Summary: Creo que si estamos en Cristo, podemos enseñar a nuestros niños tener confianza en si mismos y un carácter Cristiano sólido. Efesios 6.4 nos enseña que tenemos que equilibrar la disciplina y la instrucción con nuestro propio ejemplo diario, y esto no es i

Mayor Gerardo Balmori

El Ejército de Salvación

Educando a Nuestros Hijos Efesios 6:4

Cada vez es más difícil encontrar integridad y carácter en la gente. Los valores cristianos se pierden y la enseñanza Bíblica se confunde, por falta de Carácter. El Carácter es lo que hacemos cuando nadie nos mira, es quien realmente somos.

¿De dónde viene el carácter? ¿Cómo llega a nosotros?

Recuerde la ilustración del hombre que comprando pollo rostizado, se dio cuenta que en vez del bote de pollo le dieron el bote de las ganancias del día. Su novia se quedó sorprendida cuando el decidió regresar el dinero, por lo cual entro a la tienda y agradecido, el gerente quiso llamar al periódico, para poner su foto en primera plana, diciendo: “usted es un héroe, no he conocido a un hombre tan honesto en mi vida”

Para su sorpresa el hombre le respondió: ¡No, no, no haga esto! ’ Entonces él se acerco a el y le dijo con un susurró,’ verá usted, la mujer con la que estoy… esta casada con otra persona. “A final de cuentas no era tan honesto como pensábamos… Aunque hizo algo bueno no vivía en integridad, vivía sin carácter.

Por eso le pregunto otra vez ¿De dónde viene el carácter Cristiano? Viene de Mamá y Papá (el hogar), y nuestra sociedad – pero sobre todo es formado en la casa, en la vida diaria.

Creo que si estamos en Cristo, podemos enseñar a nuestros niños tener confianza en si mismos y un carácter Cristiano sólido. Efesios 6.4 nos enseña que tenemos que equilibrar la disciplina y la instrucción con nuestro propio ejemplo diario, y esto no es imposible, incluso en el mundo de hoy.

Estudiemos Efesios 6.4 en dos traducciones diferentes:

Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor. (RV)

Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino más bien edúquenlos con la disciplina y la instrucción que quiere el Señor... (DHH)

Hacemos a nuestros niños amargados cuando:

…somos padres autoritarios o abusivos, frustramos al niño por no dar oportunidad para su crecimiento o errores.

…somos padres que hacemos reglas interminables, que luego cambiamos de acuerdo a nuestros cambios de humor.

…somos el padre o la madre que grita, en vez de que se comunica.

…es en la casa donde los niños comienzan a entender que ellos tendrán éxito o fracaso en la vida.

La casa es el lugar donde provocamos a los niños a la ira, donde crecen cínicos y enojados. Este es el medio perfecto para el crecimiento de la bacteria conocida como el odio; llenos de dudas y frustración.

La Palabra dice: “pero criarlos en disciplina cristiana e instrucción”. Esta es nuestra misión. Veamos cinco características de padres QUE IMPRIMEN CARÁCTER DE DIOS a sus hijos…

I. Sean lo bastante comprometidos con Dios para transmitir la Fe a sus hijos. Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, para que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida; antes bien, las enseñarás a tus hijos, y a los hijos de tus hijos. Deuteronomio 4:9

Muchas personas asisten a la iglesia, y eso está bien. Sin embargo, es nuestra la responsabilidad de evangelizar a nuestros hijos, no la del Pastor. Las intenciones de muchos pueden ser buenas, pero en realidad no se puede enseñar a un niño a amar a otros, a amarse a si mismo, el valor de la vida y tener respeto si no ha nacido de nuevo, al aceptar a Jesús como su Salvador personal.

