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Summary: La cuarta camisa de la serie: la verde. El color verde representa vida, la vida que podemos tener por la obra de Jesús y por las declaraciones de Dios.

Tengo La Camisa Verde: Parte 1

Introducción

Repasar las camisas anteriores: negra, roja y blanca.

Hoy consideramos la cuarta camisa de la serie: la verde. El color verde representa vida, la vida que podemos tener por la obra de Jesús y por las declaraciones de Dios. Jesús dijo, “El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia” (Juan 10:10). El deseo de Jesús no es condenarnos a la muerte sino concedernos vida. Esa obra es el opuesto directo de la obra de Satanás. Satanás vino al mundo para robar, matar y destruir. Eso es exactamente lo que hizo en el Huerto de Edén y lo que sigue haciendo hoy en día.

Sé que me he referido al evento catastrófico de Edén varias veces en esta serie. Es que quiero que entiendan que la caída de Adán y Eva y lo que pasa después es supremamente importante. Por lo tanto, quiero que encuentren el tercer capítulo de Génesis otra vez. Me gustaría destacar algo que Dios dijo a Adán después de su desobediencia. El versículo 17 dice, “Por cuanto le hiciste caso a tu mujer, y comiste del árbol del que te prohibí comer, ¡maldita será la tierra por tu culpa!…” (Génesis 3:17a). ¡Maldita será la tierra! Adán y Eva no solamente trajeron la muerte a la humanidad pero también a la tierra. En aquel momento el ciclo de la vida y la muerte comenzó. Todos los seres vivos mueren, los animales e inclusive la vegetación. En Edén, no existía la muerte, ni siquiera las matas morían. Sólo existía la vida. El color verde dominaba el paisaje, sin embargo después de haber pecado Adán, Eva y todas la generaciones después conocían una realidad muy diferente.

“…Con penosos trabajos comerás de ella todos los días de tu vida” (Génesis 3:17b). Esta es la realidad que conocemos nosotros. Tenemos que trabajar. Si no trabajamos, no comemos. Pero por favor entiendan que el trabajo no era un resultado de la desobediencia. Adán y Eva trabajaban en el jardín aún antes de pecar. Sin embargo después de su pecado, el trabajo se convirtió en una labor penosa, dolorosa, dura. No iban a ver descanso, alivio, ni respiro. Todos los días de su vida tenían que preocuparse por sus vidas. Tenían que trabajar la tierra para poder comer. Dios también dijo que “La tierra te producirá cardos y espinas, y comerás hierbas silvestres.” (Génesis 3:18). El trabajo era doloroso porque desde entonces la tierra produce cardos y espinas. Antes de pecar, Adán y Eva disfrutaban el frondoso y fructífero jardín de Edén. Pero ahora tenían que buscar su comida entre las espinas y comer hierbas silvestres. El versículo 19 dice, “Te ganarás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la misma tierra de la cual fuiste sacado. Porque polvo eres, y al polvo volverás” (Génesis 3:19). El resto de sus vidas, iban a luchar para proveer el desayuno, iban a lastimarse para poder preparar el almuerzo. Por el resto de sus vidas, sólo a través del sudor de su frente, iban a poder sacar sus vidas adelante. No me puedo imaginar los pensamientos y los sentimientos de Adán y Eva en esa época. De repente, experimentaron un mundo muy diferente. No es porque Dios los abandonó sino porque su pecado los separó de Dios. Comenzaron a preocuparse por el mañana. Esta es la realidad que nosotros entendemos.

Ahora quiero que escuchen algo que Jesús dijo mientras andaba por la tierra. Jesús estaba enseñando como no deberíamos acumular “…tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. 20 Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar. 21 Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón” (Mateo 6:19-21). Esa enseñanza realmente era nueva para muchos que estaban escuchando. La maña que formó la humanidad después de la caída de Adán y Eva es precisamente eso. La humanidad se preocupa por el mañana. No sabe que va a suceder. Por lo tanto acumula todo lo que pueden. Sé que hay otras razones que las personas acumulan cosas hoy en día, pero tenemos que entender que la maña inició con la primera pareja humana en el jardín de Edén. Pero Jesús no paró ahí, lo que dijo en seguida es revolucionario. “Por eso les digo: No se preocupen por su vida…” (Mateo 6:25a). ¿Lo escucharon? El mundo jamás había escuchado algo así. ¡No se preocupen por su vida! Siempre se preocupaban por sus vidas. Todas las generaciones después de Adán lo hacían. Nunca experimentaban un día cuando la humanidad no tenía que preguntar, ¿Qué vamos a comer? Y Jesús dijo, “…No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán… 27 ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?…31 Así que no se preocupen diciendo: “¿Qué comeremos?” o “¿Qué beberemos?” o “¿Con qué nos vestiremos?” 32 Porque los paganos andan tras todas estas cosas, y el Padre celestial sabe que ustedes las necesitan. 33 Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. 34 Por lo tanto, no se angustien por el mañana…” (Mateo 6:25, 27, 31-34).

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