Summary: El Dios que servimos es todavía el Señor de gloria, Él es el Rey de reyes y Él todavía puede hacer las cosas que siempre a hecho. Te puedes estar preguntando ¿En realidad puede Dios? Si, ¡Dios puede!

¿Puede Dios?

Salmos 78:12-20 “12los milagros que hizo a la vista de sus padres en la tierra de Egipto, en la región de Zoán. 13Partió el mar en dos para que ellos lo cruzaran, mientras mantenía las aguas firmes como un muro. 14De día los guió con una nube, y toda la noche con luz de fuego. 15En el desierto partió en dos las rocas, y les dio a beber torrentes de aguas; 16hizo que brotaran arroyos de la peña y que las aguas fluyeran como ríos. 17Pero ellos volvieron a pecar contra él; en el desierto se rebelaron contra el Altísimo. 18Con toda intención pusieron a Dios a prueba, y le exigieron comida a su antojo. 19Murmuraron contra Dios, y aun dijeron: ¿Podrá Dios tendernos una mesa en el desierto? 20Cuando golpeó la roca, el agua brotó en torrentes; pero ¿podrá también darnos de comer?, ¿podrá proveerle carne a su pueblo?” (NVI)

Un hombre llamado Jack estaba caminando a la orilla de una montaña muy pendiente y accidentalmente se acerco mucho a la orilla y callo.

Mientras caía, se agarro de una rama y temporalmente detuvo su caída.

Miro hacia abajo y para su horror vio que el abismo tenia como mil pies de profundidad.

El no podía colgarse para siempre y no había manera de escalar la pared de la montaña.

Entonces Jack comenzó a gritar por auxilio, esperando que alguien pasara y lo pudiera ayudar.

Grito por horas, pero nadie lo escucho.

Cuando estaba apunto de dejarse soltar escucho una voz.

Jack, ¿Me escuchas?

¡Si te escucho estoy aquí abajo!

Te puedo ver Jack ¿Estas Bien?

Si pero ¿Quién eres y donde estas?

Yo soy el Señor y estoy en todo lugar.

¿Eres Dios? Si, Yo soy.

Señor, ¡Por favor ayúdame! Te prometo que si me sacas de esta, voy a dejar de pecar, seré una buna persona y te serviré por el resto de mi vida.

Suave con la promesas Jack, porque primero no te sacamos de esta y luego hablamos. Esto es lo que tienes que hacer es escuchar con mucho cuidado

Todo lo que tienes que hacer es soltar la rama.

¿Qué?

Que sueltes la rama; tan solo confía en Mí y suéltate.

Hubo un tiempo de silencio y finalmente. ¡Auxilio, Auxilio hay alguien allá!

Suena como nosotros ¿cierto?

Decimos que queremos servir al Señor y saber Su voluntad, y cuando Él nos dice que hagamos algo, nos arrugamos ante lo que Dios esta haciendo.

Este era el problema de Israel, el Señor lo saco de Egipto para que lo siguieran por fe; mas sin embargo, ellos constantemente dudaron del poder, la promesas y la presencia de Dios en su trayectoria.

La actitud completa de sus corazones se puede resumir en una pregunta ¿Puede Dios?

Cuando ellos hicieron esta pregunta, ellos estaban dudando todo acerca de Dios y ellos necesitaban una lección acerca de la confianza.

Es fácil notar que somos como Israel. Con frecuencia preguntamos ¿Puede Dios?

Pero hoy, yo quiero decirte y mostrarte con la Biblia que ¡Dios Puede!

El Dios que servimos es todavía el Señor de gloria, Él es el Rey de reyes y Él todavía puede hacer las cosas que siempre a hecho.

Te puedes estar preguntando ¿En realidad puede Dios?

Si, ¡Dios puede!

Miremos esta gran verdad de este pasaje.

I- La condición de la gente

A- Ellos no tenían fe

Salmos 78:20, 41 “20Cuando golpeó la roca, el agua brotó en torrentes; pero ¿podrá también darnos de comer?, ¿podrá proveerle carne a su pueblo? 41Una y otra vez ponían a Dios a prueba; provocaban al Santo de Israel.” (NVI)

Ellos eran un pueblo de Dios, un pueblo que debió haber confiado en el Señor sin reserva; mas sin embargo, ellos eran ignorantes ante el poder de Dios en su medio.

