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Summary: Cuando comenzamos a tener necesidades, también comenzamos a dudar; y es cuando el Diablo y la carne comienzan a susurrar a nuestros corazones ¿Puede Dios realmente satisfacer tu necesidad? Y si no tenemos cuidado, nos podemos encontrar preguntándonos lo

¿Puede Dios realmente satisfacer tu necesidad?

1 Reyes 17:1-24 “1Ahora bien, Elías, el de Tisbé de Galaad, fue a decirle a Acab: Tan cierto como que vive el Señor, Dios de Israel, a quien yo sirvo, te juro que no habrá rocío ni lluvia en los próximos años, hasta que yo lo ordene. 2Entonces la palabra del Señor vino a Elías y le dio este mensaje: 3Sal de aquí hacia el oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, al este del Jordán. 4Beberás agua del arroyo, y yo les ordenaré a los cuervos que te den de comer allí. 5Así que Elías se fue al arroyo de Querit, al este del Jordán, y allí permaneció, conforme a la palabra del Señor. 6Por la mañana y por la tarde los cuervos le llevaban pan y carne, y bebía agua del arroyo. 7Algún tiempo después, se secó el arroyo porque no había llovido en el país. 8Entonces la palabra del Señor vino a él y le dio este mensaje: 9Ve ahora a Sarepta de Sidón, y permanece allí. A una viuda de ese lugar le he ordenado darte de comer. 10Así que Elías se fue a Sarepta. Al llegar a la puerta de la ciudad, encontró a una viuda que recogía leña. La llamó y le dijo: Por favor, tráeme una vasija con un poco de agua para beber. 11Mientras ella iba por el agua, él volvió a llamarla y le pidió: Tráeme también, por favor, un pedazo de pan. 12Tan cierto como que vive el Señor tu Dios respondió ella, no me queda ni un pedazo de pan; sólo tengo un puñado de harina en la tinaja y un poco de aceite en el jarro. Precisamente estaba recogiendo unos leños para llevármelos a casa y hacer una comida para mi hijo y para mí. ¡Será nuestra última comida antes de morirnos de hambre! 13No temas le dijo Elías. Vuelve a casa y haz lo que pensabas hacer. Pero antes prepárame un panecillo con lo que tienes, y tráemelo; luego haz algo para ti y para tu hijo. 14Porque así dice el Señor, Dios de Israel: No se agotará la harina de la tinaja ni se acabará el aceite del jarro, hasta el día en que el Señor haga llover sobre la tierra. 15Ella fue e hizo lo que le había dicho Elías, de modo que cada día hubo comida para ella y su hijo, como también para Elías. 16Y tal como la palabra del Señor lo había anunciado por medio de Elías, no se agotó la harina de la tinaja ni se acabó el aceite del jarro. 17Poco después se enfermó el hijo de aquella viuda, y tan grave se puso que finalmente expiró. 18Entonces ella le reclamó a Elías: ¿Por qué te entrometes, hombre de Dios? ¡Viniste a recordarme mi pecado y a matar a mi hijo! 19Dame a tu hijo contestó Elías. Y arrebatándoselo del regazo, Elías lo llevó al cuarto de arriba, donde estaba alojado, y lo acostó en su propia cama. 20Entonces clamó: Señor mi Dios, ¿también a esta viuda, que me ha dado alojamiento, la haces sufrir matándole a su hijo? 21Luego se tendió tres veces sobre el muchacho y clamó: ¡Señor mi Dios, devuélvele la vida a este muchacho! 22El Señor oyó el clamor de Elías, y el muchacho volvió a la vida. 23Elías tomó al muchacho y lo llevó de su cuarto a la planta baja. Se lo entregó a su madre y le dijo: ¡Tu hijo vive! ¡Aquí lo tienes! 24Entonces la mujer le dijo a Elías: Ahora sé que eres un hombre de Dios, y que lo que sale de tu boca es realmente la palabra del Señor.” (NVI)

Existe un elemento común que une toda la gente del mundo y es que “todos tenemos necesidades”.

Habrá tiempos en la vida, en los que experimentaremos algún tipo de necesidad.

Posiblemente esa necesidad será de naturaleza material, porque parece que es allí donde ponemos la mayoría de atención en la vida.

Pero, ciertamente vendrán tiempos cuando tengamos necesidades emocionales, y en otros tiempos necesidades de naturaleza física.

En otros tiempos, enfrentaremos días cuando nuestra más grande necesidad será de naturaleza espiritual.

Entonces, cuando estas necesidades lleguen a nuestra vida ¿Qué debemos de hacer con ellas?

Nuestra reacción natural es preocuparnos, pero sabemos que la Biblia dice que esa no es la voluntad de Dios.

Filipenses 4:6 “6Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.” (RVR1960)

¿Qué es una necesidad?

Porqué cuando tenemos el poder en nosotros mismos de de ayudarnos por si mismos, en realidad no tenemos una necesidad.

Una necesidad, son a esas veces cuando hemos llegado al final de la línea. Cuando hemos hecho todo lo que sabemos hacer para suplir nuestra propia necesidad.

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