Summary: La encontraron y descubrieron que la señal astral no era la fuente de su esperanza, no era de lo que se necesitaban depender. Encontraron a el que creó la estrella. El Rey de reyes.

La Expectativa de la Esperanza: ¿Cuál es tu signo?

11 enero 2015

Introducción

Quiero hacerles una pregunta. La pregunta es un poquito rara especialmente porque la estoy haciendo en una iglesia cristiana y en una charla. Pero de todos modos se la voy a hacer. … ¿Cuál es tu signo? … ¿Cuántos de ustedes saben cual es su signo? Yo sé cual es el mío…Piscis. Tal vez algunas personas no saben a que me refiero. De pronto es como el griego para ti. Pues, de verdad los signos sí provienen del griego, o más bien de un área de estudio que los griegos tenían. Se llama astrología, el estudio de los astros. Claro, la astrología existía antes de los griegos. La raza humana siempre ha mirado las estrellas. Y muchas personas han creído y creen que las señales astrales poseen el secreto de la vida. Creen “…que las posiciones de los astros tendrían relación con los rasgos de la personalidad de una persona, con los sucesos importantes de su vida y con sus características físicas.” (Wikipedia, http://es.wikipedia.org/wiki/Astrolog%C3%ADa)

Los signos derivan del zodiaco. El zodiaco es una palabra griega, zoon-diakos, y significa rueda de los animales. Básicamente es una banda de grupos de estrellas y la relación que tienen con las posiciones del sol y de los planetas. Los grupos de estrellas, o constelaciones, definen los doce signos zodiacales y representan un animal. Cada signo representa también un periodo de tiempo. Con esas fechas, se determina tu signo. MOSTRAR IMAGEN DE LOS SIGNOS En mi caso, nací el 11 de marzo. Lo cual significa que el signo de Piscis me corresponde.

Los astrólogos estudian los astros del zodiaco y hacen predicciones. Eso se llama el horóscopo. Muchas personas creen que pueden sacar sabiduría y consejo para sus vidas a través de su horóscopo. ¿Qué opinan ustedes? ¿Creen que podemos sacar los secretos del universo y de nuestras vidas mirando las señales astrales?

La Historia de los Sabios

Hace 2.000 años más o menos había unos sabios del Medio Oriente (hoy en día el lugar se conoce como Iraq). MOSTRAR IMAGEN DE LOS SABIOS Ellos también miraban los cielos buscando señales, buscando el significado de la vida, buscando sabiduría. Los podemos encontrar en Mateo 2. “Después de que Jesús nació en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, llegaron a Jerusalén unos sabios procedentes del Oriente. 2 ¿Dónde está el que ha nacido rey de los judíos? preguntaron. Vimos levantarse su estrella y hemos venido a adorarlo.” Mateo 2:1-2. Aquí dicen que eran sabios del Oriente. Eran los profesores y los profesionales de su época. Eran inteligentes, educados, entrenados en medicina, historia, religión, profecía y astronomía. En aquella época, muchas personas relacionaron el estudio de los astros con la búsqueda de Dios. Estos sabios estaban buscando a Dios. Querían contestar las preguntas más fundamentales de la vida. ¿Quién soy yo? ¿Por qué existo? ¿A dónde voy?

Vieron una estrella. Y esa estrella captó su atención totalmente. Sabían que era una señal de Dios. En aquella época era común asociar el nacimiento de un rey con fenómenos celestiales extraordinarios. No puedo explicar como lo sabían pero sabían que había nacido un rey, y específicamente un rey de los judíos. Era una fenómeno tan particular que siguieron la estrella hasta Jerusalén. Llegaron a la capital de Israel, al pie del rey Herodes buscando al recién nacido rey de los judíos. Le preguntaron a Herodes, “¿Dónde está el que ha nacido rey de los judíos? … Vimos levantarse su estrella y hemos venido a adorarlo.” Mateo 2:2.

