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Ministrando El Uno Al Otro
Contributed by Stephen Boldin on May 20, 2011 (message contributor)
Summary: El apostol Pablo explica nuestro ministerio el uno al otro.
El autor Oscar Wilde fue un homosexual encarcelado, en desgracia y vergüenza, cerca de su muerte escribió: “Olvide por el transcurso de mi vida que lo que eres en secreto algún día lo gritaras del techo.”
LA PROMESA (V. 9) “No nos cansemos, pues, de hacer bien; porque a su tiempo segaremos, si no desmayamos.” La semilla plantada no produce fruta inmediatamente. Hay temporadas en el alma como hay temporadas en naturaleza, y necesitamos dar tiempo para que la semilla agarre raíz en la vida de una persona. No hay tal cosa como carácter instantáneo en el cristiano. No es como solo le agregas agua y ya está. Toma tiempo para cultivar y producir fruto en la vida cristiano. Pero si perseveramos, llevaremos fruto.
Pero aparte de Cristo no lo podemos hacer. Cristo dijo en Mateo 7:15-20. Y otra vez en Juan 15:5 dice, “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mi, y yo en el, este lleva mucho fruto; porque separados de mi nada podéis hacer.”
Y el Miracle Grow que le hechas a tu vida espiritual para hacerla crecer aun mas es la Fe. Hebreos 11:6 dice, “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que la hay, y que es galardonador de los que le buscan.”
Hay que decidir esta mañana cual clase de fruto vas a producir, espiritual o carnal. La espiritual dura la eternidad pero lo carnal es temporal. Cristo dice en Mateo 6:19-21, “No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde este vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón.”
Vamos a orar. Padre celestial, ayúdanos a sembrar semillas que producen fruto espiritual en nuestra vida, y no carnal. Ayúdanos a ministrar a los que han sido sorprendidos en pecado. Que los restauremos en espíritu de amor y mansedumbre. Y sobrellevar las cargas de los demás. Gracias por darnos el privilegio de ser participes en tu obra de reconciliación. Amen.