Summary: Los problemas llegan a nosotros, pero podemos llevarlos a Cristo para que sean cambiados en bendiciones

Como Cambiar un Problema por una Bendición

Juan 2:1-10

Introduccion. Los problemas llegan en diferentes formas a todos los hogares. Por eso es importante invitar a Jesús a nuestro hogar. ¿Es Jesús el huésped invisible de tu hogar? ¿Estas consiente de la presencia del Señor en cada situación de tu familia? ¿Crees que Cristo se siente a gusto en tu casa? ¿Qué provisiones o preparativos necesitas hacer para que Jesús se sienta cómodo en tu casa?

I. Hay que comenzar por invitar a Jesús a nuestro hogar. V. 2

A. Pídeselo en oración. Ora con tu familia. Invita a los hermanos a tener un servicio en tu casa.

B. Provee el ambiente apropiado para Dios en tu hogar. Evita los pleitos y palabras ofensivas entre ustedes. Pon música cristiana. Lean la Biblia juntos.

C. Saca de tu casa todo lo que pueda ser ofensivo a Dios. Revisa cada cuarto en tu casa y bota todo lo que no sea agradable a Dios. (Bebidas alcohólicas, cigarrillos, revistas pornográficas) Cuídate de lo que miras en la TV. Cuídate de lo que buscas en el Internet.

II. Cuando llegue un problema llévaselo a Cristo. V.3-4

A. No te sorprendas por que vengan los problemas, eso es parte de la vida.

B. No busques a quien culpar, busca a quien tiene la solución.

C. No te desesperes, ni siquiera te preocupes. Llévaselo a Cristo en oración.

D. No te impacientes si no recibes la respuesta que esperabas, sigue confiando.

E. Dios tiene un tiempo para obrar. No es igual al nuestro.

F. Nosotros no podemos apurar a Dios.

III. Dispón en tu corazón obedecer todo lo que Dios te diga. V. 5-7

A. Lee la Biblia y busca dirección de Dios.

B. Dale a Jesús el primado en tu vida.

C. Tu clamor reverente mueve el corazón de Dios a misericordia.

D. Confía en Dios, Él tiene todo poder. Mantén tu fe.

E. Obedece las instrucciones que Dios te dé aunque no tenga sentido.

F. No trates de razonar con Dios.

Cuando Cristo esta invitado en tu vida, aunque parezca que tu tienes que seguir tu vida como antes, la diferencia esta cuando llegan los problemas, porque entonces El toma el control. Y Dios hará un milagro, si tu te sometes a su voluntad en obediencia.

Cuando no tenemos a Cristo los problemas nos llevan al desanimo, o a la desesperación, porque no sabemos que hacer. Pero al llevarle tu problema a Cristo, tu descansas en la seguridad que Dios cambiara tu problema en una bendición,.

¿Quieres invitar a Cristo a tomar el control de tu vida y de tu casa? Hoy puedes hacerlo. Desde hoy puedes comenzar una vida en comunión constante con Dios. ¿Qué preparativos necesitas hacer? ¿Estas dispuesto? Jesús espera tu invitación. “He aquí yo estoy a la puerta y llamo, si alguno oyere mi voz y abriere la puerta, entrare a él y cenare con el y él conmigo” Ap. 3:20