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Summary: Consideraremos un término muy común, juicioso. Lo usamos tanto que perdemos el significado más profundo. Ser juicioso no solamente se refiere a un comportamiento. Se refiere a todo lo que genera ese comportamiento.

¡Marca la Diferencia! — Juiciocísimo

16 Noviembre 2014

Introducción

Los que no saben, yo tengo cuatro hijos. Como se pueden imaginar a veces nuestra casa es como un circo. Nos gusta pasar tiempo juntos. Nos reímos mucho. Sonreímos. Sin embargo, como cualquier otra familia no todos los días son así. Tenemos nuestros momentos difíciles. A veces como papá, tengo que imponer la ley, tengo que ser el duro y tener las conversaciones que nadie disfruta. En este momento como familia, estamos aprendiendo la importancia de ser responsables, pero en todo aspecto de la vida. Nosotros, mi esposa y yo, queremos preparar a nuestros hijos para la vida cuando no estén bajo nuestro techo, cuando sean grandes…adultos. Nuestro deseo es que sean adultos que contribuyan a la sociedad. Porque vivimos en una realidad donde hay muchas personas que son parásitos de la sociedad. No aportan. No ayudan. No contribuyen. Realmente hacen lo opuesto. Hacen todo lo que pueden para no tener que esforzarse. No asumen responsabilidad en nada. De verdad, nuestro mundo está lleno de personas conchudas. No quieren ser responsables. Como familia, estamos aprendiendo que cuando una persona no asume su responsabilidad, hace que otro la asuma. Eso es ser irresponsable.

Tenemos un modismo acá que es algo muy cultural. Lo usamos casi todos los días. Es la palabra juicioso. El título de la charla es Juiciocísimo. Tengo varios amigos que son costeños. Cuando les pregunto, “¿cómo están?” muchas veces me responden “¡Juiciocísimo!” A veces, me dicen “Estuve juiciocísimo trabajando toda la semana.” O, he escuchado, “Estuve juiciocísimo todo el fin de semana: me quedé en casa.” Nosotros también preguntamos, “¿juicioso? ¿juiciosa?” También puede ser una respuesta. “¿Cómo estás?” “Bien, gracias, juicioso.” Lo usamos con nuestros hijos, “Mi´jito sea juicioso en el colegio.”

¿Qué quiere decir eso? ¿Juicioso? Cuando yo le digo a Chandler, “Mijo sea juicioso,” ¿qué es lo que estoy pidiendo? Tal vez, “¡pórtese bien!” Estaba hablando con un amigo el otro día y eso es lo que me dijo. Mi´jito sea juicioso en el colegio. ¿Es decir que sólo queremos que se comporte bien? Ó ¿queremos más? ¡Piénsalo! Creo que va más allá. No sólo quiero que Chandler tenga un comportamiento que me agrada. Mi anhelo es que tome buenas decisiones con discernimiento. Que sea responsable. Que sea consecuente con sus desiciones. Que sea cumplido y confiable.

Nosotros vivimos en un mundo de mucha irresponsabilidad. Vivimos en una sociedad que usa el modismo, juicioso, pero la realidad nos dice que la gran mayoría de las personas no han sido juiciosas. ¿Quieres marcar la diferencia en este mundo? Sé juicioso de veras. No vivas como los demás. Marca la diferencia y sé responsable.

Yo recuerdo cuando era chico y mis papás me dejaban en la casa solito con mis hermanos menores. Me decían, “Estás encargado. Sé responsable.” Recuerdo que cuando salían de la casa mis hermanos y yo empezábamos a jugar y pasarla chévere. “Cuando el gato no está, los ratones hacen fiesta.” Sacábamos todos los juguetes y hacíamos mucho reguero. Comíamos. Dejábamos mucho desorden en la cocina. Y lo peor es que no pensaba en lo que mis papás me pidieron hasta que escuchaba la puerta del garaje abriendo y el motor del carro. Inmediatamente, me llenaba de terror por el regaño inminente y las consecuencias que iba a experimentar. Comenzaba a limpiar y organizar sabiendo que no había forma de terminar todo. A veces, me pegaban. A veces, me gritaban. A veces, me quitaban cosas que me gustaban. Sin embargo, lo peor fue cuando una vez mi papá simplemente me preguntó, ¿cuándo vas a aprender responsabilidad?

Quiero leerles un pasaje bíblico que es una historia muy parecida. Se encuentra en Marcos 13. Jesús estaba hablando acerca de las señales del fin del mundo y acerca de su regreso. Dijo, “Pero en cuanto al día y la hora, nadie lo sabe, ni siquiera los ángeles en el cielo, ni el Hijo, sino sólo el Padre. 33 ¡Estén alerta! ¡Vigilen! Porque ustedes no saben cuándo llegará ese momento. {Es como cuando era chico. No sabía cuando mis papás iban a regresar.} 34 Es como cuando un hombre sale de viaje y deja su casa al cuidado de sus siervos, cada uno con su tarea, y le manda al portero que vigile. 35 Por lo tanto, manténganse despiertos, porque no saben cuándo volverá el dueño de la casa, si al atardecer, o a la medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; 36 no sea que venga de repente y los encuentre dormidos. 37 Lo que les digo a ustedes, se lo digo a todos: ¡Manténganse despiertos!” Marcos 13:32-37.

Juiciocísimo

Dos preguntas claves

1. ¿Por qué necesitamos ser responsables?

a. Porque Jesús es el dueño. El pasaje dice, “Es como cuando un hombre sale de viaje y deja su casa al cuidado de sus siervos, cada uno con su tarea, y le manda al portero que vigile. 35 Por lo tanto, manténganse despiertos, porque no saben cuándo volverá el dueño de la casa…” Marcos 13:34-35. El dueño de la casa es Jesús y nosotros somos sus siervos. Nos ha entregado una tarea y debemos ser responsables en cumplirla. Cuando pienso en mi experiencia como chico, reconozco que no fui responsable con la tarea que mis papás me dieron. Actuaba como si fuera el dueño de la casa. Hacía lo que me se me daba la gana. Ignoraba la realidad que sólo era un administrador de los bienes y los dueños verdaderos eran mis papás.

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