Summary: 2 Crónicas 19 Las Malas Asociaciones

Malas Asociaciones

2 Crónicas 19:2

Y le salió al encuentro el vidente Jehú hijo de Hanani, y dijo al rey Josafat: ¿Al impío das ayuda, y amas a los que aborrecen a Jehová? Pues ha salido de la presencia de Jehová ira contra ti por esto.

En este pasaje podemos conocer un rey se llama Josafat rey de Judá. Era el hijo de Asa y por todos los propósitos prácticos era un buen rey. Varias veces la palabra de Dios menciona su fervor y deseo para buscar a Jehová en todo de lo que hizo. 2 Crónicas17:3-4 Y Jehová estuvo con Josafat, porque anduvo en los primeros caminos de David su padre, y no buscó a los baales, sino que buscó al Dios de su padre, y anduvo en sus mandamientos, y no según las obras de Israel.

El reinado de Josafat fue caracterizado por sus esfuerzos para volver la nación Israela caminar en los caminos de Dios. Él puso en su corazón a purificar el culto nacional. Los sodomitas fueron negados una presencia en la tierra bajo su reino. 1 Reyes 22:46 Barrió también de la tierra el resto de los sodomitas que había quedado en el tiempo de su padre Asa. La Biblia habla de su celo en quitando los lugares altos y quitando las imagines de Asera, eliminando la falsa religión de los baalitas. No solo fue su celo manifestado por Dios en la eliminación de todo las cosas abominables a Jehová, pero también en su fervor a conducir la gente hacia a Dios. 2 Crónicas 19:4 Habitó, pues, Josafat en Jerusalén; pero daba vuelta y salía al pueblo, desde Beerseba hasta el monte de Efraín, y los conducía a Jehová el Dios de sus padres.

La Biblia dice que Jehová, por tanto, confirmó el reino en su mano.

Entonces al contemplar un hombre que por el mayor parte de su vida vivía tratando de agradar su Dios y complacer su Dios por sus acciones y manera de vivir, es curioso para mi verlo hacer una alianza con un rey malvado y pagano se llama Acab.

Nuestro texto es la conclusión de un profeta se llama Jehú que propuso la pregunta, ¿Al impío das ayuda, y amas a los que aborrecen a Jehová?

Hay muchos cristianos que tratan de vivir bien, portarse bien pero caigan bajo las malas influencias de los no creyentes. ¿A dónde queda la línea de separación? ¿A dónde debo trazar la línea con mis parientes, en mis relaciones, en mis amistades, en mis negocios? ¿Hasta qué momento estoy cruzando una línea y estoy comprometiendo mi testimonio, arriesgando mi vida con Dios, haciendo una burla de mi Salvador?

Eso es lo que está pasando en nuestro pasaje. Josafat dice la Biblia contrajo parentesco con Acab. En otras palabras hizo una alianza con el rey Acab. Este rey que había cerrado las puertas del templo, que había erradicado la adoración a Jehová en Israel, este rey que fue casada Jezabel cuya nombre hoy implica maldad. No mucho tiempo después que Josafat hizo esta alianza el rey Acab le llamó para ayudarle en una campaña de guerra contra Ramot Galaad.

Josafat quiso consultar a Jehová y dijo a Acab, te ruego que consultes hoy la palabra de Jehová. Acab llamó por sus profetas falsos, 400 en número, y dijo, ¿Iremos a la guerra? Pues, por supuesto, sus profetas dijeron, Si, si, váyase y conquista.

Sin embargo, Josafat quiso consultar con un profeta de Jehová y pidió, ¿Hay aun aquí un profeta de Jehová? Acab respondió, si hay, pero es un malo, porque nunca habla bien por mi caso. Siempre habla en contra de mí.

No obstante, Acab llamó por el profeta se llama Micaías…

(Sigue la historia)

Lo que quiero hacer es compartir unos pensamientos con ustedes sobre nuestras asociaciones, nuestras relaciones con otros, sean familia, amigos, compañeros o simplemente conocidos.

Pues nuestro texto hoy empieza con una pregunta, ¿Al impío das ayuda, y amas a los que aborrecen a Jehová? Y la respuesta es obvia, entonces vamos a empezar con las advertencias en las escrituras de desasociarnos de los impíos o los que no caminan con Dios.

1. La palabra de Dios nos amonesta de no hacer ligas con incrédulos –

La palabra de Dios no guarda su silencio sobre este asunto. Hay varias advertencias de aligarse con los que no tienen Dios en sus vidas.

