Summary: La continuación del serie: Nuetra Identidad en Cristo. Estamos cambiados: 1) Estábamos muertos, ahora estamos vivos, 2) Estábamos viviendo en muerte, pero ahora estamos resucitados, 3) Éramos hijos de ira, pero ahora somos objetos de bendición.

La última semana estuvimos hablando de la manera en que somos bendecidos como Cristianos. Tenemos una gran lista de bendiciones en el capítulo 1 de Efesios. Y aprendimos que había tres bendiciones que la mayoría de la gente en efeso no estaban exerimentando y pienso que la mayoría de los cristianos hoy en día no están experimentando eso en la iglesia.

Una de las bendiciones es la relación intima con el Señor que llega a través de la lectura diaria de su palabra y la oración diaria a Dios.

Espero que ustedes están luchando para formar este hábito en sus vidas. ¿Han estado leyendo la biblia esta semana? ¿Han practicando la vida de oración que es necesario para una relación intima?

También estuvimos hablando sobre la bendición del llamado que tenemos de ser perfectos. Y que nuestros recursos o herramientas son nuestros hermanos en Cristo. Es posible dejar los pecados que están estancándonos fácilmente cuando estamos dependiendo de nuestros hermanos en Cristo.

¿Te acercaste a un hermano o hermana para desarrollar este tipo de relación con una persona en particular?

Finalmente estuvimos hablando acerca de la bendición de nuestra habilidad de experimentar el poder de Dios en nuestras vidas. Los pasos que tenemos que dar son los primeros puntos de 1) leer, 2) orar, y 3) depender de los demás. Cuando hagamos estas cosas vamos a experimentar el poder de Dios en nuestras vidas.

Espero que ustedes estén dando estos pasos con sinceridad, porque el deseo que yo tengo es estar en un pueblo que está experimentando el poder de Dios. Estoy procurando estos pasos para que yo pueda experimentar el poder de Dios en mi vida.

Parte de nuestra identidad es que seamos bendecidos más de lo que nos damos cuenta. Hoy vamos a ir adelante en el capítulo 2 de Efesios. Vamos a concentrar en los versículos 1 a 10.

Un hombre joven estaba pescando y él atrapó una gran cantidad de pescados. El comisario vio la cantidad y le preguntó “Pedro, ¿cómo pescaste todo esto?” Y Pedro le respondió, “Vamos y podrás ver.” Los dos se fueron al lago y Pedro le guió en la lancha dónde pescaba. Después de eso Pedro tomó un barra de dinamita y la encendió. El comisario empezó gritar a Pedro, “Tú no puedes hacer eso, estupido. No puedes atrapar peces con dinamita. ¿Qué te está pasando?” Entonces Pedro le dio al comisario la dinamita encendida a punto de explotar y le dijo, “¿Tú vas a gritar o tú vas a pescar?”

Para algunos el cambio solamente llega con algo como dinamita y para otros solamente una brisa.

Espero que esta mañana, yo no tenga que utilizar la dinamita. Pienso que mi sermon es más como una brisa.

El tema de nuestro texto aquí en Efesios 2 es Estamos Cambiados.

Estamos continuando la serie en Efesios que se llama “Nuestra Identidad En Cristo”.

Estamos bendecidos y también como aprenderemos, estamos cambiados.

Cada cristiano aquí esta mañana tiene la obligación de aceptar los cambios de una vida con Cristo según Efesios capítulo 2, versículos 1 a 10.

¿Cuáles son los cambios que debemos demostrar como cristianos según Efesios capítulo 2?

Vamos a hablar acerca de esos cambios. Y después, espero que vamos a aceptarlos y vivir como ejemplos vivos.

Cada cristiano tiene que demonstrar los cambios de una vida con Cristo.

