Summary: Durante la entrada triunfal se mostraron muchas actitudes diferentes de los discípulos de Cristo, de los enemigos, de los indiferentes ¿cuál será la nuestra?

DOMINGO DE PALMAS (Escoge tu actitud)

Lucas 19:28-40

Lecturas complementarias:Zac.9:9-12 Mat. 21:1-11

¿Han presenciado algún desfile? Uno de los más bonitos que tenemos es el del 20 de Noviembre, hay bandas de guerra… gimnastas, karatecas, carros alegóricos, y muchas otras cosas, en un desfile uno nunca sabe qué es lo que viene después… y hay muchas sorpresas.

En los desfiles la mayoría de las cosas que pasan son bonitas, otras no tanto… ví a unas ancianitas que cerraban los ojos para no ver a los luchadores, y el sonido estruendoso de las tarimas cuando caían…

Nuestra vida es como un desfile, no sabes qué es lo que vendrá después… pero puedes decidir algo… tu actitud que vas a tener…

¿Alguna vez te han dicho: necesitas abandonar esa actitud… si tienes una mala actitud… en tu familia… puede destruir tus relaciones familiares… y causar heridas…

Chick Swindoll: “Entre más vivo, más me doy cuenta del impacto de las actitudes en la vida… Las actitudes son más importantes que los hechos en sí… que el pasado… que la educación… que el dinero…que las circunstancias, que los fracasos, que los éxitos, que lo que otras personas piensen, que lo que otras personas hagan, que las apariencias, que los talentos, Las actitudes pueden destruir una familia y una iglesia”

No podemos cambiar el pasado, no podemos cambiar lo inevitable, lo que podemos cambiar y escoger, es la mejor actitud.

La vida se compone de 10% de los eventos y 90% de nuestras actitudes ante esos eventos… Este domingo de Palmas es tiempo de revisar nuestra actitud, en la casa, con nuestros hijos, con nuestros hermanos en la iglesia, y nuestra actitud hacia Dios.

Notemos las actitudes que provocó el Domingo de Palmas, y notemos nuestra actitud cuando se manifieste… en la meditación de este texto.

A Jesucristo le quedaba menos de una semana por vivir… y él lo sabía perfectamente… Decidió manifestar públicamente que él era El Mesías prometido, El Rey de Gloria que el pueblo esperaba por cientos de años.

Llamó a dos discípulos:

Luc. 19:30-31 “Vayan a la aldea que está enfrente, y al llegar encontrarán un burro atado, que nadie ha montado todavía. Desátenlo y tráiganlo. Y si alguien les pregunta por qué lo desatan, díganle que el Señor lo necesita”

La palabra “Señor” = el Soberano, el Dueño, El que tiene toda autoridad.

Aquí viene la primera actitud en este Domingo de Palmas… imagínense que ustedes fueran uno de los 12 apóstoles y no los envió a ustedes por el burrito… ¿Te hubieras enojado porque no te escogió a ti?

Entre los creyentes es muy común esta actitud: “Aahh… yo me hubiera hecho cargo de la escuela dominical… Acuérdense que somos miembros del cuerpo de Cristo… unos manos… otros, ojos… etc… y el Señor sabe a quién le encomienda una labor… aún así decimos: ¿Por qué le darían el puesto de maestro…? Porque ha pagado el precio, estudiando… preparándose.

Otra actitud entre los dos discípulos que fueron por el burrito:

- ¿Cuánto dinero te dio Jesús para alquilar el burro?

- ¡nada! Yo pensé que te lo había dado a ti.

- Aahh… este maestro nuestro… cómo nos manda sin dinero… ahora vamos a pagar nosotros.

- ¿Vamos? Yo no traigo nada.

Ninguno de los dos discípulos le presentó alguna objeción al Señor… tuvieron una actitud correcta una actitud de fe: “Si me envió él sabe la razón, y su palabra es fiel”

Y empezaron a desatar el burrito… de repente:

- “Hey, ese es mi animal, a dónde llevan ése burro?... y salieron todos los de la casa y los vecinos con caras enojadas.

¿Qué hubiéramos hecho nosotros? Cuál hubiera sido nuestra actitud?

- “Yo no soy ratero, me confundí… agarré el burro equivocado… El Señor no les dijo que se defendieran, les dijo: le dicen: “El Señor lo necesita” El dueño inmediatamente cambió su actitud agresiva a cooperadora…¿Por qué? Lo más probable es que era creyente y con toda seguridad Dios ya había tratado personalmente con esa persona… hasta había preservado ése burrito sin usar… consagrado al Señor… qué hermosa actitud cooperadora… Mateo dice que el dueño mandó el burrito con todo y mamá…

Este burrito simboliza las cosas consagradas al Señor… sin uso… con uso exclusivo para el Señor…

¿Por qué Jesucristo escogió un burrito para hacer su entrada triunfal a Jerusalén?