Nuestra fe enseña el valor inestimable del alma humana. La escritura dice guardar [su] alma diligentemente, pensando ocuparse de asuntos de reverencia y adoración ante el Dios santo, enseñarlo a nuestros hijos, y a sus hijos. Usted construye la fundación de carácter en sus niños presentándolos “a la Piedra angular, Jesucristo” (Efesios 2.20, 1 Pedro 2.6)

II. Sean lo Bastante creativos para despertarles curiosidad hacia Dios.

“Mañana cuando te preguntare tu hijo, diciendo: ¿Qué significan los testimonios y estatutos y decretos que Jehová nuestro Dios os mandó? '', Deuteronomio 6:20

Esta es una de las primeras promesas que Dios dio a Israel cuando se hicieron una nación bajo Moisés. Dios les recordaba que debían ser muy creativos en la enseñanza de sus jóvenes sobre Dios.

En el mundo de hoy, la mayor parte de los niños no son enseñados bien, pues crecen en un ambiente de violencia y mentira, siempre tratando de pasar la culpa de sus propios errores o pecados a los demás. Pocos tienen un carácter que glorifica a Dios, por falta de visión de sus padres.

No podemos dar lo que no tenemos. ¿Vives una relación intima con Jesús? ¿Hablas creativamente de Dios con tus hijos? Al niño hay que enseñarle a su propio entendimiento, de manera dinámica y divertida y en un ambiente de confianza.

III. Sean lo Bastante consistentes para mantener la santidad, toda la vida.

Y las enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas cuando te sientes en tu casa, cuando andes por el camino, cuando te acuestes, y cuando te levantes. Deuteronomio 11:19

¡Esta es una descripción muy buena del trabajo de un padre al educar a sus hijos! Debemos enseñar la Palabra, pero también vivirla en todo momento, pues nuestros hijos siempre nos observan.

Algunos creen que soy muy exagerado por no tener televisión regular en la casa, pero me he dado cuenta que ha valido la pena la decisión que mi esposa y yo tomamos, pues nuestros hijos se han mantenido limpios y bien instruidos, leen bastante y no están confundidos con los mensajes de la publicidad ni de las noticias. Mantener la Santidad es un ejercicio diario, hay que pagar el precio.

IV. Tengan el Amor suficiente para confrontar el comportamiento inapropiado. Castiga a tu hijo en tanto que hay esperanza; Mas no se apresure tu alma para destruirlo... Proverbios 19:18

Al educar a nuestros hijos hay que ser consistentes. Enseñar a sus hijos a tener amor propio requiere de disciplina. El escritor de Proverbios sabía que nuestros hijos nos prueban por medio de su llanto. A veces al disciplinar a nuestros hijos, sentimos pena y hasta llanto, pero si nos dejamos llevar por el sentimiento, perderemos el respeto y la disciplina no será beneficiosa. Si el muchacho piensa que él tiene a un debilucho por un padre, andará retando su autoridad.

Piense lo siguiente: Cuando le diga a su hijo: “Niño, deja de hacer esto, o tendré que castigarte.” – Y el niño no lo hace – que es lo que sigue; ¿otra advertencia? Pienso que no, pues perdemos toda seriedad. Hay que cumplir con el castigo, aunque nos duela. Los Padres somos más que los amigos de nuestros hijos, no nos confundamos. Un amigo te acepta como eres, un buen padre te forma en carácter e instrucción santa, agradable a Dios.

V. Sea lo bastante paciente para corregir toda una vida.

Corrige a tu hijo, y te dará descanso, Y dará alegría a tu alma. Sin profecía el pueblo se desenfrena; Mas el que guarda la ley es bienaventurado. Proverbios 29:17-18

Toda familia en Cristo tiene que estar organizada para crecer y tener visión. Debemos ponernos de acuerdo en como disciplinar a nuestros hijos, enseñarles a amarse y a amar a Dios, y tener orden y reglas que nos conduzcan a crecer en el Señor. Esto es lo que construye el carácter. ¿Cual es el fruto de este esfuerzo? Tener una familia sólida en el Señor. Lea el Salmo 1:1-6