Muchos hermanos hallaron a ellos mismos en un lugar difícil cuando este principio está aplicado a sus parientes y amados y con razón. Una cosa difícil es de mirar en su familia, y ponerlas en una categoría de impíos. Nuestros conceptos de los malvados usualmente están reservados por los muy malos, los asesinos, los personajes de la historia como Hitler o Mussolini, pero ni podemos considerar que nuestros amados caigan en la misma clasificación. Y por esa razón es un conflicto del corazón de aceptar o considerar aun la idea que mi hermanito o mi tío es una persona que no debo dejar participar en mi vida.

Pero primero escuches a lo que dice la palabra de Dios. Santiago 4:4 ¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios. ¡Palabras duras! Este versículo demuestra la actitud de Dios hacia el incrédulo, él es enemigo de Dios. ¿Por qué debo mantener una distancia entre yo y mi familia incrédulo? Porque el poder de influencia es grande.

Nadie quiere que otros piensen mal en ellos. No es mi deseo que otros me tienen por un antisocial, insensato. Naturalmente queremos la acepción de otros, la aprobación de otros. Es un componente de la vida, ser sociable. Pero el peligro queda que vamos a comprometer a nuestras creencias y convicciones.

Permítame darles un ejemplo.

Soy un pastor de una iglesia que predica la Biblia, cree lo que dice la Biblia y acepta las escrituras ser mi autoridad final en toda practica y doctrina.

(mi vecino de falso profeta)

Vamos por un decir que llega un nuevo vecino que es pastor de una iglesia cuya doctrina no es sana, no es Bíblica, y aun es falsa llevando gente a la perdición.

Si este hombre necesitaría ayuda en algo, lo daría yo sin hesitar. Si tuviera necesidad de prestar una herramienta, lo prestaría, si tuviera necesidad de un préstamo, lo haría hasta que era en el poder de mi mano hacer, si tuviera necesidad ir al hospital, lo llevaría. Pero si me invitaría a pasar a su casa para un cafecito, tendría yo decirle, Gracias pero no.

¿Por qué? Porque el proceso de su influencia iniciaría allí.

Primero, voy a caer bien con él, porque es amable, benigno, sincero y normal en muchos respectos. Lo que pasa cuando caigo bien con el incrédulo, empiezo a verlo humanamente y no bajo la luz de las escrituras y sus amonestaciones.

Por caer bien con él voy a empezar a tolerarlo un poquito. Sus enseñanzas falsas y sus prácticas mundanas serian evitados, no mencionados, ignorados y por todo pasados por alto.

El problema con tolerancia es se conduce a la aceptación. Una vez tolerados, ya ahora son aceptados como si fueran algo de nada de consecuencia.

Cuando viene mi hermano y me ve conviviendo con mi vecino el pastor falso, me pregunta, ¿Oye, Mitchell, que haces? ¿No sabes lo que este hombre predica y enseña en contra del evangelio, el Señor y Dios? Respondiera, Ay, hermano, es un hombre sincero y muy amable, tiene un buen corazón, te exageres, dejas tu drama, es un buen hombre.

Ahora no solo tolero su incredulidad, no solo acepto su incredulidad pero ahora me hallo a mí mismo defendiendo su incredulidad. Eso el proceso. Por esa razón Dios nos advierte de hacer yugos desiguales.

1 Corintios 15:33 No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres. Eso es lo que pasa cuando ignoramos los principios de la separación Bíblica.

¿Crees tú que la agenda homosexual ha cementado su lugar en nuestro país? ¿Cómo pasó eso? Porque hace 30 años la comunidad homosexual solamente estaba predicando tolerancia, solo toléranos. No nos juzgues. No nos condenes. Tolerancia. Ahora, hay iglesias que reclaman ser cristiano que está defendiendo los derechos del homosexual a casarse entre ellos mismos, promueven su agenda de tener derechos de relacionarse con niños, adoptar hijos.

Tolerancia. Aceptación. Defender. Y termina con practicando sus prácticas.

Proverbios 1:10, Hijo mío, si los pecadores te quisieren engañar, No consientas.

Vs. 15, Hijo mío, no andes en camino con ellos. Aparta tu pie de sus veredas.

Primero, no debemos ayudar los impíos, no debemos amar a los que aborrecen a Jehová porque las escrituras nos amonestan de no hacerlo.