¿Con quién estaban hablando? El rey actual de los judíos de aquella época. Y ¿qué querían hacer? Adorar el nuevo rey de los judíos. Como podemos imaginarnos, al rey Herodes no le gustó la idea. Pues, desde su punto de vista, él merecía la adoración de los sabios porque él era el rey actual. Leamos lo que pasó. “Cuando lo oyó el rey Herodes, se turbó, y toda Jerusalén con él. 4 Así que convocó de entre el pueblo a todos los jefes de los sacerdotes y maestros de la ley, y les preguntó dónde había de nacer el Cristo. 5 En Belén de Judea, le respondieron, porque esto es lo que ha escrito el profeta: [Herodes se turbó, pero recordó que había una profecía. Recordó que Dios iba a enviar al mesías. Por lo tanto, preguntó dónde había de nacer el Cristo (el mesías). E interesantemente los sacerdotes y maestros de la ley no tenían que realizar una investigación intensiva. Inclusive, parece que tenían la profecía memorizada. Ellos citaron a Miqueas cuando dijeron,] 6 “Pero tú, Belén, en la tierra de Judá, de ninguna manera eres la menor entre los principales de Judá; porque de ti saldrá un príncipe que será el pastor de mi pueblo Israel” *Miqueas 5:2*. 7 Luego Herodes llamó en secreto a los sabios y se enteró por ellos del tiempo exacto en que había aparecido la estrella. 8 Los envió a Belén y les dijo: Vayan e infórmense bien de ese niño y, tan pronto como lo encuentren, avísenme para que yo también vaya y lo adore.” Mateo 2:3-8. ¿Creen que Herodes de verdad quería adorar al nuevo rey? Si han escuchado la historia, saben que realmente no quería adorarle. Inclusive, estaba tramando un plan para matarlo porque no quería perder su poder, no quería ceder ni un poquito de la adoración que creía que recibía de su país. Inclusive, estaba dispuesto a “…matar a todos los niños menores de dos años en Belén…” Mateo 2:16.

Sigamos la historia. “Después de oír al rey, siguieron su camino, y sucedió que la estrella que habían visto levantarse iba delante de ellos hasta que se detuvo sobre el lugar donde estaba el niño. 10 Al ver la estrella, se llenaron de alegría. 11 Cuando llegaron a la casa, vieron al niño con María, su madre; y postrándose lo adoraron. Abrieron sus cofres y le presentaron como regalos oro, incienso y mirra.” Mateo 2:9-11.

Aquí tenemos una gran diferencia entre los sabios y el rey Herodes. Ellos de verdad querían encontrar al rey bebé para adorarle. Y eso fue lo que hicieron. “Cuando llegaron a la casa, vieron al niño con María, su madre; y postrándose lo adoraron…[y luego] le presentaron…regalos…” Mateo 2:11. La secuencia de eventos es importante. Primero, se postraron delante de Jesús, luego lo adoraron y después le presentaron regalos.

Los sabios…

I. Se postraron delante de Jesús

La palabra griega traducida como “se postraron” está llena de significado. Es la misma palabra usada para describir cuando uno cae muerto. Por ejemplo, Hechos 5:5 dice que Ananías cayó muerto. Es el mismo término griego (pepto) de Mateo 2 cuando los sabios se postraron delante de Jesús. El término también ser refiere a la actividad física de mostrar reverencia o rendir homenaje.

Cuando los sabios se postraron delante de Jesús demostraron que habían reconocido su posición delante del Rey. Con el acto sincero de postrarse, hicieron morir cualquier ambición egoísta. De verdad reconocieron a Jesús como el Rey de reyes.

De manera igual, necesitamos reconocer a Jesús como el Rey—el Rey de nuestras vidas. O sea, tenemos que hacer morir el pensamiento de que podemos vivir como queremos, hacer lo que nos de la gana. Si conoces a Cristo, él te ha comprado con su sangre y ya no deberías vivir para ti mismo o para alguien más. No solamente puedes aceptar a Jesús como tu Salvador sino también necesitas aceptarlo como Señor. Todos necesitan postrarse delante de Él.

II. Lo adoraron

Al postrarse delante de Jesús, los sabios lo adoraron. ¡En ese orden! Primero, se postraron y luego lo adoraron. Si nosotros no hemos aceptado a Jesús como nuestro Señor, no lo hemos reconocido como Rey, nuestra adoración no sería auténtica, no sería sincera porque estaríamos reservando una parte o toda nuestra adoración. Adoración incompleta no es adoración.

