Summary: Necesitamos regocijarnos en el hecho de que tenemos un maravilloso padre celestial que cuida de nosotros.

TEMA: SOBRE ALAS DE AGUILAS

TEXTO: Deut. 32:11

La Biblia tiene mucho que decir acerca de las águilas. Isaías 40:31 dice: “pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.” Salmo 103:5 “El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila.” Uno de mis pasajes favoritos es Salmo 91:4 “Con sus plumas te cubrirá,Y debajo de sus alas estarás seguro;” La biblia también nos dice en Ez. 17:3 que las águilas son aves grandes. En 2 Samuel 1:23 habla acerca de su velocidad. Jeremías nos dice que construye su nido sobre las rocas en las montañas, y Job nos dice que tienen una vista que puede ver a gran distancia. Sin embargo, creo que lo más hermoso que se dice de las águilas se encuentra en Deuteronomio 32:11 “Como el águila que excita su nidada, Revolotea sobre sus pollos, Extiende sus alas, los toma, Los lleva sobre sus plumas.” Estos versículos hablan de una familia de águilas. El papá águila está allí, junto con la madre. Ellos han construido su nido muy alto sobre el filo de un precipicio, los pequeños aguiluchos han nacido y están creciendo, pero hasta ahora nunca han volado.

Ahora, esos padres águilas tienen una responsabilidad para con sus polluelos. La madre los alimenta por un tiempo, pero debe llegar el momento en su vida cuando la madre águila debe comenzar a mover el nido. Ahora, un águila construye su nido sobre duras piedras y la suaviza con pajas y hojas, y también a veces usa la piel de un conejo para suavizar y calentar el nido. Cuando la madre águila comienza a mover el nido significa que hay problemas allí. Y lo que pasa es esto: Un día mientras los aguiluchos están afuera del nido jugando sobre la roca, la madre saca la parte suave del nido y durante la noche los polluelos tienen que dormir sobre las ramas ásperas. Algunos días más tarde mientras los polluelos están jugando fuera del nido la madre usa sus poderosas alas y hace volar el nido. Esa noche los polluelos tienen que dormir sobre las frías piedras. Algunos días después el padre águila toma a uno de los aguiluchos y lo pone sobre su espalda y lo lleva a volar sobre el valle. Justo cuando el aguilucho está disfrutando del vuelo el padre hace un movimiento y se quita de debajo del polluelo y lo deja caer. Mientras el aguilucho va cayendo su instinto natural es mover sus alas. Y de ese modo el pequeño aguilucho cae, y aletea. Y pareciera ser que va directo a estrellarse contra las rocas. Pero el padre está volando cerca y observando todo y justo cuando está cerca del suelo, el padre águila rescata al hijo sobre su espalda y lo lleva otra vez a lo alto para repetir la lección.

Ahora ¿por qué hace eso? Para que el pequeño aguilucho aprenda a volar por sí mismo. Cada vez que el padre águila lo deja caer, ese pequeño polluelo vuela un poquito más y mejor. Moisés está mirando hacia atrás en su vida y tal vez él recuerda en como cuando era niño fue sacado fuera del nido. Dios movió el nido y Moisés fue puesto en una pequeña cesta y dejado en el Río Nilo, pero el Padre Celestial se puso debajo y cuidó a Moisés. Y lo colocó de nuevo en el nido. Moisés recuerda que el Señor le dijo que será así. Cuando Moisés estaba guiando a Israel a través del desierto, Dios prometió que los llevaría sobre alas de águilas. Ahora Moisés está llegando al final de su vida, y él dice, Dios ha hecho exactamente lo que dijo que haría. Escuchen, Dios siempre hace exactamente lo que El dice que hará. Cuando Dios hace una promesa, El la cumple. Si Dios promete una bendición, bajo cierta condición de nuestra parte, entonces El cumplirá la promesa que hizo. Si rechazamos a Jesús, y nos negamos a abandonar nuestra vida de pecado, cuando mueras tu alma será lanzada al infierno. Tal como Dios lo ha advertido que sera. Moisés dijo que el Señor prometió que nos llevaría sobre alas de águilas y así lo ha hecho exactamente.

El se acuerda del tiempo cuando enfrentó el Mar Rojo delante de ellos y el ejército del Faraón a sus espaldas, su nido estaba siendo sacudido, pero el Padre Celestial se encargó de la situación. El piensa en el tiempo cuando se quedaron sin agua en medio del desierto y la gente estaba con sed, de hecho estaban enojados y estaban pensando en apedrear a Moisés. Una vez más, el nido estaba siendo estremecido, pero Dios los levantó y les dio agua de la roca. Conforme Moisés compartió las bendiciones de Dios con su pueblo pienso que una sonrisa se dibujaba en su rostro y un grito de júbilo se levantaba en su corazón y una lágrima rodaban por sus mejillas mientras decía, “El Señor ha sido muy bueno.” Y este día puedo decir con Moisés que Dios ha sido muy bueno, y nosotros hemos sido muy bendecidos.

Tal vez usted dice, Pastor, yo no sé como hacerle, no sé cómo puedo seguir adelante. Déjeme recordarle de aquellos momentos cuando Dios esta sacudiendo tu nido. Sólo manténgase fiel, el padre celestial está a punto de volar debajo de ti y ponerte sobre sus alas. Lo creas o no Dios es bueno inclusive cuando está sacudiendo nuestros nidos, o cuando se quita de debajo de nosotros. Tú nunca conocerás la sensación de los brazos eternos del padre celestial levantándote y salvándote de la destrucción, del temor, y de las cargas, a menos que Dios sacuda tu nido de tiempo en tiempo. Algunos de ustedes todavía están en el nido, son bebés cristianos, algunos de ustedes están siendo sacudidos en sus nidos, están creciendo y es el tiempo en que enfrentarán algunas batallas. Algunos otros de ustedes puede ser que están cayendo, están fuera del nido, y sienten como que están cayendo, pareciera como que Dios los ha olvidado. Pareciera como si se van a estrellar sobre las rocas que están debajo, y tal vez el grito de tu corazón esta semana ha sido: Señor, ayúdame, ayúdame. Pero déjame recordarte que las pequeñas águilas no pueden caer más rápido de lo que el papá águila puede volar, y no podemos caer fuera del alcance de nuestro amoroso padre celestial.