Jesucristo escogió hacer su entrada triunfal a Jerusalén en un burrito para significar que entraba no para hacer guerra, sino para traer paz… no prepotente como los que entran en briosos caballos sino humilde… el no vino a matar sino a ser muerto; para que se cumpliera la profecía hecha con 600 años de anticipación:

Zac. 9:1 Alégrate mucho hija de Sión; da voces de Júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna.

Jesucristo sabía que la hora de poner su vida en sacrificio por nuestros pecados, había llegado… el quiso entrar a Jerusalén aclamado por todo el pueblo, él sabía que esto desencadenaría en el odio y la envidia de los líderes religiosos que finalmente resultaría en su muerte.

Jesucristo recientemente había estado en la ciudad de Jericó donde realizó dos de sus más espectaculares milagros, dio vista a un ciego y la conversión de zaqueo que terminó en una gran fiesta, de allí partió a Bethania seguido por una multitud que creían en Jesucristo como el Mesías.

Esta masa de seguidores aumentó con la resurrección de Lázaro en Bethania, más la fiesta que tuvo Jesucristo en la casa de Simón el Fariseo, así que cuando Jesucristo entró a Jerusalén montado en un pequeño asno estos seguidores cortaron palmas que significan que un rey poderoso y victorioso entraba a tomar posesión.

Y empezaron a gritar: ¡hosanna al hijo de David! ¡hosanna, bendito el que viene en el nombre del Señor! Esto significa: ¡Sálvanos ahora hijo de David! ¡Toma posesión de esta ciudad que perteneció a tu padre David y siéntate en su trono como rey de Israel. Ahora que Benedicto 16 estuvo en la catedral de León había unos letreros con estas palabras: “Bendito el que viene en el nombre del Señor” pero dirigidas a un hombre son gran blasfemia e idolatría.

En esos días la ciudad de Jerusalén estaba llena de gente hasta el tope… habían ido de todo el país a celebrar una de las fiestas más grandes de la nación: La pascua.

Imaginen que allí estaban ustedes… de repente escuchan… ¡Jesús de Nazaret está entrando a la ciudad, y la gente lo está aclamando rey! Y todos se fueron hacia el monte de los olivos donde la multitud procedente de Jerusalén se unió con los que venían con Jesús, a quién encontraron montado sobre un burrito… empezaron a tender mantos, aplausos y un mar de gente gritaban estruendosamente… ¡Hosanna! Hosanna al hijo de David, Hosanna en las alturas! = Sálvanos ahora hijo de David… Sálvanos desde lo alto de tu gloria! ¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor!

Qué bonita recepción… lo malo es que la mayoría de la gente realmente pensaba… sálvanos ahora de la opresión romana… toma el trono de Jerusalén que le perteneció a David de quien tu eres descendiente… sálvanos tu lo puedes hacer porque diste vista al ciego de Jericó y resucitaste a Lázaro, puedes con tu poder derrocar a los goyim = impuros, incircuncisos romanos. Si tu eres nuestro rey nos vas a alimentar milagrosamente, ya no vamos a trabajar, toda enfermedad nos vas a curar… vamos a ser inmortales… te queremos como rey, te queremos… ¡hosanna! Jesucristo les dice: ustedes me siguen porque quieren que les llene la panza… convenencieros… no les mostraré ningún milagro… entonces ¡crucifíquenlo! ¡Queremos a Barrabás!

Con seguridad entre el público estaban los indiferentes… nunca formaron parte del desfile, se quedaron a la orilla del camino tal vez dijeron un “Hosanna” o uno o dos aplausos… pero tenían otras cosas más importantes qué hacer… son personas que dicen que conocen a Jesús pero no tienen ningún compromiso en la iglesia, no se hacen miembros, no quieren servir.

También vemos otra actitud en este domingo de palmas… entre el público estaban los líderes religiosos, que eran protegidos de las autoridades romanas, a ellos no les convenía que Jesucristo llegara a implantar su reinado…

Ellos ya habían decidido deshacerse de Jesucristo, veamos cuál fue su actitud:

Luc 19:37 Cuando llegaban ya cerca de la bajada del monte de los Olivos, toda la multitud de los discípulos, gozándose, comenzó a alabar a Dios a grandes voces por todas las maravillas que habían visto,

Vv 38 diciendo: ¡Bendito el rey que viene en el nombre del Señor; paz en el cielo, y gloria en las alturas!

