Summary: La sabiduría del mundo versus la sabiduría de Dios

Sabiduría falsa y verdadera - I

Texto: Santiago 3:13

Lectura Bíblica: Proverbios 1:1-10

Por Carlos C. Camarena

I. Introducción

A. Quiero darles la bienvenida al estudio de una nueva sección en Santiago 3. Entre el estudio de la semana pasada sobre el mal uso de la lengua (3:1-12) y el estudio de esta y la próxima semana, sobre la falsa y verdadera sabiduría (3:13-18), parece haber un cambio repentino.

1. Un análisis cuidadoso de ambos contextos, sin embargo, nos indica que las dos secciones permanecen conectadas.

a) En primer lugar, las dos clases de sabiduría que Santiago aborda en el 3:13-18, ambas compiten sobre el uso de la lengua. El mal uso de la lengua (3:1-12), es señal de falsa sabiduría, o lo que el mundo llama “sabiduría” (3:14-16); mientras que el buen uso de la misma (3:17-18) es señal de la sabiduría verdadera, la sabiduría que viene de lo alto.

b) En segundo lugar, ambas secciones (3:1-12 y 3:13-16) se encuentran en el marco de contenciones, disputas y disensiones en la comunidad a la cual Santiago escribe.

1) Santiago 3:1-12 nos mostró que la lengua es la raíz de todos los males.

2) Santiago 3:13-16 muestra que la falta de paz y armonía en la comunidad llamada iglesia se debe al hecho que la falsa sabiduría reina suprema y que nadie hace nada para detenerla como lo dice Santiago en el 3:8, “pero ningún hombre puede domar la lengua...”

2. Por otro lado, Santiago quiere mostrarnos que, cuando la verdadera sabiduría reina en la comunidad llamada iglesia, siempre se encontrará la paz y la armonía.

3. Para demostrar este hecho de forma contundente, Santiago hace tres cosas:

a) Primero: Identifica a la persona sabia como aquella que actúa correctamente. No como la persona que dice hacer lo correcto, sino que lo hace, 3:13, “¿Quién es sabio y entendido entre vosotros? Muestre por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre.”

b) Segundo: Describe la naturaleza, las marcas y los resultados de la falsa sabiduría. La lista que da es una “sabiduría” del mundo, no espiritual, es mas, se origina con el mismo diablo. Sant 3:14-16 en la versión La Biblia al Día dice, “No se te ocurra nunca pensar que eres sabio ni bueno si en el fondo eres envidioso y egoísta, porque no hay peor mentira que ésa. La envidia y el egoísmo no se originan en Dios, al contrario, son terrenales, carnales y diabólicos. Donde hay envidia y egoísmo hay desorden y todo tipo de maldad.”

c) Tercero: Delinea siete características de la verdadera sabiduría. Estas virtudes caracterizan la verdadera piedad, el verdadero cristianismo, pero sobre todo, son de origen celestial, 3:17-18, “El que tiene sabiduría de Dios es en primer lugar (1) puro, después (2) pacífico, (3) amable, (4) benigno, (5) lleno de misericordia y de buenos frutos, (6) sin incertidumbre (7) ni hipocresía. 18 [pero sobre todo] el fruto de justicia se siembra en paz para aquellos que hacen la paz.”

II. ¿Quién es la persona sabia?

A. Al analizar Santiago 3:13-18 de forma mas concreta, notamos primeramente que Santiago nos plantea las diferencias básicas que existen entre la falsa y verdadera sabiduría, o entre el falso o verdadero “sabio.”

1. Antes de presentarnos tales diferencias de forma explícita y sistemática, Santiago nos hace una introducción donde desea identificar al “sabio,” y pregunta en el 3:13, “¿Quién es sabio y entendido entre vosotros?...”

2. Es apenas una pregunta que no identifica al tal “sabio.” Pero todo texto tiene su contexto. La frase clave para una interpretación correcta de las Escrituras es: el contexto determina el texto; porque un texto sin contexto es apenas un pretexto.

3. El contexto considera lo que se dijo antes y después del texto en estudio. Santiago 3:1 nos da la clave para determinar a ese tal “sabio.” Allí encontramos la referencia a ciertos “maestros.”

4. En el judaísmo de los días de Jesús y Santiago, el maestro, el escriba, el rabino, era identificado como la persona “sabia.” A él acudían todos para recibir instrucción, orientación y para tomar decisiones.

5. Pedir ayuda a alguien en tiempos de Jesús era señal de debilidad de carácter, falta de hombría. En el mundo romano para ser varonil la persona no se humillaba, la dignidad de un individuo se determinaba por su autoridad, cómo daba las órdenes.

6. En el encuentro de Jesús con el centurión romano, por ejemplo, éste aceptó a Jesús como un superior y le dijo, “... mas solamente di la palabra y mi criado quedará sano. Porque yo también soy hombre de autoridad, con soldados a mis órdenes; y digo a éste: ‘Ve’, y va; y al otro: ‘Ven’, y viene; y a mi siervo: ‘Haz esto’, y lo hace” (Mateo 8:8b-9).

7. Ya que la iglesia cristiana nació en el sistema romano, el sistema penetró a la iglesia. El clero se tornó autoritario. Y aun hoy en pueblos latino-americanos la palabra del párroco local es la autoridad máxima.

8. El sabio, el maestro en tiempos de Santiago era considerado la persona con mas conocimiento y sabiduría práctica, el experto, quien tenía entendimiento. Pero aunque Santiago puede estar haciendo referencia directa a este grupo de “maestros” en su comunidad, creo que lo que quiere enseñarnos tiene aspectos mucho mas abarcantes. El mensaje llega a todos sus lectores y oyentes hasta nuestros días.