¿Cuál es el primer cambio que tenemos que demonstrar? Escucha el versículo 1 de nuestro texto:

En otro tiempo ustedes estaban muertos en sus transgresiones y pecados (v.1)…

Ahora salten al versículo 4 y escuche:

Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros,5 nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados! (vs. 4-5)

El primer cambio es:

1. Estábamos muertos, ahora estamos vivos (vs. 1, 4–5)

Este es parte de nuestra identidad, estábamos muertos pero ahora estamos vivos. Para nosotros es difícil comprender porque es contra las leyes físicas. La gente típicamente no están pronunciado muertos con el fin de resucitar a la vida otra vez. La bíblia ha mencionado que esto pasó algunas veces, pero no era normal ni con mucha frecuencia.

1. La oración de Elías curó al hijo de la viuda en el primer libro de Reyes, capítulo 18, versículo 21.

2. Eliseo oró y el hijo de la sunamita se levantó de los muertos en el segundo libro de Reyes capítulo 4, versículo 35.

3. El hombre moabita que tocó los huesos de Eliseo levantó a la vida otra vez en el segundo libro de Reyes capítulo 13, versículo 21.

4. Jesús levantó a la hija de Jairo en Marcos capítulo 5, versículo 42.

5. Jesús resucitó al hijo de una viuda de Naín en Lucas capítulo 7, versículo 15.

6. Jesús resucita a Lázaro en Juan capítulo 11 y versículo 44.

7. Pedro resucitó a Dorcas en Hechos capítulo 9, versículo 40.

8. Y mi preferido era el joven llamado Eutico en Hechos capítulo 20, versículo 10 quien estaba durmiendo durante un sermon largo y aburrido de Pablo.

9. Y por su puesto no podemos olvidar el ejemplo más importante en Cristo.

Pero, saben que, nuestro texto está probando que este milagro ha pasado millones de veces a través de la historia. Los que estaban muertos han sido resucitados. Estábamos muertos pero ahora estamos vivos. Tenemos que aceptar esta verdad para entender nuestra identidad en Cristo.

Este texto dice que estabamos muertos debido a nuestras transgresiones y pecados. Fácilmente podemos pensar acerca de un tiempo que había pecados. Tal vez era una mentira, tal vez era un robo, quiza teníamos lujuria por alguien, o quiza hicimos algo o dijimos algo contra otra persona. No es importante cuál pecados eran; el punto es que podemos recordar fácilmente pecados que hemos cometido. Estos pecados causaron nuestra muerte.

Y también nuestras transgresiones habían hecho eso. En la Biblia, versión Reina Valera, la palabra utilizada para “transgresiones” es la palabra “delitos.” En ingles la palabra utilizada es una palabra que no tenemos en castellano. La palabra es “trespass” y significa “entrar sin autorización en propiedad ajena.” ¿Dónde hemos entrado sin autorización? Yo recuerdo que varias veces en el pasado yo había entrado un lugares sin autorización. A mi me gusta jugar golf. Pero, golf puede ser caro en los estados unidos, especialmente si tú eres un estudiante en la universidad sin mucho dinero. Para evitar pagar la entrada yo compré pelotas que brillaba como luz en la oscuridad. Y mis compañeros y yo entrábamos en muchas canchas de golf y jugabamos gratis muchos fines de semanas durante mis años universitarios. ¿Piensan que este era lo que Pablo estaba diciendo aquí en efesios? Debido a mis noches de golf, yo estaba muerto. O ¿podríamos pensar acerca de un lugar que todos de nosotros entramos sin autorización?

En el jardín de Edén Dios nos dijo que podríamos comer de todos los árboles del jardín, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no deberíamos comer. El día que de él comamos, ciertamente moriríamos (Génesis 2:16-17). En otra palabras, podríamos andar por todos lados, pero no podríamos entrar en un espacio particular. ¿Y que hicimos? Cometimos nuestra gran transgresión cuando entramos en el espacio. Aunque Adán y Eva hicieron eso, la multa era de todos. Ellos eran nuestros representantes. Y desde allá estabamos considerados muertos.

¿Cómo es una persona muerta? Tiene olor, ¿verdad? Está descomponiéndose, ¿cierto? Está podrido.

