Summary: Disfruta en asombro de la grandeza de Dios y sé humillado delante de El. Gustad de Su bondad y gloríate en Su grandeza.

LA GRANDEZA DE DIOS REVELADA

(Una Introducción)

Proposición: El Estudio de Dios nos impulsa a admirar la Grandeza y Gloria de Su Persona.

Versículo Clave: Romanos 11:33

El propósito de la Palabra de Dios es impulsarnos a admirar la grandeza y la gloria de Dios. En esta serie miraremos a las doctrinas principales de la Biblia y cada doctrina nos llevará a ver cuan pequeño son nuestras mentes y cuan grande es nuestro Dios. Podrías pensar que el estudio de Dios, la teología, no es útil para tí pero estarías muy equivocado. Las doctrinas más profundas de Dios afectarán tu vida diaria. Si esta no es nuestra experiencia es porque no creemos la doctrinas de la Biblia o lo llevas a cabo con un espíritu orgulloso que lo convierte en un juego. El estudio de Dios no es para inflar nuestras cabezas sino para humillar nuestros corazones y dejarnos vacíos delante de El, preparados para ver cuan pequeños somos y cuan grande es El.

Para empezar veamos nuestro texto, que formula este pensamiento mejor que cualquier hombre, porque fue escrito por el dedo de Dios:

Romanos 11:33-36

El contexto de estos versículos trata de nuestra salvación. Pablo esta llegando al final de un pasaje donde Dios está revelando que ha deshechado a la nación de Israel para que pueda tener misericordia de todos. Pablo es humillado ante la grandeza y gloria de Dios y hace esta maravillosa declaración sobre la Persona de Dios. De acuerdo con el propósito de este estudio voy a mostrar como esta declaración se aplica a todas las doctrinas de la Biblia. Veremos como el Dios que es inescrutable en la salvación también está por encima de nuestro pensamiento en toda doctrina bíblica.

Oh profundidad!

Primeramente leemos las palabras asombrasas de Pablo: ¡Oh profundidad! Hay una profundidad en Dios que ningún hombre puede sondear. Cuando Job pensó en él, dijo que Dios (FILL IN JOB) La mayoría de los hombres en la tierra nunca contemplan a Dios. Incluso entre los creyentes, pocos son los que contemplan seriamente en la grandeza de Dios. Es contra nuestra orgullosa naturaleza adánica el maravillarnos de Dios, asi que terminamos reduciendo la majestad de la Persona de Dios en nuestras mentes. Le tomamos a la ligera y acabamos con vidas superficiales.

Normalmente hay tres reacciones del hombre cuando se acerca a Dios.

1. Rechazará a Dios y determinará que las cosas que no puede comprender son contradicciones. Un incrédulo puede entender la lógica de la Biblia pero hay límites en las capacidades de la lógica humana. Puede entender que Jesús de Nazaret fue crucificado por lo romanos y fue sepultado. Puede comprender que resucitó de los muertos y predicó en la tierra durante 40 días antes de su ascensión. El incrédulo puede entender el razonamiento de la verdad. Lo que no puede hacer es amar a la verdad, lo cual es creerla. Amar a Dios es creer a Dios. Los incrédulos no pueden amar a Dios y Su verdad. Esto sólo puede ocurrir por la regeneración del alma por el Espíritu Santo de Dios. Asi que, el hombre caído, capacitado para ver la verdad, no puede amarla, y por lo tanto, lo rechaza al momento de empezar a comprenderlo. Ya que no ama la verdad, cuando llega a los límites de su razón, determina que la verdad es contradictoria. Tomemos, por ejemplo, la resurrección. Puede comprender que el cuerpo de Jesús volvió a la vida. Claro, ¡esto desafía la lógica humana! ¿Cuándo fue la última vez que viste a alguien resucitar de la muerte? Entonces, al no amar la verdad, el incrédulo rechaza a Dios y ve las cosas que no puede entender como contradicciones.

