Lo Mas Importante Series

De una Vida Agobiada a una Vida Balanceada

“Lo mas importante,……. Enfocándonos en lo que mas importa”

Estamos en la serie de predicaciones: “De una vida agobiada a una vida balanceada” La pregunta natural es: ¿Por qué estamos tan sobrecargados? La respuesta es siempre la misma: ¡Tratamos de hacer mucho a la misma vez! Y ¿Por qué tratamos de hacer mucho a la misma vez? ¡Porque olvidamos lo más importante! Lo que realmente vale, cuenta, lo eterno.

El ser humano tiene la capacidad de recordar y olvidar. Recordamos cada pequeño detalle de las cosas que nos han herido, pero olvidamos las lecciones de la vida, debemos decir como dijo David:

“Hazme saber, Jehová, mi fin, Y cuánta sea la medida de mis días; Sepa yo cuán frágil soy” Salmo 39:4

La vida no es eterna, un día nos vamos a morir, nuestro corazón dejara de latir, por eso debemos decir como David:

“Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría” Salmo 90:12

“Enséñanos de tal modo a contar nuestros días, Que traigamos al corazón sabiduría” Salmo 90:12

3 Cosas que debemos recordar cada día:

1. El mejor uso de la vida es el amor

“Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve” 1 Corintios 13:3

2. La mejor expresión del amor es el tiempo

“Hijitos míos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.” 1 Juan 3:18

“Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante”

Efesios 5:2

Este año 40% de los hijos de padres divorciados no pudieron ver a su papa. ¡Estaban muy ocupados!

3. El mejor tiempo para amar es hoy

“Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos, y mayormente a los de la familia de la fe.” Gálatas 6:10

“No te niegues a hacer el bien a quien es debido, Cuando tuvieres poder para hacerlo. 28 No digas a tu prójimo: Anda, y vuelve, Y mañana te daré, Cuando tienes contigo qué darle” Proverbios 3:27-28