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Summary: A la gran mayoría de los seres humanos nos gusta vivir bien nos acomodamos y muchas veces no queremos desacomodarnos para lograr grandes o mejores cosas.

A la gran mayoría de los seres humanos nos gusta vivir bien nos acomodamos y muchas veces no queremos desacomodarnos para lograr grandes o mejores cosas.

En algunas ocasiones preferimos resignarnos a una forma de vida precaria a tener que esforzarnos por lograr algo mejor.

El estar en una zona de confort es lo que hace que muchas personas vivan en mediocridad.

El miedo a tener que luchar o guerrear es lo que nos paraliza y nos impide avanzar.

No siempre el camino corto es el más seguro. Muchas veces es el camino largo que nos brinda más seguridad. Esto lo podemos ver en aquellas vías que son muy congestionadas con vehículos, para evitar accidentes hay unos puentes peatonales que por lo general son largos de transitar comparados con tan solo atravesar la calle exponiéndose a ser atropellados. Pero sabes que sucede el 90 % de la gente no los utiliza por considerar que son muy largos.

Dios había prometido sacar a su pueblo de la esclavitud. Pero ser libre es mucho más que tan solo quitar las cadenas o las rejas. La libertad comienza en nuestra mente.

El pueblo de Israel estuvo 430 años en esclavitud, ellos aprendieron a pensar y a vivir como esclavos, los cuatrocientos treinta años se encargaron de convertirlos en esclavos. Ellos no sabían cómo vivir de manera libre al tener los primeros tropiezos para mantener la libertad los haría regresar a la esclavitud. V 17 “Y luego que Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios: Para que no se arrepienta el pueblo cuando vea la guerra, y se vuelva a Egipto”

Un perro que siempre creció en una casa y que nunca ha salido el día en que se escape de la casa el riesgo que por lo general tiene es que termina siendo atropellado por algún vehículo él no está acostumbrado a vivir en libertad en la calle.

Dios los llevo por el camino más largo era necesario convertirlos en personas libres. V 18 “Mas hizo Dios que el pueblo rodease por el camino del desierto del Mar Rojo. Y subieron los hijos de Israel de Egipto armado”

Tantos años estuvo el pueblo en Egipto que se olvidó de Dios, las nuevas generaciones ya no conocían a Jehová. De nada les hubiera servido estar en la tierra prometida y seguir pensando como esclavos. De nada sirve recibir milagros de parte de Dios y no saber quién es él.

Dios quería que el pueblo aprendiera a depender de él. El pueblo estaba acostumbrado a depender de Egipto. V 21- 22 “Y Jehová iba delante de ellos de día en una columna de nube para guiarlos por el camino, y de noche en una columna de fuego para alumbrarles, a fin de que anduviesen de día y de noche. 13:22 Nunca se apartó de delante del pueblo la columna de nube de día, ni de noche la columna de fuego.” Jehová se convirtió en su guía y protector.

Antes de conocer de Cristo nosotros también dependíamos del mundo y de nuestras propias fuerzas. No estábamos acostumbrados a depender de Dios.

En cuatrocientos años era natural que el pueblo de Israel se olvidara de sus costumbres y adquiriera otra forma de vida. El tiempo que tenía que vivir en el desierto tenía que olvidarse de Egipto para hacerse a la idea de una nueva tierra.

Ahora Jesucristo es nuestra luz que también nos guía. Juan 8: 12 “Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.”

La palabra de Dios se convierte en nuestra lumbrera que nos permite avanzar con seguridad. Salmo 119: 105 “Lámpara es a mis pies tu palabra, Y lumbrera a mi camino.”

Cuando nosotros conocemos de Cristo venimos de muchos años de esclavitud y de ceguera espiritual. No basta tan solo con que recibamos un milagro es necesario aprender a tener una nueva vida. Por eso Jesucristo también nos lleva por el camino largo.

Muchas veces sentimos que nuestra vida no sale tal como la teníamos planeada, las cosas no sedan y se demoran mucho más de lo que pensábamos, esto es porque Cristo quiere formarnos y prepararnos para grandes cosas.

Dios quiere darte todo lo que tú necesitas, pero es necesario que primero Cristo te entrene y te prepare para administrar muy bien lo que te ha de dar.

De nada sirve que Dios nos dé tanto dinero si seguimos pensando como pobres, antes de darnos el dinero Jesucristo quiere cambiar nuestra manera de pensar, una persona con mucho dinero, pero con pensamientos de pobre pronto vuelve a la pobreza donde estaba.

El camino corto no siempre nos lleva más rápido y seguro, si es necesario transitar por el camino largo hazlo. Jesucristo quiere ser la luz que te guía en el camino a una vida nueva y repleta de éxito.

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