malas obras.

CONCLUSION: En la conclusión de su carta breve (2 Juan 12-13), el apóstol Juan expresa su deseo de visitar a los hermanos para hablar con ellos cara a cara. El anticipa la renovación del gozoso compañerismo cristiana. Tengo muchas cosas que escribiros, pero no he querido hacerlo por medio de papel y tinta, pues espero ir a vosotros y hablar cara a cara, para que nuestro gozo sea cumplido. Los hijos de tu hermana, la elegida, te saludan. Amén.