Sermons

Summary: Pagar nuestras deudas es una evidencia de una buena relación con Dios

Romanos capítulo 13:7-8 dice: 7 Paguen a cada uno lo que le corresponda: si deben impuestos, paguen los impuestos; si deben contribuciones, paguen las contribuciones; al que deban respeto, muéstrenle respeto; al que deban honor, ríndanle honor. 8 No tengan deudas pendientes con nadie, a no ser la de amarse unos a otros. De hecho, quien ama al prójimo ha cumplido la ley.

En el capítulo 13 de la epístola a los Romanos el apóstol Pablo está abordando el tema de la actitud que los cristianos deben tener hacia las autoridades. Nos dice que las autoridades, al final de cuentas, son puestas por Dios y que tienen una función por la cual rendirán cuentas a Dios. Nuestra actitud debe ser de respeto y apoyo, por supuesto, en aquellas cosas que no contravengan la misma la ley de Dios.

En ese contexto, se nos da la instrucción de pagar a cada quien lo que le debamos. Pablo dice que algunos le debemos cosas tangibles y cuantificables tales como impuestos o contribuciones; pero el endeudamiento a veces no es sólo en cosas tangibles, y por eso dice, a otros le deben respeto u honra. No importa si es tangible o no tangible, si es cuantitativo o cualitativo, el punto está en ser un deudor responsable. Primero, un deudor que admite serlo y que no se escuda detrás de pretextos para no pagar y segundo, un deudor que puntualmente hace entrega de sus pagos ya sean cuantitativos o cualitativos, pero responsablemente paga sus deudas.

Ciertamente, en el contexto inmediato del versículo 7 se refiere a las autoridades, pero en el versículo 8 extiende este mismo principio de pagar lo que se debe responsablemente a todas las demás relaciones con nuestros prójimos y nos recalca: “No tengan deudas pendientes con nadie”.

No se está prohibiendo que contraigas deudas, pero sí se prohíbe que tengas deudas que no estés pagando responsablemente. Es mejor que no te endeudes, pero si debes…paga. Por eso, es muy importante pensar, orar y pedir consejo sabio antes de contraer una deuda. Porque una vez que la tengas, tu prioridad será pagarla. No puedes poner excusas, salvedades y racionalizaciones…si debes…paga. Ese es el principio que la Escritura nos enseña: No tengas deudas pendientes con nadie.

Entonces, la actitud y acción cristiana responsable sería no contraer deudas a la ligera e insensatamente y una vez contraídas, la prioridad es pagarlas pronta y oportunamente. Recupera tu libertad lo más pronto posible, porque como dice la Biblia, los deudores son “esclavos” de sus acreedores. No hay que postergar ni evadir el pago responsable de las deudas.

Ahora bien, en el versículo 8, se nos habla de una deuda que nunca dejaremos de pagar, por más pagos por adelantado, por más bonificaciones, por más letras que paguemos, esta deuda siempre quedará abierta. La Biblia dice: No tengan deudas pendientes con nadie, a no ser la de amarse unos a otros.

La Biblia nos enseña que tú y yo somos deudores de amor hacia los demás. No podemos decir: “es que ya amé demasiado”, ya “pagué” demasiado en lo que al amor se refiere hacia mi prójimo. Siempre quedamos deudores hacia nuestro prójimo y debemos seguir haciendo pagos de amor hacia él o ella. La razón es porque nuestro acreedor no es nuestro prójimo. Es decir, no estamos pagando de vuelta el amor que nuestro prójimo nos haya dado. No eso nos hace deudores hacia él. Nuestra deuda hacia al prójimo se ha contraído por el amor que hemos recibido del Padre celestial. El Padre nos amó tanto que envió a su Hijo para salvarnos cuando éramos aun pecadores. Tal amor recibido del Padre nos hace deudores hacia nuestro prójimo. Así como hemos recibido el amor del Padre, así mismo debemos dar amor al prójimo.

View on One Page with PRO Copy Sermon to Clipboard with PRO
Browse All Media

Related Media


Talk about it...

Nobody has commented yet. Be the first!

Join the discussion
;