El Que Está Conmigo Es Mayor.

4 Hijos míos, ustedes son de Dios y han vencido a los falsos profetas, porque mayor es Aquél que está en ustedes que el que está en el mundo.

5 Ellos son del mundo; por eso hablan de parte del mundo, y el mundo los oye.

6 Nosotros somos de Dios. El que conoce a Dios, nos oye; el que no es de Dios, no nos oye. En esto conocemos el espíritu de la verdad y el espíritu del error.

• Es muy fácil atemorizarse por la perversidad que vemos a nuestro alrededor y agobiarnos por los problemas que tenemos que afrontar.

• Es obvio que la maldad es más fuerte que nosotros. Juan nos asegura, sin embargo, que Dios es mucho más poderoso. El vencerá todo lo malo ¡y su Espíritu y su Palabra moran en nuestro corazón!

• En tiempos de crisis, donde el mundo espiritual se convulsiona por los planes de Dios, con mayor razón los cristianos debemos afirmarnos en la fe y no creer a los falsos profetas que por medio de la palabra y sus artilugios quieren opacar el poder de Dios.

I. Nosotros somos de los vencedores.

A. Somos de Dios.

• Juan les está recordando a los cristianos, quien son y en quien estamos.

• La expresión griega (eimi) hacer referencia al verbo ser o estar. Soy y estoy en Dios.

• La Biblia nos explica muchas veces el poder que existe en la relación ser hijo por medio de Cristo.

Él nos da poder para vivir y movernos, y para ser lo que somos. Hch 17:28

• Por medio de Jesús fuimos hechos hijos de Dios.

• Y como hijos tenemos poder y autoridad para acceder a todo lo que es de Dios.

• Los seres creados por Dios, como los ángeles, aunque tienen más poder que nosotros, no tienen el titulo de ser hijos, ni son herederos de toda riqueza, como lo somos los que hemos sido salvos por medio de Jesús.

• Ellos no tienen la autoridad que les fue entregada a los hijos de Dios y aún Dios los a puesto como servidores a nuestra disposición.

Porque los ángeles son solamente espíritus que sirven a Dios, y él los envía para ayudar a toda la gente que Dios habrá de salvar. Heb. 1:14

• Los cristianos muchas veces nos olvidamos de nuestro estatus de príncipes en el reino de Dios.

• Nos olvidamos que tenemos la posición de reyes y sacerdotes. Que somos quienes gobiernan en los lugares celestiales junto a Cristo Jesús.

• Que ese poder fue entregado a la iglesia, y nosotros como parte de esa iglesia somos los que hoy anunciamos de quien es el poder y la autoridad y a quien fue dado el poder:

10 Así, por medio de la iglesia, los ángeles y los espíritus poderosos de los aires sabrán ahora que Dios es sabio en todo. Efesios 3.10

• Es por medio de la iglesia que se ejerce el poder y la autoridad de Cristo y como se instala el Reino de Dios en este mundo.

B. Somos vencedores

• El Espíritu Santo nos quiere recordar que también somos vencedores.

• Nosotros somos los que vencemos a los falsos profetas.

• Muchas veces pensamos que los falsos profetas solo son aquellos que anuncian algún mensaje el cual no se cumple, dentro de la iglesia.

• Ese es un tipo de falso profeta. Pero la Biblia también habla de falsos profetas refiriéndose a los adivinos, a los brujos, a los astrólogos, a los parasicólogos, a los sacerdotes o paes de santos… y cuanto otro anuncie mensaje o palabra que no nace de la boca de Dios.

• Este tipo de persona, que anuncian un mensaje que no es de Dios, sino del diablo, aparecen con mucha más frecuencia en los tiempos de crisis, por la necesidad humana de tratar de saber que nos depara el futuro.

• En la Biblia encontramos la historia de uno de esos falsos profetas, un brujo, que como todos ellos, intenta evitar que una persona escuche el verdadero mensaje y la única salvación que viene por medio de Cristo.

• En el libro de los hechos encontramos una historia que ocurrió en la isla de Pafos.

Después atravesaron toda la isla y llegaron al puerto de Pafos. Allí encontraron a Barjesús, un judío que hacía brujerías y decía que hablaba de parte de Dios Barjesús era amigo del gobernador de Chipre, que era un hombre inteligente. El gobernador, que se llamaba Sergio Paulo, mandó llamar a Bernabé y a Saulo, pues tenía muchos deseos de oír el mensaje de Dios. Pero el brujo Barjesús, al que en griego lo llamaban Elimas, se puso frente a ellos para no dejarlos pasar. Elimas no quería que el gobernador los escuchara y creyera en el Señor. (Hechos 13:6-8)