Como nosotros, envés de confiar en Dios y vivir por fe, nos preocupamos y nos inquietamos.

Pero hermanos no tiene que ser así, tenemos un Dios en quien podemos confiar sin reservas y sin temor.

Aceptemos el desafió que Jesús le hizo a Tomas y seamos gente de fe.

Juan 20:27 “27Luego le dijo a Tomás: Pon tu dedo aquí y mira mis manos. Acerca tu mano y métela en mi costado. Y no seas incrédulo, sino hombre de fe.” (NVI)

B- Ellos eran olvidadizos (Salmos 78:20-29; 42-55; 65-72)

Salmos 78:8-11 “8Así no serían como sus antepasados: generación obstinada y rebelde, gente de corazón fluctuante, cuyo espíritu no se mantuvo fiel a Dios. 9La tribu de Efraín, con sus diestros arqueros, se puso en fuga el día de la batalla. 10No cumplieron con el pacto de Dios, sino que se negaron a seguir sus enseñanzas. 11Echaron al olvido sus proezas, las maravillas que les había mostrado,” (NVI)

La nación de Israel parecía no poder recordar todos los maravillosos milagros que Dios había hecho a su favor.

Los había liberado de Egipto por las plagas, había abierto el mar rojo, hizo las aguas de Mara dulces, hizo huir a los enemigos de enfrente de ellos.

Él se había probado ser el todo poderoso Dios una y otra vez; mas sin embargo, ellos eran olvidadizos ante el poder de Dios que habían atestiguado en sus vidas.

Una ves mas, esto párese describirnos a nosotros hoy en día. ¿Cuantas veces Dios se te ha hecho presente en diferentes situaciones de tu vida?

¿Cuantas veces ha movido montañas y ha abierto mares en tu vida? ¿Cuántas veces te ha dado paz en medio de la tormenta?

¿Cuántas veces ha cumplido con tu necesidad y ha hecho lo imposible en tu vida?

Y ¿Cuántas veces nos hemos olvidado de todo lo que Él ha hacho en el ayer por nosotros?

Amigos, tenemos que mirar atrás y recordar todas las cosas que Dios ha hecho por ti y por mí. ¡Y si Él lo hizo ayer, entonces también lo podrá hacer ahora!

C- Ellos eran insensatos

Al preguntar ¿Puede Dios? Ellos comprobaban la ignorancia de Su poder y Su persona.

Y esa misma escena se repitió un sinnúmero de veces en el desierto y después de llegar a Canaan.

Lastimosamente, esa misma insensatez ha seguido la iglesia, somos culpables de esa misma insensatez.

Algún problema surge en nuestras vidas, en la iglesia, o en cualquier lugar, y lo primero que decimos es ¿Puede Dios?

Aun nuestras propias dudas dicen ¿Puede Dios?

Esta era la condición del pueblo de Dios y temo que nosotros reflejamos ese mismo tipo de actitud en nuestras vidas hoy.

Pero no tiene que ser así en nuestras vidas.

Podemos confiar en el Señor y podemos saber que Él puede demostrar Su poder en nuestras vidas.

Una de las maneras que podemos saber esto, es teniendo un mejor entendimiento del carácter de Dios.

II- El carácter de su Dios

A- Sus promesas

Salmos 78:5-7 “5Él promulgó un decreto para Jacob, dictó una ley para Israel; ordenó a nuestros antepasados enseñarlos a sus descendientes, 6para que los conocieran las generaciones venideras y los hijos que habrían de nacer, que a su vez los enseñarían a sus hijos. 7Así ellos pondrían su confianza en Dios y no se olvidarían de sus proezas, sino que cumplirían sus mandamientos. (NVI)

Israel había visto a Dios guardar Su Palabra una y otra vez. Él fue siempre fiel en hacer todo lo que les había prometido.

¡Dios no ha cambiado! Él todavía es un Dios que cumple Su Palabra. Todo lo que Dios ha prometido, Él lo hará.