B. “¿Dices ser sabio?,” pregunta Santiago. Bueno, a diferencia de los “sabios” o maestros de los tiempos de Jesús, para Santiago, quien tiene sabiduría no es quien lo entiende todo, ni quien tiene conocimientos, sino ¿quién?, 3:13b, quien “muestra por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre.”

1. Esta exhortación nos recuerda del desafío de Santiago en su discusión con su oponente imaginario en el 2:18, “Pero alguno dirá: Tú tienes fe, y yo tengo obras. Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.”

2. Pero en esencia, Santiago nos dice aquí, “si eres sabio, demuestra tu sabiduría por la manera como actúas, como vives tu vida. No vengas a mi con tu verborrea, con orgullo de tus conocimientos, ven y muéstrame cuán práctica es tu vida.”

3. En ese mismo contexto Jesús dijo, “Pero la sabiduría se justifica por sus hechos” (Mateo 11:19c; compare con Mateo 11:29). Lo que Jesús y Santiago están enfatizando es que la religión y la sabiduría verdadera no son asuntos mentales; no son creencias secas guardadas en los recónditos de la mente.

4. El enfoque y énfasis no puede ser puesto solamente en lo que uno reclama creer o piensa ser la verdadera doctrina o sistema de creencias. El conocimiento se convierte en sabiduría solo después que se ha puesto en práctica.

5. Mas importante para Jesús y Santiago es lo que uno hace lo que define la sabiduría. Hay dos palabras que definen a un verdadero creyente:

a) Ortodoxia, la creencia (mental) correcta. El cuerpo de doctrinas que componen su sistema de creencias.

b) Ortopraxis, la práctica, el vivir correctamente, el vivir en armonía con el sistema de valores.

6. Aunque tener o creer en la doctrina correcta es importante, más importante para Jesús y Santiago es lo que hacemos con aquello que creemos.

7. Porque si el estilo de vida no se encaja con la creencia, la creencia es descartada. ¡Cuántas personas hay que descartan nuestra religión porque causa de algunos “creyentes” que no viven conforme a lo que creen!

8. Aunque doctrina ortodoxa (creencia correcta) es importante, no encontramos en toda las Escrituras referencias a que nuestra dignidad al cielo se basará solo en lo que creemos, sino en lo que practicamos.

9. No encontramos ninguna pregunta teológica hecha a aquella persona que lo califique como idóneo para el cielo. La única designación es de haber seguido al Cordero para dondequiera que iba.

10. Recordemos el contexto general en la que Santiago plantea la pregunta, “¿quién es sabio entre vosotros?” y la respuesta que da, quien “muestra por la buena conducta sus obras en sabia mansedumbre.”

11. El contexto es de no hacer acepción de personas, el rico por el pobre. El contexto es el de auxiliar a la viuda, huérfano y desamparado. Dar de comer al que tiene hambre, vestir al que no tiene que vestir.

12. Porque todo el conocimiento de teología en el mundo, sin la manifestación práctica, tiene poco valor. Hace años que me convencí al método de Cristo y su preocupación social. Me fui al seminario a obtener un doctorado, ahora soy “sabio,” pero soy indiferente a las necesidades básicas a mi alderredor.

13. Santiago no da un paso atrás de esta posición. Consistentemente reitera su posición que “las acciones hablan más alto que las palabras” (1:22-27; 2:12-13; 2:14-26).

C. A la pregunta, “¿quién es sabio y entendido entre vosotros?” quien “muestre por la buena conducta sus obras en sabia manse-dumbre.” La vida de la persona sabia se demuestra no solo por sus buenas acciones, sino por la manera humilde con que las hace.

2. Hablando de humildad o mansedumbre, la cultura del mundo greco-romano en que vivieron Jesús y Santiago, humildad y mansedumbre no eran virtudes que debían poseerse.

3. La persona humilde era asociada con los siervos, los incapaces, los de bajo rango. Se esperaba que un verdadero hombre se levantara en defensa de sus derechos y no permitía que se lo pisoteara.

4. Las Escrituras, sin embargo, presentan la humildad y la mansedumbre como las características que definen al hijo de Dios.

a) Moisés es exaltado por ser el hombre más manso de la tierra (Num 12:3).

b) Jesús dijo, “aprended de mi que soy manso y humilde de corazón” (Mateo 11:29; este versículo está en el mismo contexto del versículo anteriormente citado, “pero la sabiduría se justifica por sus hechos” (Mateo 11:19; compare con Mateo 23:8-11).

c) Jesús dijo en el sermón del Monte, “bienaventurados los humildes pues ellos heredarán la tierra” (Mateo 5:5).

d) S. Pedro dijo, “... revestíos de humildad en vuestro trato mutuo, porque Dios resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes” (1 Pedro 5:5; versículo que Santiago 4:6 repite mas adelante).

5. Un vistazo a una concordancia a la palabra “humilde,” “humildes,” o “humildad” demostrará la importancia que Dios le da a este concepto.

6. El sabio es quien tiene un espíritu dispuesto a aprender de otros y aun de los errores de uno mismo. El mensaje de la cruz es sumisión. El espíritu sumiso a Dios, a ser reprendido es quien crece en sabiduría.

7. Es en esta nota que Santiago nos introducirá al tema de la falsa sabiduría la próxima semana. Mientras tanto, mantengámonos humildes a lo que la Palabra de Dios tiene para enseñarnos durante esta semana. Que la gracia de Jesús nos mantenga siempre alertas a las posibilidades que siempre hay algo mas que aprender.