¿Cómo es su ropa? Probablemente ellos estaban enterrados con su ropa fina, pero después de algunos días en la tierra, no pienso que tú vas a vestirte con su ropa… también está podrido.

Yo sé que este es un tema desagradable, sin embargo esa es la forma en que estábamos como pecadores. Sin Cristo oliamos mal, estábamos descomponiéndonos, estábamos podridos.

Pero con Cristo estamos vivos debido al amor que Dios tiene para nosotros y debido a su misericordia y gracia como nuestro pasaje nos dice:

“Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros,5 nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados” (vs. 4-5)

Yo mencioné más temprano que es difícil entender que estábamos muertos y ahora estamos vivos. No creo que la dificultad de entender es acerca de que estábamos muertos, sino de creer que ahora estamos vivos.

Es fácil recordar los pecados que habíamos cometido debido a que estamos recordándolos constantemente. Pero casi nunca la gente esta diciendome las cosas buenas acerca de sí mismos cuando estoy preguntandoles, ¿Podrías decirme qué tú piensas acerca de tí mismo? No creo que estemos haciendo eso porque somos timidos ni modestos ni humildes. Pero, no estamos pensando positivamente acerca de nosotros mismos porque estamos en pecado actualmente o es porque es difícil pensar que estamos vivos, que somos creaciones nuevas. Pero, mis amigos, la verdad es que Dios nos ama. Somos recipientes de su gracia y misericordia.

Entonces, si tú estás aquí en esta mañana y nunca has comenzado una relación con Dios a través de Jesús que es posible, si tú todavía estás muerto en tu pecado y tu transgresión, nunca has pedido perdón a Dios, esta mañana es tu oportunidad de dejar la basura atras y recibir el amor, misericordia y gracia (el perdón) de Dios y empezar a experimentar la vida nueva. Al fin de este sermón tú vas a tener esta oportunidad.

Si tú eres un cristiano, tu aplicación del primer punto (la cosa que tú debes hacer de la información que recibiste) es: aceptar el perdón de los pecados y transgresiones y experimentar la victoría contra Satanás. Necesitamos cambiar nuestra auto-percepción. No somos mal olientes ni descompuestos ni podridos. La biblia dice que “Para Dios nosotros somos el aroma de Cristo” (2 Cortintios 2:15). Cuando la antigua percepción de tu ser llegue a tu mente, debes recordar tu identidad verdadera. Estamos vivos debido a Cristo. ¡Acéptelo y experimente la victoria!

Estábamos muertos, ahora estamos vivos.

Tenemos que demostrar dos cambios más en la vida cristiana. El segundo cambio es:

2. Estábamos viviendo en muerte, pero ahora estamos resucitados (vs. 2, 6)

En tu pecado y transgresión… “en los cuales andaban conforme a los poderes de este mundo. Se conducían según el que gobierna las tinieblas, según el espíritu que ahora ejerce su poder en los que viven en la desobediencia…. Y en unión con Cristo Jesús, Dios nos resucitó y nos hizo sentar con él en las regiones celestiales,”

No estoy queriendo decir que estábamos muertos. Ya hablamos sobre eso antes. Estoy diciendo algo un poco diferente. El texto está diciendo que estabamos muertos y andábamos en nuestros pecados y transgresiones. En otras palabras, estábamos viviendo en nuestra pena capital. Hay una película sobre un hombre en la cárcel quien fue sentenciado a morir. El tema de la película es sobre los útlimos días antes de la muerte de ese hombre. El título de la pelicula se llama “Hombre Muerto Caminando”. Este título describe precisamente nuestra vida antes de Cristo. Éramos personas muertas caminando. Estábamos caminando hacia nuestra ejecución, a nuestra pena eternal… estábamos muertos caminando. Esta era nuestra identidad.

El hombre de la película murió. No había aplazamiento de la sentencia de ejecución, aunque su abogado luchó por una posibilidad de perdón. El testimonio en su contra era grande y garantiza su certeza de muerte.