2. La segunda reacción es que aceptará a Dios pero lo reducirá para encajarle en los límites de su lógica humana. Hay muchos incrédulos que llenan las iglesias hoy en día. Para vanagloria presentan una aceptación externa de Dios. Dicen que son seguidores de Dios pero no son seguidores del Dios omnipotente de la Biblia. Han creado un nuevo dios, un dios pequeño que ellos pueden controlar. Llegan a los milagros de la Biblia y dicen que todos pueden ser explicados por la ciencia natural. Llegan a la Persona de Cristo y dicen que era un buen hombre, y digno de ser emulado, pero de ninguna forma era Dios. ¿Puedes ver lo que están haciendo? Están recreando lo que la Biblia quiere decir y cambian su significado. Encojen al gran Dios de la Biblia, quitan el temor de Jehová. Dicen que no hay infierno y que todos irán al cielo. Hermanos míos, pueden decir lo que quieren acerca de su dios porque le han creado y lo controlan. Le hacen pequeño para que puedan meterle en su lógica humana. Entonces, podemos ver que esta aceptación de Dios es en realidad un rechazo del Dios verdadero y viviente y la creación de un dios pequeño que ellos pueden dominar. Aunque esta práctica es propia de los incrédulos creo que los hijos de Dios también lo hacen en cierta medida. No cedemos automaticamente a Su todopoderosa autoridad. Nos resistimos al señorio de Dios porque queremos ser el capitán de nuestra vida.

3. La tercera reacción es de aceptar el Dios de la Biblia en toda Su grandeza y caer ante El en asombro.

Esta es la emoción y actitud de Pablo cuando exclama: Oh, profundidad de Dios! Dice que hay un infinidad en Dios que no puede comprender con los límites de su lógica humana, pero ama a Dios y sabe que El es verdad. Se queda atónito ante El. Con la naturaleza vieja, (el viejo Mateo!), es imposible ceder a Dios la grandeza y la gloria que merece Su Nombre. La vieja naturaleza es demasiada orgullosa como para asombrarse delante de Dios. ¡Exije entenderlo todo con su mente enanito! Piensa que nadie puede ser más grande que El. Cualquier cosa que no puede entender no debe ser la verdad. Miremos a unos versículos.

1 Corintios 2:14

Mateo 13:14

El hombre perdido puede oir, pero no entender. Puede ver, pero no discernir. ¿Pero qué dice el apóstol Juan en otro pasaje?

1 Juan 2:27

Asi que, puedes ver que sólo por la regeneración por el Espíritu Santo podemos ceder nuestro orgullo a los clavos de la cruz y caer humillados y atónitos delante de Dios.

PROPÓSITO DE LA SERIE: Habiendo dicho esto quiero reiterar mis intenciones para esta serie del estudio de Dios y las doctrinas de la Biblia. Es mi propósito sondear las profunidades de la grandeza de Dios y caer en humildad y asombro delante de Su autoridad. Mi propósito procede directamente de la Gran Comisión donde Cristo dijo:

Mateo 28:19,20

Tenemos un mandamiento del cielo de enseñaros todas las cosas acerca de Cristo. Es mi intención cumplir con esto. Déjame aclarar que el mero conocimiento no es mi objetivo. 1 Corintios 8:1. No es solamente el conocimiento de la verdad de Dios que estoy buscando. Es el amor a la verdad de Dios que necesitamos.

Ni la teología buena ni la teología mala nos da el conocimiento de Dios que cambia el corazón de una persona. Salmo 34:8. Hay un conocimiento que sólo se consigue por gustar. Cinco segundos con miel en la lengua te enseñará más acerca de la dulzura que diez horas de clase sobre el sabor de la miel. Hasta que no gustes de la dulzura de Dios toda la teología del mundo no cambiará tu alma.

Conclusión: Para terminar, no te ofendas por la Palabra de Dios si no alcanzas a entenderlo del todo. Sino, disfruta en asombro de la grandeza de Dios y sé humillado delante de El. Gustad de Su bondad y gloríate en Su grandeza.