En las olimpiadas de México 68’ un americano llamado Dick Fosbury implantó un record mundial de salto de altura, ganando la medalla de oro. Lo particular del salto de este atleta es que no saltó de frente como todo mundo lo había hecho hasta entonces, sino que saltó hacia atrás. Cuando los críticos lo observaban practicar se burlaban por lo ridículo que se veía saltando hacia atrás, mas a Fosbury no le importo la reprobación de los demás y gano la prueba, estableciendo hasta el día de hoy este mismo estilo de salto como el más eficaz.