Summary: Este mensaje es una exposicón de Romanos 5 sobre la Gracia de Dios

¿Qué es la Gracia?

Por Mario Loss

¿Qué significa la palabra Gracia? La palabra “gracia” viene de la palabra Griega “Xaris”, de la cual tenemos las palabras:

“carisma”- tener un don:

“carismática”- los que tienen dones, o que son de la gracia:

y charismata – los dones de Dios. Xaris o gracia significa algo bueno recibido sin merecerlo.

Favor inmerecido - No podemos hacer nada para merecer la gracia de Dios. Es un don, un regalo.

La gracia es una obra de Dios. Los hombres no tienen nada que ver con la gracia de Dios. Es su idea, es su voluntad, y es su obra. El no permite que los hombres ni toquen su obra maestra.

Un pasaje bíblica que nos habla mucho de la gracia de Dios se encuentra en Romanos 5. Puesto de pie, vamos a leerlo.

Rom 5:1 Por tanto, habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo,

Rom 5:2 por medio de quien también hemos obtenido entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.

Rom 5:3 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia (perseverancia);

Rom 5:4 y la paciencia (perseverancia), carácter probado; y el carácter probado, esperanza.

Rom 5:5 Y la esperanza no desilusiona, porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por medio del Espíritu Santo que nos fue dado.

Rom 5:6 Porque mientras aún éramos débiles, a su tiempo Cristo murió por los impíos.

Rom 5:7 Porque difícilmente habrá alguien que muera por un justo, aunque tal vez alguno se atreva a morir por el bueno.

Rom 5:8 Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

Rom 5:9 Entonces mucho más, habiendo sido ahora justificados por Su sangre, seremos salvos de la ira de Dios por medio de El.

Rom 5:10 Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de Su Hijo, mucho más, habiendo sido reconciliados, seremos salvos por Su vida.

Rom 5:11 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien ahora hemos recibido la reconciliación.

Rom 5:12 Por tanto, tal como el pecado entró en el mundo por medio de un hombre, y por medio del pecado la muerte, así también la muerte se extendió a todos los hombres, porque todos pecaron.

Rom 5:13 Pues antes de la Ley había pecado en el mundo, pero el pecado no se toma en cuenta cuando no hay ley.

Rom 5:14 Sin embargo, la muerte reinó desde Adán hasta Moisés, aun sobre los que no habían pecado con una transgresión semejante a la de Adán, el cual es figura (símbolo) de Aquél que había de venir.

Rom 5:15 Pero no sucede con la dádiva como con la transgresión. Porque si por la transgresión de uno murieron los muchos, mucho más, la gracia de Dios y el don por la gracia de un Hombre, Jesucristo, abundaron para los muchos.

Rom 5:16 Tampoco sucede con el don como con lo que vino por medio de aquél que pecó; porque ciertamente el juicio surgió a causa de una transgresión, resultando en condenación; pero la dádiva surgió a causa de muchas transgresiones resultando en justificación.

Rom 5:17 Porque si por la transgresión de un hombre, por éste reinó la muerte, mucho más reinarán en vida por medio de un Hombre, Jesucristo, los que reciben la abundancia de la gracia y del don de la justicia.

Rom 5:18 Así pues, tal como por una transgresión resultó la condenación de todos los hombres, así también por un acto de justicia resultó la justificación de vida para todos los hombres.

Rom 5:19 Porque así como por la desobediencia de un hombre los muchos fueron constituidos pecadores, así también por la obediencia de Uno los muchos serán constituidos justos.

Rom 5:20 La Ley se introdujo para que abundara la transgresión, pero donde el pecado abundó, sobreabundó la gracia,

Rom 5:21 para que así como el pecado reinó en la muerte, así también la gracia reine por medio de la justicia para vida eterna, mediante Jesucristo nuestro Señor.

Rom 5:1 Por tanto, habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo,

1. El verbo es en el pasado. “Habiendo sido justificados” ¿Cuándo fuimos justificados? - el día que nacimos de nuevo por fe en Cristo.

2. por la fe - la fe es solo creer lo que dios dijo acerca de su hijo

3. Como resultado de creer en Jesús, hemos recibido la paz con Dios. Ya no estamos en conflicto con Dios., Él ya no nos mira como enemigos, sino como sus amados hijos.

Rom 5:2 por medio de quien también hemos obtenido entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios.

1. Jesús dijo, “yo soy la puerta.” Hemos entrado a la gracia de Dios a través de Cristo que es la puerta a la vida eterna.