Si hoy hemos llegado y no estamos bien con Dios, nuestra relación con él está rota, ¿cómo podemos pretender de adorarle con una canción? Si tu vida no refleja tu rendición a Jesús, ¿cómo puedes presentarle un regalo? ¿Cómo puedes rendirle homenaje o una ofrenda de alabanza?

III. Le presentaron regalos

Sólo después de haberle adorado, los sabios le presentaron regalos. “Abrieron sus cofres y le presentaron como regalos oro, incienso y mirra.” Mateo 2:11.

¿Quieres ofrecerle a Jesús una ofrenda? Puede ser una ofrenda económica como el diezmo, la ofrenda misionera o la ofrenda de amor. Tal vez quisieras ofrecerle una ofrenda de tus talentos, o sea usarlos para el servicio de Él. Como pastor quiero que lo hagas, pero ojalá que tu adoración sea más que una canción, más que un sobre que contiene unos billetes. Quiero que tu adoración sea más que tus talentos. De verdad quiero que tu vida sea tu adoración. Que sea tu sacrificio vivo. El apóstol Pablo dijo, “Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacrificio vivo, santo y agradable a Dios. 2 No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.” Romanos 12:1-2.

Alguna vez, ¿has recibido un obsequio de alguien que realmente te ha maltratado? ¿Cuál era tu opinión de ese regalo? ¿Lo querías? ¿Te importaba? Yo recuerdo una vez cuando un chico en el mismo salón de mi hijo, le pegó a mi hijo con su lonchera y consecuentemente dos dientes se cayeron. La verdad el chico lo hizo sin querer, pero después de haberse dado cuenta que sacó dos dientes, el chico celebró y gritó. Claro, eso fue un problema. La rectora del colegio habló con los papás del niño y el niño tenía que pedir perdón. Después de unos días lo hizo, pero con una actitud muy fea y luego ofreció una tarjeta y un regalo. ¿Qué opinan ustedes? ¿Creen que mi hijo estaba muy feliz y agradecido por el regalo? ¿Creen que a mi hijo le importaba esa tarjeta? Para nada. La vida detrás el regalo es lo que realmente vale. Un regalo sin un trasfondo sincero no vale mucho. Es igual en tu vida espiritual. Si tu vida no refleja tu adoración, los “regalos” que ofreces a Dios no valen mucho.

Conclusión e Invitación

En muchos países latinos se celebra el festivo de los Reyes Magos. Los llaman reyes, pero realmente no eran reyes. Eran magos, pero no en el sentido de magia. Se llaman magos por la palabra original que se usaba en la Biblia. Uno de los significados de ese término es una persona sabia. En la Nueva Versión Internacional, una traducción de la Biblia, se usa la palabra sabios. De verdad eran sabios porque en primer lugar reconocieron a Jesús como el Rey de reyes y se postraron delante de él. Si todavía no has tomado la decisión de confiar en Jesús como tu Salvador, puedo decirte que si la tomas, sería la decisión más sabia de tu vida. Tal vez has luchado con esa decisión por un tiempo. Quiero darte el espacio y el tiempo de decidir hoy. ¿Hay alguien que me dirías, estoy listo. Quiero tomar una decisión por Jesús? No dependas de cosas como el zodiaco. No dependas del horóscopo. No dependas de señales astrales. Dios ya ha enviado la señal más efectiva, su propio Hijo.

Tal vez, conoces a Jesús y estás luchando con una decisión — si vas a seguir el camino de Jesús, si vas a obedecer las Escrituras. Recuerda, por favor, que si quieres ofrecerle algo como los sabios, necesitas presentarle tu vida como un sacrificio vivo primero. Lo cual significa que tienes que postrarte delante de Él y luego adorarlo. Si lo haces, te prometo que Dios te bendecirá. Eso fue lo que hizo con los sabios. Por su obediencia y su adoración sincera, Dios los salvó de las garras del rey Herodes. Dios les advirtió de que no volvieran a Herodes. “Entonces, advertidos en sueños de que no volvieran a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino.” Mateo 2:12. Dios quiere guiarte en tu vida, lo hará pero necesitas seguir el mismo proceso que los sabios. No seas como Herodes. Él hacía todo lo posible para lograr sus propias ambiciones. Dios nunca lo bendecía.

Les ruego que sean sabios como los sabios de Mateo 2.