Nuestra muerte también estaba garantizado por varios testimonios. La escritura dice que “anduvimos en nuestras transgresiones y pecados, siguiendo la corriente de este mundo.” Entonces el mundo estaba testificando contra nosotros. Estábamos viviendo en pecado como los demás han hecho desde el principio con Adan y Eva.

Según nuestra escritura, nuestra muerte estaba garantizada según la potestad del aire, quien es satanás. El sabe la ley. Él sabe lo que necesitamos pagar por el pecado y transgresión que cometimos, y entonces él testificó contra nosotros para que fueramos ejecutados.

El texto dice que el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia garantizó nuestra muerte también. Estábamos desobedeciendo. Éramos hijos de desobediencia. Estábamos testificando contra nosotros mismos para garantizar nuestra ejecución.

Nuestra identidad era “muertos caminando”. Estábamos caminando condenados a la muerte eternal. Hoy, las personas en nuestro entorno son muertos caminando. Ellos están condenados y están esperando su día de juicio.

Sin embargo, si tú eres un cristiano, tienes una identidad diferente. No somos muertos caminando, somos vivos que fuimos resucitados a una vida nueva.

Como los inconversos tienen varios testimonios en su misma contra, nosotros tenemos el testimonio de nuestro abogado que está luchando por nosotros y ha garantizado nuestra libertad.

Nuestro texto dice en el versículo 5 y 6 que “¡Por gracia ustedes han sido salvados! Y en unión con Cristo Jesús, Dios nos resucitó y nos hizo sentar con él en las regiones celestiales”

Cristo ha testificado y garantizado la vida nueva con nuestra salvación. Tenemos un aplazamiento de la sentencia de ejecución.

Cristo ha testificado y garantizado una posición nueva en la que hemos sido resucitados y sentados con él en los lugares celestiales.

Cristo ha testificado y garantizado nuestra libertad del pasado. Esta es nuestra nueva identidad que podemos disfrutar como cristianos.

Si estás aquí hoy, y nunca has aceptado a Cristo como tu Señor y Salvador, nunca le has permitido que Él tenga control absoluto de tu vida, el paso que puedes dar es: dejar tú esclavitud y recibir tu nueva vida de libertad.

Si hoy tú estás acá, y eres un cristiano, el paso que necesitas dar es: aceptar la vida nueva que tienes y experimentar tu libertad. Acepta el hecho de que tienes la vida nueva que es libre del pecado y transgresión. Acepta el hecho que tienes una posición nueva a lado de Cristo en los lugares celestiales. Tú puedes… Tú necesitas dejar el pecado que estás llevando… las cosas que son contra la palabra de Dios que estás haciendo, necesitas dejar. Necesitas dejar la mentira. Necesitas dejar la actitud de queja. Necesitas dejar tu espíritu que no perdona. Necesitas dejar los vicios que está estacándote. Tú estás viviendo a lado de Cristo ahora mismo. ¿Piensas que tu comportamiento es agradable a él? Tienes una posición de honor y autoridad a lado de Cristo. Utilízala para vencer contra el pecado y transgresión. Aceptala y vívela.

Estábamos muertos, ahora estamos vivos.

Estábamos viviendo en muerte, pero ahora estamos resucitados.

Y finalmente el cambio que debemos demostrar es:

3. Éramos hijos de ira, pero ahora somos objetos de bendición (vs. 3, 7)

3 En ese tiempo también todos nosotros vivíamos como ellos, impulsados por nuestros deseos pecaminosos, siguiendo nuestra propia voluntad y nuestros propósitos. Como los demás, éramos por naturaleza objeto de la ira de Dios…. para mostrar en los tiempos venideros la incomparable riqueza de su gracia, que por su bondad derramó sobre nosotros en Cristo Jesús.” (vs. 3, 7)

