Domingo de Pasuca
Escuché la historia del organista de una iglesia que se quedó dormida una mañana de Pascua. Ella contó, "El servicio estaba programado para las 6:30 y a las 6:31 el ministro me llamó para saber si iba a llegar. Como vivo cerca de la iglesia, estuve frente al órgano a las 6:45. El año siguiente mi teléfono sonó a las 5:45. Al contestar escuché el anuncio del ministro que decía: “Cristo ha resucitado y será mejor que tu resucites también.”
Hace muchos años, cuando Nikita Khrushchev, anterior líder de la Unión Soviética murió, el partido comunista que había descartado a Nikita Khrushchev como su líder, se sentía incómodo de sepultar su cuerpo en tierra soviética.
Ellos preguntaron primero al entonces Presidente de los Estados Unidos, Richard Nixon, si los Estados Unidos estarían dispuestos a recibir su cadáver. Nixon tenía sus propios problemas en esos momentos y la respuesta fue negativa.
Entonces los líderes soviéticos recurrieron a la Primera Ministra de Israel, Golda Meir. Mrs. Meir aceptó recibirlo pero con una nota de precaución. “Debo advertirles” les dijo, ‘que esta tierra tiene el más alto grado de resurrección en el mundo.”
Pues bien, Mrs. Meir estaba correcta —Israel guarda el más alto grado de resurrección. Y, en caso de que se despierte en ustedes la curiosidad - el mayor grado de resurrección radica en una persona, Jesus de Nazareth. Y es así por lo que nosotros nos reunimos aquí este día.
Sheila Cassidy, en su libro que habla del cuidado pastoral para los moribundos, lo resume como un "panorama pascual.” Sin un punto de vista que una el dolor de la cruz con la alegría de la resurrección, quienes cuidan de estas personas arriesgan ser dominados por la situación y sentirse totalmente acabados.
¡Sí! Nosotros vivimos en un mundo terrorista, de pestes y de muerte. Pero, en el Jardín de la Pascua, el mundo cambia.
El mundo es un lugar donde milagros y maravillas tienen lugar; donde la vida es más fuerte que la muerte.
"Es maravilloso saber que a pesar de las apariencias contrarias, este es un mundo Pascual.”
La Esperanza es nuestro mayor regalo al mundo.
Si hemos comprendido adecuadamente esta historia - que se extiende del Viernes Santo al Domingo de Pascua - entonces con la gracia de Dios nos daremos cuenta de que no existe nada, absolutamente nada que nosotros no podamos vencer.
Esta fiesta no es sólo acerca de la resurreción de Jesús, sino también sobre nuestra propia resurrección.
Nos hace ver la forma en que Dios toca lo que está muerto dentro de nosotros, de nuestra familia, de nuestros amigos, nuestra Iglesia, o nuestro mundo, y les infunde nueva vida – no la vida anterior que terminó, sino una nueva vida.
Para que esto suceda necesitamos tener paciencia, pero sobre todo, esperanza. La resurrección de Cristo no tuvo lugar el mismo día de la crucifixión. Tomó un tiempo.
Si somos pacientes, si confiamos, y si vivimos en la esperanza, el Dios de la vida tomará acción. A veces en forma espectacular, pero mayormente en maneras modestas y silenciosas. Dios extrae de dentro de nosotros una vida escondida que nunca hubiésemos sido capaces de ni siquiera soñar que poseíamos.
Porque si uno supiera que al final todo va salir bien . . . ¿No calmaría esto nuestros temores?
Mucho de lo que sucede está fuera de nuestro control pero no fuera del control de Dios. El nos dará el poder de enfrentar el futuro. En Filipenses 4:13 leemos: ‘Todo lo puedo en Cristo que me fortalece’.