2. No estamos en peligro, sino estamos firmes.

3. Estamos esperando gozosamente la gloria que Dios nos va a dar.

(Dan 12:3 "Los entendidos brillarán como el resplandor del firmamento, y los que guiaron a muchos a la justicia, como las estrellas, por toda la eternidad.) Dios va a dar una gloria fabulosa y eterna a sus hijos.

Rom 5:6 Porque mientras aún éramos débiles, a su tiempo Cristo murió por los impíos.

1. Ninguna persona aquí puede decir que ha logrado ganar la salvación. Ningún hombre merece las bendiciones que Dios le va a dar. Todos éramos impíos, criminales, enemigos, malvados, y débiles, incapaces de levantar un solo dedo para nuestra salvación. Cristo no murió por personas sanas y puras sino por los impuros, los enfermos, y los incapaces de salvarse a sí mismo.

Rom 5:8 Pero Dios demuestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.

1. La salvación es una demostración del amor de Dios. ¿Quieres saber que Dios te ama? Solo tienes que mirar al Calvario y lo sabrás. Allí el amado hijo de Dios murió injustamente sufriendo todo tipo de atrocidad a manos de los que vino a salvar.

2. La salvación no es lógica – no hay una razón por la cual podemos esperar que alguien muriera por nosotros. Éramos la chusma, el pueblo espiritual malvado y rebelde por lo cual nadie daba ni dos centavos.

Rom 5:9 Entonces mucho más, habiendo sido ahora justificados por Su sangre, seremos salvos de la ira de Dios por medio de El.

1. Fíjense en los “mucho más” en el texto. “Mucho más” significa que la segunda parte es mucho más segura que la primera. Fuimos justificados delante de Dios y nuestros pecados perdonados, y si eso es así, entonces con mucho mayor razón, también seremos salvos de la ira de Dios.

2. Dios no va a dejar el proceso a medio camino. Si Él hizo la primera parte, Él mismo va a cumplir la segunda parte. La salvación es segura para los que han sido justificados. Dios no va a fallar, sino va a salvar a todos los que han sido puesto en Cristo.

La vieja cachila y la gracia de Dios –

Un día, un hombre rico estaba caminando por el bosque, y encontró tirado allí un carro muy viejo. El carro estaba casi destruido por el oxido. Ratas habían arrancado toda la tela y la paja de los asientos para hacer nidos pero los habían abandonado años atrás. Varios de los vidrios estaban rotos por balas de cazadores que habían pasado por allí y encontraron que el auto era un buen blanco para probar su puntería. La que era una vez pintura, ya era óxido rojo oscuro. El auto no servía ni para llevar al reciclaje.

Pero, el hombre recordaba que una vez su abuelo tenía un auto de modelo igual. Se enamoró de la vieja cachila aunque no valía ni un centésimo. Él decidió sacarlo del bosque y restaurarlo. Empezó a gastar dinero y muchas horas en el proyecto, y después de más de tres años de labor arduo y más de $100,000 en repuestos y materiales, allí delante de él estaba parado el flamante auto, pintado de un color oro brillante, mucho más lindo que cuando salió de la fábrica.

El hombre tomó a sus amigos y dio una pasada por la ciudad. Cuando llegó a casa, se dio cuenta que se había quemada una de las bombitas de la luz trasera. Se enojó con el auto, y mandó llevarlo y tirarlo otra vez en el bosque donde lo había encontrado.

Es una historia ridícula, ¿no? En primer lugar, ¿Quién va a gastar tanta plata en un auto viejo que no vale nada? Y después de invertir una fortuna y muchísimo tiempo en rescatarlo, volver a tirarlo porque se quema una bombita de menos de $3 pesos.

Pero hay muchos cristianos que creen que Dios es así. Primero no comprenden cuanto le ha costado a Jesús y al Padre rescatar al hombre del basurero del pecado. Y luego de ponerle su propia vida dentro, esos cristianos creen que por una pequeña falla, Dios lo va a volver a tirar otra vez en el basurero.

Rom 5:10 Porque si cuando éramos enemigos fuimos reconciliados con Dios por la muerte de Su Hijo, mucho más, habiendo sido reconciliados, seremos salvos por Su vida.

1. Cuando éramos podridos, hediondos, maleantes, e indeseables, Cristo murió por nosotros.

2. Ahora que hemos sido purificados, lavados, y justificados, cuanto más nos va a salvar completamente.

El rescate y la gracia de Dios –

Un día un hombre cayo de un barco y el barco se fue sin darse cuenta. Pasó horas en el agua fría, se estaba acercado a las rocas peligrosas de la costa, y el hombre ya estaba al punto de sumergirse para nunca más respirar cuando vio al horizonte una lancha de lujo que venía en su dirección. Después de acercarse un poco, la lancha vio al hombre y aceleró a toda velocidad, vino peligrosamente cerca a las rocas y tiró un salvavidas hacia el hombre. Luego, un hombre joven, hijo del dueño, se tiró del bote y nadó hasta el hombre casi muerto y le llevó de vuelta a la lancha. Lo subieron al barco. Lo llevaron a la cabina principal, le metieron en la cama del hijo, le envolvieron en frazadas, atendieron a todos sus necesidades, y le dieron una taza de chocolate caliente.