A veces mis hijos están disciplinados porque no están comportándose bien. Ustedes les conocen a Jeffrey y ustedes saben que él tiene una personalidad muy fuerte. Para corregir a Jeffrey nosotros estamos utilizando castigo físico a veces. La verdad es que cuando yo era niño, yo parecía a Jefrey o era peor en mi comportamiento, y mis padres también estaban dándome castigos físicos; pero nunca había pensado que era un hijo de ira, y espero que Jeffrey nunca iba a pensar eso; es decir, que, él experimentará más que el castigo de sus padres; también él experimentará el amor. Siempre vamos a tener amor para Jefrey; mis padres siempre estaban mostrándome el amor, pero este texto está diciendo algo diferente. ¿Puedes imaginar ser el objeto de castigo eterno? Este tiene el significado de un hijo de ira; éste era nuestra identidad antes de Cristo; estábamos muertos; estábamos caminando en nuestro pecado como una prueba de nuestro destino y éste destino era que experimentaríamos el castigo eterno de nuestro creador.

El inconverso está expuesto a este destino, como todos nosotros estábamos expuestos. Es decir, que no hay trato preferencial. Todos los pecadores tienen un destino de destrucción. No importa si tú eres un pecador profesional o un pecador sin mucha experiencia; es decir, no importa si tú eres un asesino o un mentiroso. Tu destino será el mismo: condenación

Como el resto de la humanidad, nosotros vivimos en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de nuestra carne, haciendo la voluntad de nuestros pensamientos. Nosotros le dimos a nuesta carne cualquier cosa para estar contentos y felices. Nosotros inventamos maneras nuevas para satisfacer nuestra carne; le hemos permitido a nuestra mente hacer fantasías cuando sabíamos que era incorrecto y debido a eso, merecemos el castigo eterno. Esta era nuestra identidad antes de Cristo; éramos hijos de ira.

Pero ahora nuestra identidad ha cambiado respecto de eso; ahora somos objetos de sus bendiciones en vez de su ira. Dios ha reemplazado nuestra lujuria de carne con sus riquezas. Estamos hablando acerca del Dios poderoso. Sus riquezas son mucho más valerosos que nuestra lujuria de carne. Él sabe cuál era el propósito de nuestra carne en su estado perfecto; entonces tenemos que confiar en él, que va a darnos lo que es bueno y beneficioso para nuestra carne. El nos ha dado su gracia en vez de los deseos de nuestra carne. Yo había hecho algunas cosas muy estúpidas en mi vida, debido a la sed de la satisfacción personal de mi vida. Estas cosas que yo hice mereció la muerte y el castigo. Sin embargo, Dios ha reemplazado todo eso con su gracia. El ha tomado una mente corruptible y ha transformado según su gran amabilidad. Y ahora yo estoy cambiado de adentro a afuera. Eramos los hijos de ira como el resto del mundo, pero ahora somos hijos de Dios como Cristo. Estamos experimentando todas las bendiciones de ser hijos de Dios así como Cristo y debido a Cristo.

Guauuuu!!! ¿Qué vamos a hacer con este conocimiento?, ¿cómo nos cambia esta increíble transformación?, ¿qué vamos a hacer con nuestra identidad nueva?. ¿Qué vamos a hacer en vez de nuestra lujuria de carne y de nuestra mente?

Escucha el verículo 10 de nuestro texto que dice: “Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica” (v.10).

Cristianos, esto es quienes somos. Ahora hazlo!!!

Si tu no le conoces a Cristo como su Señor y Salvador, la aplicación para ti, es dejar tu destino maldito y experimentar las bendiciones que son en Cristo. La última semana nosotros hablamos acerca de nuestra identidad acerca de la manera en que somos bendecidos. Si tú no le conoces a Cristo, tú puedes conocerle y ser bendecido por la relación.

Cristiano, tu aplicación esta mañana es aceptar su amabilidad y experimentar las obras nuevas que Él tiene para ti. Acepta su gracia; acepta el hecho de que tú eres el recipiente de muchas bendiciones y Dios no va a castigarte ahora y después experimenta las buenas obras que Él tiene para ti. No necesita ser controlado por tu carne ni por tu mente; permítele a Dios transformar todo eso para que tú puedas disfrutas las obras buenas que Dios tiene para ti.