Summary: Ninguno merece la bendición de Dios. Cuando menos la esperamos, El nos visita por Su misericordia.

La Casa de Misericordia

Juan 5:1-9

Betesda = casa de misericordia

un estanque con cinco pórticos = por la orilla de la ciudad, este fue el lugar donde los hombres de negocio trajeron sus ovejas para bañarlas antes de ofrecerlas en venta para los sacrificios. Un lugar de olor no muy grato, con mucha bulla por las ovejas, con agua no muy limpia.

Tenía cinco lugares con una lona o sombra.

No era un lugar de lujo; allá no congregaba los ricos para sus evento sociales; no era un lugar para celebrar un día de campo.

I. Un Cierto Hombre

No sabemos su nombre, pero Dios le conoció.

Cristo sabía de los 38 años que sufría este hombre; El sabía de todos los intentos de recibir su sanidad sin éxito. Dios sabe todo.

Salmo 139:2

Tú conoces cuando me siento y cuando me levanto;

Cristo sabe de tus dolores, de tus preocupaciones, de tu tristeza, de tus dudas, de tus reservaciones.

El sabe cuando tu andas desanimado, El sabe de tu necesidad actual, El sabe lo que tu vas a enfrentar mañana.

Pero Cristo no fue sorprendido por saberlo. El siempre esta preparado para enfrentar cualquier dilema.

Lo que le interesaba a Cristo fue la cuestión de disponibilidad de recibir el apoyo.

La pregunta--¿Quieres ser sano?

II. Los Impedimientos

El hombre respondió que no tenía quien ayudarle al estar agitada el agua.

Que otros siempre le ganan.

En aquel lugar, en ciertos tiempos, el agua se movía, y los primeros que entraron el estanque fueron sanados.

En ese día, el Hombre de Misericordia fue presente en la casa de misericordia para darle el milagro que buscaba por casi cuatro décadas.

Tu y yo no sabemos en cual culto pueda presentar Cristo para sanar. Te conviene estar cada vez que se abre las puerta para alabar Su nombre.

La ventaja nuestra es que Cristo ya no esta limitado por su cuerpo físico.

Ahora, no es cuestión de tiempo o disponibilidad de parte de Dios. Es cuestión de prioridades y de fe.

Que sea hallado en la casa de misericordia, y responder a la voz de Cristo.

Que no intenta cubrir tu necesidad.

Prov. 28:13

El que encubre sus pecados no prosperará, pero el que los confiesa y los abandona alcanzará misericordia.

III. A Pesar de Pretextos, Cristo nos ofrece Solución

El hombre no entendió.

El hombre tenía dudas.

El hombre sentía desesperado.

Tu tienes necesidad. Andas con problemas sin respuestas. Tienes tentaciones por todos lados. Ya has dado una lista larga de pretextos.

Hay dos opciones.

1. Puedes discutir y decir que no puedes. Puedes quedar con tu problema.

2. Puedes reconocer que la palabra de Cristo tiene poder y tu simplemente debes de obedecer. Lo demás está en las manos de Dios.

-de inmediato fue sanado

-luego tuvo que demostrar que era sano

-se levantó, tomó su cama - para decir, es mi última noche de estar acostado aquí.

-la misericordia de Dios hizo la diferencia.

En este mundo que no entiende de la misericordia, solo quiere aprovechar unos de los otros; nos visita el Hijo de Dios, por medio del Espíritu Santo para derramar Su misericordia sobre nosotros.

Dios no anda solamente en la alta sociedad o en las instalaciones de gobierno para bendicir, El anda por lugares no deseados, como La Primero de Mayo y Los Magueyes y La Esperanza y Chilarillo con la intención de ministrar con misericordia a los que lo merecen.

Aun cuando el hombre siente que no hay esperanza, y la fe se ha disminuida tanta, Cristo hace un edificio alrededor de nosotros y lo llama--casa de misericordia.

Lam. 3:22,23

22 Por la misericordia de Jehová es que no somos consumidos, porque nunca decaen sus misericordias.

23 Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad.