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Summary: La vida cristiana requiere de esfuerzo y entrega para poder cumplir la voluntad de Dios.

Hebreos 12:1, 2

Esfuerzo -

Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas. Josué 1:9

Esforzaos a entrar por la puerta angosta... Lucas 13:24

Desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos sufre violencia, y los violentos lo arrebatan. Mateo 11:12

La ley y los profetas eran hasta Juan; desde entonces el reino de Dios es anunciado, y todos se esfuerzan por entrar en él. Lucas 16:16

Pero antes de esforzarnos, hay que entregarnos a la voluntad de Dios. Todos nuestros esfuerzos terminarán en frustración si nos esforzamos sin entregarnos primero.

Entrega-

Muchas de las veces la voluntad humana está en contra de la voluntad divina. Por eso el Apóstol Pablo dice en Romanos 12:1, 2 Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Mateo 7:21 Cristo dijo, “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos.”

Hay una lucha inmensa en el corazón y en la vida de muchos cristianos porque no se han entregado por completo al Señor y siguen esforzándose aún en contra de su voluntad, como si algún día Dios cambiara de opinión.

Note usted algunos ejemplos bíblicos de personas que se entregaron a la voluntad de Dios:

Noé - hizo todo lo que Dios le mandó y resultó en la salvación de toda la raza humana.

Cuando Dios preguntó, “¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros?”, Isaías respondió, “Heme aquí, envíame a mí.” Su entrega resultó en un ministerio profético que sigue ministrando a millones de vidas hasta hoy.

Cristo dijo, “Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad.” Y resultó en la salvación de nuestras almas y la de todo aquel que en cree.

Es necesario que oremos, pidiendo la ayuda de Dios en rendirnos a su voluntad. Salmo 143:10 dice, “Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios...”

Cristo indicó que el hacer la voluntad de Dios era señal de una relación divina con él. “Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, ése es mi hermano, y hermana, y madre.” Mateo 12:50

Romanos 8:14 dice, “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.”

Cristo es el ejemplo divino que seguimos. Él dijo, “No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre.” Juan 5:30

En Getsemaní, Cristo oró, “Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu voluntad.” Mateo 26:42

El entregarnos a la voluntad de Dios, nos lleva a la vida eterna. Juan el Apóstol dijo, “Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.” I Juan 2:17

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Craig Benner

commented on Feb 2, 2012

Hey it is good to see that you have put a message on sermoncentral. Keep up the good work.

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