Ahora déjenme compartirle tres cosas:

1. Algunos están todavía en el nido: Son los bebés cristianos

Quiero decir algunas palabras acerca de usted como bebé cristiano. Tal vez usted ha sido cristiano por poco tiempo. Pero quiero decirle que usted tiene un Padre celestial que lo ama y cuida de usted. Si usted se encuentra todavía en el nido, disfrútelo. Lea su Biblia y ore y venga a la iglesia, y disfrute de la comodidad del nido. Porque vendrán tiempo en su caminar con Dios cuando Dios va a sacudir su nido y usted se preguntará si Dios se ha olvidado de usted. Pero recuerde que todo lo que Dios está haciendo es tratar de fortalecerlo. El nunca dejará que nada venga a su vida para herirlo o sólo por ser cruel con usted. No importa lo que usted tenga que enfrentar Dios estará allí. Su nido será sacudido, pero Dios cuidará de usted. Escuche en todo momento, Dios estará allí, aprenda a confiar en El.

2. Algunos de ustedes están siendo sacudidos en el nido: Usted necesita crecer en el Señor.

algunos de ustedes están enfrentando pruebas, cargas, quebrantos, y es duro. Pero usted necesita regocijarse. Porque es durante esos momentos cuando tenemos el privilegio de probar al mundo que sí hay un Dios. Si esa pequeña águila no fuera sacudida para que salga del nido, y si no se la dejara caer, nunca conocería la fuerza de su padre, y el amor de su madre. Nunca he sido un águila, pero si yo fuera un águila y mi padre me dejara caer, pienso que estará diciendo, yo pensaba que me amabas, si me amaras, no me dejarías caer de esta manera. Alguna vez has pensado algo así de Dios? Oh, Dios yo pensaba que me amabas, si me amas por qué me dejas pasar por algo así? Si yo fuera un águila les prometería a mis padre que me portaría bien solo que no me dejen caer, les prometo que voy a ser un buen aguilucho. Pero esos padres águilas dirían, hijo esto es para tu bien. Y cuando mi padre me dejará caer y tropezar, les aseguro que no habría un águila que movería sus alas más fuertes que yo.

Pero, déjenme recordarles por qué esos padres hacen eso con sus águilas. Es por su bien. Esa es la única manera de hacer que esas aguiluchas se fortalezcan y maduren. Puedo imaginarme a esa pequeña águila mientras está cayendo, qué fue lo que hice mal, dónde esta mi papá cuando lo necesito? Pero justo antes de que se estrelle contra el suelo, siente la fuerza de su padre debajo de él. Oh, cristianos, van a haber tiempos cuando parece ser como que no hay esperanza, y no hay salida, pero justo en el momento oportuno, justo antes de que nos estrellemos frente a un problema o derrota, el Padre celestial estira sus manos y nos levanta y dice, hijo, solo te estoy enseñando a volar. Y luego, El nos lleva en sus manos por un tiempo. Gracias a Dios que El no nos mantiene en el nido, o si no nunca aprenderíamos a volar.

3. Algunos de ustedes estaban cayendo pero Dios los ha salvado una y otra vez.

Déjenme recordarles que Dios nunca te abandona a tu suerte. Ese pequeño águila no sabía que Dios estaba volando cerca de él, mirándolo mientras caía y aleteaba en desesperación en caída hacia el suelo. Todo lo que la pequeña águila podía pensar era en las rocas debajo y como se sentiría el golpe contra el suelo. Pero lo que la águila no sabía era que desde el momento en que comenzó a caer el padre águila no quitó sus ojos ni por un solo momento de él. Y justo cuando lo necesitaba más ese padre voló y se puso debajo y lo levantó. Nosotros también tenemos un padre celestial que nos ama, y gracias a Dios que siempre está allí. Aun cuando estamos enfrentando problemas y quebrantos, El está allí, listo para llevarnos cuando parece que las circunstancias nos van a destruir.

Para ustedes que son cristianos nuevos hay un día cuando Dios va a mover tu nido. No porque es malo, sino porque necesitas crecer y hacerte fuerte. Para ti que parece que estás cayendo recuerda que tu Padre celestial está mirando y sabe cuando y en que momento salvarte. El te está enseñando a depender totalmente de El.

Durante el invierno de 1940 el esposo de Josefina Kuntz, un pintor de casas, se encontraba sin trabajo debido al tiempo y a la situación por la que pasaba el país. Era un tiempo muy difícil para la familia. No tenían nada de dinero. Su hija de un año y medio, Raquel, se estaba recuperando de una neumonía y no se estaba sintiendo bien. El doctor recomendó que Raquel coma un huevo hervido cada día, pero aun eso estaba fuera de sus posibilidades.

¿Por qué no oramos por un huevo? Le aconsejó un amigo. Esta era una familia que acostumbraba ir a la iglesia, pero la idea de orar por sus necesidades era algo que nunca habían considerado. Josefina no perdió más tiempo. Se puso de rodillas y oró que Dios les provea un huevo cada mañana para su hija. Escuchen, si eres un hijo de Dios, El cuida de ti hoy. Necesitamos regocijarnos en el hecho de que tenemos un maravilloso padre celestial que cuida de nosotros.