Hebreos 6:18 “18Lo hizo así para que, mediante la promesa y el juramento, que son dos realidades inmutables en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un estímulo poderoso los que, buscando refugio, nos aferramos a la esperanza que está delante de nosotros.” (NVI)

B- Su ejecución

A través de su historia, Israel había disfrutado de la presencia y poder del poderoso Dios.

Imagínese ver como Dios abrió el Mar Rojo, mandar mana del cielo todos los días por 40 años.

Imagínese como Dios derroto todos los enemigos; imagínese la emoción de ver la Su gloria cuando Él venia sobre el tabernáculo.

Imagínese la columna de fuego y la nube que los cubría.

Dios había ejecutado Su poder una y otra vez a favor de Su pueblo.

El Señor no ha cambiado, Él todavía ejecuta a favor de su pueblo.

Recuerda las veces que el Señor a demostrado Su poder sobre tu vida.

C- Su poder

Dios comprobó les que Él era más fuerte que cualquier obstáculo que enfrentaron.

Él era más poderoso que Egipto, que los enemigos.

Él comprobó ser más poderoso que su sed y su hambre.

Él tenía el poder de sobrepasar cualquier cosa que enfrentaran.

Su poder omnisciente no ha flaqueado, ni flaqueara. Él es todo poderoso y se mantendrá por la eternidad.

Dios posee todo poder en el cielo y en la tierra.

Mateo 28:18 “18Jesús se acercó entonces a ellos y les dijo: Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra.” (NVI)

D- Su paciencia

Mientras que Dios continúo mostrándose fuerte a favor de Su pueblo, Israel continuamente fue falto de fe para confiar en Señor.

Mas sin embargo, la Biblia dice que “muchas veces” Él giro Su enojo de ellos. Él fue paciente con ellos y los lidero con amor y gracia.

¡Gracias a Dios que servimos un Dios paciente! ¿Cuantas veces el Señor ha sido paciente con nosotros?

Muchas veces hemos fracasado en caminar en fe en los caminos de Dios, pero en vez de tirarnos lejos, Él continúa amándonos y trabajando en nuestras vidas.

Tenemos un Dios que nos ha demostrado Su poder, Su gracia, Su amor y Su carácter, una y otra vez.

III- El desafió para hoy

Cuando vemos la historia de Israel y como Dios se mostró a ellos.

Y cuando consideramos como Dios se ha mostrado a nosotros en las diferentes áreas de nuestra vida y vemos Su poder y habilidad, ¿Qué debemos de hacer con esa información?

A- Tenga confianza y fe en Dios

Marcos 11:22 “22Respondiendo Jesús, les dijo: Tened fe en Dios.” (NVI)

Salmos 62:8 “8Confía siempre en él, pueblo mío; ábrele tu corazón cuando estés ante él. ¡Dios es nuestro refugio! (NVI)

Juan 14:1 “1No se angustien. Confíen en Dios, y confíen también en mí.” (NVI)

Estos versículos nos enseñan que debemos confiar en Él para todas nuestras necesidades y en toda situación.

B- Recuerda lo que Dios ha hecho en el pasado

Piensa en las veces que el Señor te ha liberado, y ha movido las montañas en tu vida.

Recuerda Su poder y todo lo que Él ha hecho por ti.

Deja que los milagros del pasado te recuerden que Él puede, no interesando lo que estés enfrentando en la vida.

Dios puede y Él cumplirá Su promesa en tu vida, cada vez.

C- Obedece Sus mandamientos

La fe genuina en el Señor siempre se manifiesta en obediencia a Dios y Su Palabra.

Recuerda que la fe viene por el oír y el oír por la palabra de Dios.

Cuando nos profundizamos en Su palabra y dejamos que trabaje en nuestros corazones y que nos cambie, entonces aprenderemos a confiar en Él más y más.

Conclusión

Hay muchos que fracasan en no confiar en el Señor y fracasan en recordar que Dios puede.

Como resultado, ellos viven vidas de derrota y desanimo.

Pero, no tiene que ser así. Quiero invitarte a venir al Señor y que experimentes de primera mano que Dios puede.

Trae tus dudas, tus temores y tus preguntas y colócalas a los pies de Jesucristo.

Recuerda ¡Dios Puede!