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Summary: Cuando hay pleitos entre los "santos" en la iglesia

Cuando los santos se pelean: ¡noooo!

Texto: Santiago 4:1-3

Lectura Bíblica: Filipenses 4:4-7

Por Carlos C. Camarena

I. Introducción

A. Bienvenidos una vez más a nuestros estudio en la epístola de Santiago. Por varias semanas venimos abordando el mensaje que Santiago escribió a su comunidad y actualizando ese mensaje a nuestro contexto.

1. Cada vez que nos profundizamos en el estudio de la Palabra de Dios nos asombramos con la cantidad de enseñanzas que pueden ser extraídas de ésta interminable “mina.”

2. Pasamos ahora al capítulo 4 de Santiago. Después de mucha exhortación negativa en el capítulo 3, Santiago concluye en nota positiva, “Y la semilla cuyo fruto es la justicia se siembra en paz por aquellos que hacen la paz” (3:18).

3. Pero ésta nota positiva no dura mucho. La situación en la comunidad de Santiago tiene todo menos paz. Las tensiones han alcanzado el colmo. Hay una raíz en las relaciones que están produciendo una desintegración rápida y fatal para la iglesia.

B. Desde el inicio Santiago apunta a las razones de los pleitos, intrigas y conflictos en la comunidad (4:1-3). El problema principal es que en lugar de escoger a Dios como amigo, Dios es el enemigo (4:4.6).

1. Sin embargo, Santiago los llama al arrepentimiento pidiendo a sus oyentes que se sometan a Dios, sabiendo bien que Dios es quien los exaltará (4:7-10).

2. Santiago, sin embargo, no termina con esta nota suave y apacible. Con voz firme dice que el levantar falsos y juicio a los semejantes deben parar para que las relaciones turbulentas sean revertidas (4:11-12).

3. En éste pasaje Santiago no suavizará su vocabulario. La seriedad de la situación demanda un lenguaje firme e intenso.

4. Espero que este tema sea apenas una clase más y no un sermón. Una clase es donde recibimos información sin que afecte nuestra situación; mientras que un sermón contiene aplicaciones específicas. Pido a Dios este tema no se aplique a esta comunidad, a esta iglesia.

5. Quisiera pensar que no se aplica a ninguna iglesia cristiana, pero tristemente éste no es el caso. Es por eso que la carta de Santiago continua siendo relevante hoy.

II. Guerras y conflictos (pleitos)

A. Hay dos sustantivos que saltan del texto inmediatamente cuando en el 4:1 leemos, “¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre vosotros?...” Otras versiones leen, “guerras y conflictos.”

1. Estos dos sustantivos, “guerras y pleitos o conflictos” demuestran la aguda y crónica tensión y hostilidad que existían en la comunidad de Santiago. Sorprendente para un período tan temprano en la iglesia cristiana.

2. Cuando leo todas las amonestaciones que los escritores del Nuevo Testamento hacen a sus comunidades o iglesias, me pregunto si la iglesia primitiva, caracterizada por un período de pureza en las iglesias del Apocalipsis, haya sido realmente tan “pura.”

3. Estas “guerras y pleitos” no eran como los “chismillos de vecindad” que brotan periódicamente en nuestras iglesias. Eran conflictos serios.

4. Eran causas mayores que producían apostasía, inestabilidad social, y aparentemente, hasta homicidios. Nos parece difícil aceptar estos hechos. Muchos comentaristas bíblicos no están dispuestos a admitir el lenguaje literal del texto en Santiago.

5. Lealtad a la Palabra de Dios demanda que seamos honestos al texto aun en sus elementos históricos, que aceptemos la situación como es, en lugar de recrear una cosa que no existía.

B. ¿De qué estaba hablando Santiago cuando usa los sustantivos “guerras (polemoi) y pleitos” (machai)? Estas dos palabras en la lengua original eran usadas en la literatura griega para describir conflictos físicos literales entre naciones, comunidades o individuos.

1. El texto de Santiago 4:1-3 nos lleva a reconocer que pudo haber habido casos en que el uso de la fuerza o la violencia física estuvo presente, y hasta pudo haber producido muerte.

2. No podemos olvidar que cuando Santiago escribe, los conflictos religiosos muchas veces terminaban en homicidio. Los asesinatos por motivos políticos y religiosos eran comunes. Formaban parte de la vida social y religiosa del tiempo.

3. Sant 4:2 parece indicar el hecho que esos “hermanos” estaban cruzando la linea. La Biblia de las Américas traduce el 4:2 así, “ Codiciáis y no tenéis, por eso cometéis homicidio...”

C. No queremos, sin embargo, sobre enfatizar el hecho que los hermanos de la iglesia o comunidad de Santiago se estaban matando, literalmente, sino más bien, creemos que practicaban el asesinato de carácter de otros miembros.

1. Después de todo, los conflictos verbales aludidos en el 3:3-6, eran situaciones enervantes en la comunidad. La lengua venía siendo usada como un instrumento de violenta destrucción.

2. Creo que allí reside el problema en Santiago y no tanto en la violencia física. La lengua tiene la capacidad superior de matar el alma, de provocar a la ira, de hacer que alguien abandone a Dios y a la iglesia. Una palabra mal dicha es suficiente.

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