Pero, el naufragado seguía temblando un poco del frío, y sin darse cuenta tiró unas gotas del chocolate en la linda alfombra de la cabina. Cuando el dueño de la lancha se dio cuenta que le había ensuciado su alfombra, agarró al hombre por el cuello, lo arrastró por la cubierta y le tiró otra vez en el agua.

Otra historia ridícula, ¿No? Pero hay muchos creyentes que creen que Dios es así. Después de invertir tanto esfuerzo y tomar tantos riesgos para salvarnos, nos tira otra vez en el mundo podrido porque seguimos con los temblores de la vida anterior y ensuciamos el nombre de Dios. Creen eso porque no entienden la gracia y la misericordia de Dios.

Rom 5:11 Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo, por quien ahora hemos recibido la reconciliación.

Salvos por gracia Efesios 2

4Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), 6y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, 7para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. 8Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9no por obras, para que nadie se gloríe.

Si Dios invirtió todo su corazón en nuestro rescate (Juan 3:16), ¿Cómo no va a aguantar nuestras travesuras e imperfecciones hasta que seamos hecho perfectos?

La gracia no significa darnos lo que merecemos sino darnos lo que necesitamos.

Se cuenta que el famoso Harry Houdini, el especialista en escapar de todo tipo de cadena y candado, siempre desafiaba a la gente meterle en cualquier cárcel en el país, y él dijo que iba a liberarse rápidamente. Siempre pasaba lo mismo, pero una vez, algo le complicó. Houdini entró en la cárcel en su ropa de calle, y el portón pesado de la celda cerró. El sacó una banda de metal de su cinturón, y se puso a trabajar. Había algo complicado con esta cerradura. Después de 30 minutos, todavía no había logrado nada. Pasó una hora, y todavía no había logrado abrir la cerradura. A esa altura estaba bañado en sudor y respirando profundamente. Por fin, después de dos horas, se dio por vencido y cayó contra el portón. Pero vaya sorpresa, al caer contra la puerta, se le abrió. Nunca la habían echado llave. Sin embargo, él creía que estaba asegurado y por esto no intentó abrirlo, y quedó preso solo de sus propias creencias equivocadas.

Muchos de nosotros creemos que tenemos que liberarnos de las garras del pecado, pero Cristo ya lo ha logrado por su muerte en la cruz y su resurrección victoriosa sobre la muerte y la tumba.

El perro indigno - Escuché de un hombre que tenía un perro que siempre estaba atento para comer cualquier miga que caía de la mesa de su maestro. Pero un día, el hombre tomó un plato de roastbif y lo puso delante del perro en el piso diciendo, “Buster, esto es para vos.” El perro se acercó, la oleó, miró a su maestro y se metió en un rincón de la casa.

Se consideraba digno de comer las migagas de la mesa, pero demasiado indigno de comer la carne pura.

Hay muchos creyentes así. Estamos contentos con las migagas, pero no nos creemos dignos de comer todo lo que Dios nos quiere dar. La palabra dice que debemos acercarnos con confianza al trono de la gracia, y vamos a encontrar todo lo que necesitamos. Hay consuelo abundante para tu tristeza, para tu hambre, y para tus preocupaciones. El Señor te dará ayuda y la fuerza que necesitas para seguir adelante cada día con gozo y esperanza.

Tal vez, el himno Cristiano más famoso de todos es la de “Sublime Gracia” por John Newton –

Sublime gracia del Señor

Que a un infelíz salvó

Fui ciego más hoy miro yo

Perdido y él me halló.

Su gracia me ense~nó a temer

Mis dudas ahuyentó

Oh cuán precioso fue mi ser

Al dar mi corazón.

En los peligros o aflición

Que yo he tenido aquí

Su gracia siempre me libró

Y me guiará felíz.

Y cuando en Sion por siglos mil

Brillando esté cual sol

Yo cantaré por siempre allí

Su amor que me salvó.

Dios es el autor de la gracia, y es su deseo extender esa gracia a cualquier persona que la acepta y confía en Él. Regocíjate en Él y no te desmayas. Pon tu confianza en la obra de Cristo y su gran amor demostrado para ti.

Oramos