2. Ayudar a los impíos siempre tiene consecuencias imprevistas.

Josafat hizo una alianza con el malvado rey Acab, y luego Acab pidió el apoyo militar de Josafat. 2 Crónicas 18:2, y le persuadió que fuese con él contra Ramot de Galaad. Lo que pasó es Josafat quiso consultar a Jehová y Acab llamó por sus falsos profetas, 400 de ellos, pero Josafat buscó por un profeta de su Dios y Acab aunque no lo quería, consintió a llamar al profeta Micaías. Vino el profeto y fue amonestado de profetizar buenas palabras que concuerdan con los 400 profetas de Baal, pero en fin no pudo y dijo según la palabra de Jehová, el rey Acab iba a morir en el campo al mismo día. (Vs. 4-26)

El rey Josafat hizo una alianza con el rey Acab por que fue expediente, pensando que con sus esfuerzas serian doblados y Judá podía descansar en paz.

Eso es lo que muchos cristianos hacen.

Pobre Josafat, solo buscaba lo bueno para su gente, pero hizo un trato con el diablo para hacerlo. Josafat no era un malvado, no buscaba oportunidades para engañar, al contrario era unos de los mejores reyes en la historia de Judá.

A pesar de su sinceridad en buscando el favor de Dios, Josafat tomó unas pobres decisiones.

(Cuenta la historia de su liga con Acab…)

Josafat no previó que su alianza con Acab lo pondría en peligro de perder su vida.

A veces nosotros como hijos de Dios entramos en cursos de acciones y no consideramos el fin del asunto, las posibilidades que pueden ocurrir.

Deuteronomio 32:39, ¡Ojalá fueran sabios, que comprendieran esto, Y se dieran cuenta del fin que les espera!

Josafat en su liga con el rey Acab era un necio y casi le costó su vida. El profeta Jehú vino y se lo amonestó, la Biblia dice en Proverbios 19:20, Escucha el consejo, y recibe la corrección, Para que seas sabio en tu vejez.

La niña que termina su noviazgo embarazada. El joven que juega con los drogas y ahora se encuentra en las calles robando para sostener su hábito. El hombre borracho que no tuvo templanza y dijo, Un solo trago no me hará daño. Los padres que permitan sus hijos a hacer lo pega las ganas y están descarriados y lejos de las bendiciones de Dios. Nadie despertó en la mañana con la meta de ser drogadicto, borracho, prostituta, preso en el cárcel. Simplemente no consideran el fin de sus decisiones y hasta donde lo llevaría.

1. La Biblia nos amonesta de no hacer yugos desiguales.

2. La Biblia dice que ayudando los impíos tienen consecuencias imprevistas.

Y ahora,

3. Aliándose con los incrédulos puede traer el desagrado de Dios.

Josafat hizo una alianza con un rey pagano, reprobado y malvado, y casi perdió su vida por eso. Lamentablemente no aprendió su lección de vida. Un tiempo después Josafat hizo otra alianza con el rey Ocozías. Queriendo aumentar sus riquezas y entraron a un trato de negocios con el rey Ocozías para construir naves, pero Dios frustró los planes de Josafat.

Cuando tratamos los caminos de Dios ligeramente, no tomándolos seriamente, vamos a experimentar el desagrado de Dios. Podemos hallarnos a nosotros mismos perdiendo el favor de Dios durante estos tiempos de rebeldía.

Salmos 97:10, Los que amáis a Jehová, aborreced el mal; Él guarda las almas de sus santos; De mano de los impíos los libra.

Puede ser que has desviado de Sus caminos, que has apartado de Sus preceptos e ignorado los consejos de Dios.

Cuando este pasa, normalmente los hijos de Dios experimentan disciplina, castigo, azotes, pero son tal para cual o lo que la Biblia dice, cosecharás a lo que siembras.

Josafat sobre todo era un buen rey, quería el favor de Dios y quería hacer lo que agradara a Dios. Pero como tú y yo, en algunos tiempos, hizo lo que a él bien parecía. Sufría las consecuencias por sus acciones y tú y yo también no vamos a ser exentados de los sufrimientos por nuestra necedad.

1 Pedro 3:10-11, Porque: El que quiere amar la vida Y ver días buenos, Refrene su lengua de mal, Y sus labios no hablen engaño; Apártese del mal, y haga el bien; Busque la paz, y sígala.

Las buenas noticias es no importa cuán lejos hemos ido, Dios es misericordioso y pronto para perdón.

Vuelves a nuestro texto 2 Crónicas 19:3, (sin embargo)