Summary: Los escribas erróneamente atribuyeron a Jesús el poder de enfrentarse con la magia de Satanás. Lo acusaban de brujería.

Los escribas erróneamente atribuyeron a Jesús el poder de enfrentarse con la magia de Satanás. Lo acusaban de brujería.

En su época era comunmente aceptado que los demonios más débiles podían expulsarse mediante exorcismos por demonios más poderosos. Jesús hace notar que tal creencia es contradictoria porque el poder de Satanás no es divisible.

Los escribas se preguntaban cuál poder tenía Jesús para sanar a los enfermos y atribuían ese poder a que El no hacía esos portentos en el nombre de Dios sino en el de Belzebú.

Es aquí cuando Jesús comienza a establecer este principio del hombre fuerte, diciendo que primero era necesario atar al hombre fuerte, para que entonces hubieran manifestaciones sobrenaturales.

“El hombre fuerte” es Satanás y Jesús es quien lo amarra.

1). En lo referente a estar dominado por malas influencias —piensen únicamente en los problemas específicos de la cultura actual derivada de la red electrónica. El término latino “addictus” significa “aquel que se siente vencido o convertido en siervo de su acreedor.”

Por supuesto que con prudencia y reserva no podemos estar listos a creer que todos aquellos aparentemente sumidos en pecado grave están poseídos o atormentados por demonios; sin embargo, sabemos que el enemigo tiene metida su mano donde hay pecado. Santa Angela Merici dijo una vez, “…consideren que el demonio no duerme sino que busca nuestra ruina de mil maneras.”

e.g. Un estudio reciente de la Universidad del Estado de Georgia explica que ofensores habituales de la calle explotan los dogmas religiosos que ofrecen perdón y neutralizan el temor de ofender a Dios y es así como pueden continuar una vida de actividades ilegales. Ellos asumen una actitud que básicamente se resume así, “Nosotros vivimos ya en un infierno, pero mientras pidamos perdón, Jesús tiene que dárnoslo.” Aquí no hay contrición, conversión o metanoia.

Al hablar de falsas actitudes, la forma más común en que Satanás hace su primera entrada es en la mente, haciendo sugerencias. Proverbios 4:23 dice; “Por encima de todo cuidado, guarda tu corazón, porque de el brotan las fuentes de la vida.” Los pensamientos tienen el poder de guiar a la tentación o de mantener a la persona cautiva en la desesperación.

En cuanto el asunto de atar al Hombre Fuerte—Alguien preguntó una vez a un General Inglés famoso por sus victorias, “General, ¿cuál es el lado que es victorioso en cualquier batalla?” Y el respondió, “Es el lado que avanza.”

e.g. La vida de Dawn Weiss se estaba desmoronando; era ella una alcóholica en recuperación que se había ido a vivir a Tennessee. Dawn consiguió un trabajo como mesera y se inscribió en una escuela. Una noche, sintió que estaba lista para darse por vencida. Se dirigió a Dios en oración, pero esto no la ayudó a sentirse nada mejor. Decidió entonces que después del trabajo saldría para beber. Cuando ella salió del trabajo notó que cada no de los presentes en el restaurante llevaba un botón en el que se leía: “Soy amigo de Bill W.”

Bill W. es el fundador de Alcohólicos Anónimos, y el lema mencionado ayuda a los miembros de AA a discretamente reconocerse el uno al otro. Para sorpresa de Dawn tenía lugar en el pueblo ese fin de semana una enorme convención de Alcohólicos Anónimos y todos los que estaban en su restaurante esa noche eran participantes de la misma.

Al revelar Dawn su propia batalla con la adicción, un grupo de los allí presentes se ofrecieron a pasar toda la noche con ella y protegerla de su deseo de beber. Dawn había pedido a Dios que la ayudara y El le envió una convención entera de gente que comprendió su problema.

Todo comenzó cuando Dawn en oración pidió la ayuda divina, la que llegó a ella a pesar de que no percibirse como un sentimiento de calor y dulzura como tal vez podría esperarse.

Cuando se ata al hombre fuerte, tenemos acceso a todo. En tu tiempo de oración, si oras por sanidad sobre tu cuerpo, cuando tú atas al hombre fuerte, tú tienes acceso a la sanidad de Dios.

¿Existe acaso en tu vida alguna área, idea o pensamiento que sientes que te mantiene atado espiritualmente y reconoces que no es algo bueno? Debes entonces implorar la ayuda divina para liberarte y vivir plenamente tu vida.