Vv39 Entonces algunos de los fariseos de entre la multitud le dijeron: Maestro, reprende a tus discípulos.

¿Se pueden imaginar la rabieta y el pánico de los fariseos? Ellos sí comprendían muy bien lo que querían decir esas alabanzas Lo que los escribas y fariseos querían es que Jesucristo aclarara:

“No me deben dar este culto… yo no soy el Mesías prometido en las escrituras” Pero Jesucristo no podía negar quién era él a pesar de la actitud de envidia, hostilidad y odio de los religiosos.

Esta actitud es muy común allá afuera… cuando nosotros decimos que “Jesucristo es el camino, la verdad y la vida y nadie viene al Padre sino por mi” Se enojan… y la virgen dónde la dejan? Y a mi judas Tadeo dónde lo echan?

No se enojen contra nosotros… enójense con Jesucristo que fue el que dijo eso… o si quieren cambiar a una actitud mejor… reciban a Jesús como el único camino, la única verdad, y nadie va al cielo sino por Jesús.

Si los religiosos hubieran logrado que las alabanzas a Jesús terminaran… Jesús dijo que las piedras empezarían a gritar: Hosanna, Bendito el que viene en el nombre del Señor, hosanna al hijo de David”

Entonces veamos, en la multitud de la entrada triunfal había verdaderos creyentes, otros enemigos de Jesús, otros que seguían a los demás, toda la gente va para allá… allá voy también yo… pero también había unos que eran seguidores gentiles….

Jn. 12:20 Había ciertos griegos entre los que habían subido a adorar en la fiesta.

21 Estos, pues, se acercaron a Felipe, que era de Betsaida de Galilea, y LE ROGARON diciendo: Señor, QUISIERAMOS VER A JESUS.

Vean… estos no querían milagros, ni pretendían un puesto político en caso de que Jesús tomara el trono en Jerusalén mucho menos lo odiaban… solo querían estar con el, conocerlo… querían verlo.

Felipe no supo qué hacer en esta situación fue a consultar con Andrés… y los dos fueron a comunicarle a Jesús y el les dio esta respuesta:

Jn 12:23 “Ha llegado la hora en que el Hijo del Hombre sea glorificado”

Felipe y Andrés han de haber pensado….¿Entonces en verdad va tomar el trono de David? ¿Va a ser coronado Rey de Israel? … ¡Qué bueno… este es el mejor momento porque todo Israel te apoya… va a ser muy fácil que tomes el poder… pero luego lo que siguió diciendo Jesús los dejó totalmente sorprendidos:

Jn. 12:24 De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.

En otras palabras Jesús les estaba diciendo: yo no puedo salvarlos por medio de un movimiento social, político, no los puedo salvar por medio de un movimiento revolucionario, por un golpe de estado, no los puedo salvar por medio de un movimiento religioso, si yo fuera trasladado como Enoc, no los puedo salvar, si fuera llevado al cielo por un carro de fuego como Elías no los puedo salvar… sino por mi muerte.

Aún los dos animales reconocieron a su creador, ¿qué sucede cuando uno se sube a un burrito que no está acostumbrado a que lo monten? Repara hasta tirar al jinete contra el suelo… pero este fue mansito… permitiendo que el Señor se subiera y lo llevó dócilmente, aquí vemos una actitud muy ejemplar del burrito… que nos debería de servir a nosotros.

Sal 24:7-10 “¡Ábranse, puertas eternas! ¡Quédense abiertas de par en par y entrará el Rey de la gloria. ¿Quién es este Rey de la gloria? ¿Es el Señor, el fuerte y valiente! ¡Es el Señor, valiente en la batalla! ¡Ábranse, puertas eternas! ¡Quédense abiertas de par en par, y entrará el Rey de la gloria! Quién es este Rey de la gloria? ¿Es el Señor todopoderoso! ¡Él es el rey de la gloria!

¿Qué significa esto? = Que debemos entregar todo nuestro corazón a Jesucristo… darle la bienvenida a todas las áreas de nuestra vida… aunque nos duela dejar a la amante… la botella… y le decimos a Jesús: aquí no entres… aun no estoy preparado para darte la bienvenida en esta área de mi vida…

Cuando Jesucristo entró en Jerusalén, tenía en mente la crucifixión del viernes… “me amó y se entregó a sí mismo por mi” se merece que nos entreguemos totalmente a él… y que en este domingo de entrada triunfal a Jerusalen… Jesucristo haga una entrada triunfal en cada corazón… y le digamos: bendito el rey que viene en el nombre del Señor, Hosanna.