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Summary: El evangelio es el centro de todo lo que la vida significa para el creyente

El evangelio de la cruz

1 Cor. 1:18-2:5

INTRODUCCIÓN

Me gustaría que hiciéramos de cuenta que mi nombre es Dusman Furazawa y acabo de llegar de Tailandia y les estoy anunciando las buenas noticias de que un campesino llamado Kenji Sato fue electrocutado en la silla eléctrica por sus pecados. Ya he escrito un himno:

“Kenji fue llevado a esa horrible silla

Fue sujetado y luego asesinado con 40 000 volts

Si Él murió fue por ti y por mí

A pesar de que sufrió esa descarga eléctrica brutal, él era el enviado de Dios

La sabiduría de este mundo ha sido enloquecida por la electrocutación de Kenji

Él es mi salvador y mi lámpara, porque él absorbió todo ese voltaje mortal

Ahora sé que Dios me cuida y me ama, porque él envió a Kenji Sato a la silla eléctrica.”

También he escrito otros himnos como: “Oh, yo siempre amaré esa silla eléctrica” y también “Junto a la silla eléctrica do murió mi dulce Kenji”. “Pecador ven a Kenji y feliz para siempre serás”.

Ahora, imagínense también que la gente aceptara este mensaje y empezaran a llevar puestas pequeñas sillas eléctricas de oro o pusieran sillas eléctricas en las paredes de los templos o en el frente de los púlpitos. O en vez de la cruz roja tuviéramos la Silla Roja. O antes de cualquier competencia, los atletas en vez de hacer la señal d ela cruz, hicieran un señal de la silla como ademán de la buena suerte.

Piensen, ¿cuál sería su reacción ante todo ello? Tal vez dirían que se trata de la religión más estúpida que jamás se haya inventado.

Sin embargo, la ofensa que causa, la estupidez o las escenas de idiotez que la rodean, no es totalmente diferente de la manera en que la gente ha considerado, o considera hoy el escándalo de la cruz. Y es que es un verdadero escándalo: un judío que murió por mis pecados, en mi lugar, y que el destino de mi alma dependa de que yo crea y confíe en eso, es completamente una tontería.

Viajemos a la ciudad de Corinto en el primer siglo. En ese tiempo, la crucifixión –invento de los romanos- era un asunto de vergüenza, de burla y ridículo. Estaba reservada sólo para los crímenes de mayor bajeza y par los delincuentes más odiados. Para los judíos era algo que detestaban. Deteronomio 21:23 dice que maldito por Dios es el colgado en un madero.

Además, en este tiempo de la historia, no existía el arte cristiano. A nadie que hubiera visto una crucifixión se le hubiera ocurrido hacer de ella una pieza de arte o una prenda de joyería. La imagen que ella provocaba era espeluznante.

Tomando en cuenta la vergüenza, la humillación y el escándalo que representaba la cruz, los creyentes corintios pensaron que era mejor olvidarse de ella y avanzar buscando otras cosas. Ellos estaban fascinados con muestras de poderes espirituales, los dones de lenguas, los milagros y la sabiduría de los filósofos incrédulos. No querían las noticias de un judío muerto vergonzosamente, sino querían disfrutar y exhibir un poder espiritual que los elevara a algún estado espiritual superior a los demás. Querían un Cristo sin una cruz para alimentar su hambre de poder, fama, experiencia sobrenatural, sabiduría y posición social.

¿Cómo responde Pablo a todo esto? Su respuesta nos dice que ir más allá de la cruz no es avanzar, sino abandonar a Cristo. El mensaje de la cruz es absoluto y está por encima de cualquier sabiduría humana.

Para ser sincero, me parece que a 2 mil años de distancia, el panorama actual no ha cambiado mucho. Hoy la mayoría de los cristianos parece que ha abandonado la centralidad del evangelio no sólo de los púlpitos o las aulas de clase, sino en general de la vida de los creyentes. Creo firmemente que la nuestra es una época que yo la llamaría como la post-evangélica. Como que hemos ido más allá del evangelio. Hemos dejado el mensaje sencillo de la cruz y nos hemos dado a la búsqueda de otros mensajes que sean más actuales con las necesidades que percibimos. Como que hemos superado ese período y estamos avanzando hacia otras dimensiones desconocidas.

Por ello quiero reflexionar sobre la manera en que Pablo enfrenta ese grave problema de dejar el evangelio.

Veamos cómo es este mensaje del evangelio.

1. EL EVANGELIO PRODUCE UN DOBLE Y PARADÓJICO EFECTO: LOCURA... Y PODER DE DIOS (1:18)

Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan, esto es, a nosotros, es poder de Dios.

Porque los judíos piden señales, y los griegos buscan sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios.

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