Summary: Cuando me preguntan que se hace en la Iglesia yo contesto con el acrónimo PESCA: Proclamar, Enseñar, Servir, Compartir, Adorar.Hoyhablaremos de Enseñar La Palabra de Dios.

UN SERMON TAL VEZ NO TAN “GUAO (WOW)”.

Salmo 119:105; 2 Ti. 3:16,17.

Introducción:

Cuando me preguntan que se hace en la Iglesia yo contesto con el acrónimo PESCA: Proclamar, Enseñar, Servir, Compartir, Adorar.

El área en la que sirvo en esta iglesia es en la E: Educación Cristiana.

¿Qué es la Educación Cristiana?:

La Educación Cristiana es el ministerio de llevar a la gente a la madurez en Jesucristo. Efesios 4:13 nos dice “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo”.

La madurez es multifacética y abarca cuerpo, espirtu y mente. Para que la educación cristiana sea buena, debe por sobre todo ser cristiana y a la vez educativa, formadora de cristianos maduros, completos, que puedan dar frutos para la Gloria de Dios.

Para lograr eso usamos un libro de texto, aquel que nos habla de Cristo y de sus enseñanzas.

Sobre ese libro de texto, La Biblia, quiero que meditemos hoy.

¿Por qué es tan importante la Palabra de Dios? Porqué contiene la revelación, la mente y la voluntad de Dios para nuestras vidas (2 Ti. 3:16,17, NBD): Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto. 17 Dios la usa para preparar y capacitar a su pueblo para que haga toda buena obra.

La Biblia nos muestra que solo hay un Camino, Una verdad, una Vida: Jesucristo. Y para los que le aceptamos como Señor y Salvador es la única fuente de autoridad divina y absoluta, nuestra Regla de fe y Practica.

¿Qué debemos hacer con La Biblia?

Muchos han tratado de destruirla, otros han sufrido y aun muerto por ella. Tú tal vez tienes un ejemplar de ella en tu mano ahora o bajaste una aplicación en tu teléfono móvil. ¿Es eso suficiente? Te invito a:

I- LEER la Biblia:

Este es el primer paso que debemos dar: leer La Biblia para obtener un conocimiento general de Dios, de su persona y carácter y de su propósito de salvar al ser humano. Muchas personas han aceptado a Cristo con solo leer La Biblia.

Nuestro objetivo en la lectura es llegar a conocer a Dios, aprender Sus caminos y entender Su propósito para este mundo y para cada uno de nosotros.

Al leer la Biblia, aprendemos acerca de la interacción de Dios con la humanidad a lo largo de la historia, Su plan de redención, Sus promesas y Su carácter. Vemos cómo es la vida cristiana y lo que Él espera de nosotros.

Se debe tener un plan para leer La Biblia. No abrir y leer lo que aparezca, sino leer ordenadamente, por ejemplo, un libro del A.T. luego uno del N.T. etc.

La lectura debe hacerse en oración y meditación para que el Espíritu Santo nos guie a encontrar la respuesta de Dios a nuestras inquietudes. ¿Cuántas veces hemos leído un pasaje y encontramos en él algo que no habíamos visto antes y que da respuesta a nuestra situación en ese momento?

Leer la Biblia no es una carrera de velocidad, es un maratón. Sé que en enero se hacen desafíos de "Lea la Biblia en 6 meses, en un año", pero leer la Biblia no es una carrera desde Génesis hasta Apocalipsis. Es un romance. Se basa en su relación con Dios un día a la vez. Y no puedes apresurar un romance. Entonces, ¿por qué te apresuras a leer tu Biblia?

Leer La Biblia incluye también memorizarla: los pasajes que memorizamos son el mejor instrumento para clamar a Dios, para asirnos de sus promesas en medio de las pruebas. Memorizar las Escrituras produce en nosotros un pozo del que podemos beber continuamente, especialmente en los momentos en que no podemos leer nuestras Biblias. De la misma manera en que guardamos el dinero y otras posesiones terrenales para usarlas en el futuro, deberíamos "poner estas mis palabras en nuestro corazón y en nuestra alma " (Deuteronomio 11:18): Grábense estas palabras en el corazón y en la mente; átenlas en sus manos como un signo, y llévenlas en su frente como una marca”. "En mi corazón he guardado tus dichos, Para no pecar contra ti" (Salmo 119:11).

Organice un plan para los versículos de la Biblia que le gustaría memorizar cada semana. Padres, dediquen tiempo y esfuerzo en leer y memorizar pasajes bíblicos con sus hijos, eso queda para toda la vida. Proverbios 22:6: Instruye al niño en su camino, Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.

II- Estudiar La Biblia:

El estudio bíblico, en oposición a la lectura, se concentra en un solo tema, personaje bíblico o libro de la Biblia para un estudio más detallado.

Podríamos decir que leer la Biblia es como zambullirse en una piscina, mientras que Estudiar la Biblia es como bucear en un océano. La profundidad de una piscina no se puede comparar con la profundidad de un océano, y al sumergirse en un océano descubriremos un mundo increíble no visto por aquellos que simplemente caminan por la orilla.

El estudio bíblico, se va más allá de la observación y aplicación general. Se desea entender el significado fundamental de lo que uno lee, así es que se analizan las ideas, se estudian las palabras y sus relaciones y se interpreta y se asocia lo que uno observa.

La diferencia entre leer y estudiar la Biblia es que en esta ultima muchas veces nos apoyamos de comentarios, diccionarios y opiniones de otros cristianos, una idea acá, otra allá y la guía del Espíritu Santo en oración y meditación nos llevará a una compresión del tema estudiado.

Charles Spurgeon solía dar este consejo: “Visita muchos buenos libros, pero vive en la Biblia”. Es necesario que recordemos eso porque muchas veces somos propensos a olvidar que tenemos la Palabra de Dios escrita y es ella la que tiene Autoridad basada en su Autor.

Debemos estudiar la Biblia porque existe mucha enseñanza falsa. La Biblia nos da la medida mediante la cual podemos distinguir la verdad del error. Los creyentes de Berea “recibieron la palabra con mucha atención, y todos los días examinaban las Escrituras para ver si era cierto lo que se les anunciaba. Hechos 17:10-11.

Estudiar la Biblia te ayudará a ver más allá del atractivo “anzuelo” y doloroso “gancho” de las tentaciones pecaminosas, para que puedas aprender de los errores de otros, en vez de experimentarlos tú mismo. Es mucho mejor aprender de los errores ajenos. Hay tantos personajes bíblicos de quiénes aprender, tanto modelos positivos como negativos, que con frecuencia proceden de la misma persona en diferentes etapas de su vida. Por ejemplo, David, Moisés, Josué, Pedro, Jesús.

Podemos estudiar La Biblia individualmente o en grupo sea durante el servicio regular de los domingos o en un grupo pequeño.

¿Un Grupo Pequeño de Estudio Bíblico? ¿Para qué lo necesito? ¡Yo puedo estudiar la Biblia solo! ¿Le suena conocido? Tal vez esto hasta sea lo que usted está pensando en este momento. Y sí, usted puede estudiar la Biblia por su cuenta. De hecho, ¡debería hacerlo!

El estudio bíblico para un grupo pequeño es esencial para la profundización de su relación con Dios. Entonces, ¿por qué estudiar con un grupo? Porque, como lo dice Rick Warren en Una Vida Con Propósito, "Dios no le creó para estar solo." Hechos 2:42: Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.

Los grupos pequeños ofrecen un lugar para conectarse en compañerismo con otros creyentes. Para crecer en nuestro entendimiento de la Biblia, como lo hizo el grupo mismo de discípulos de Jesús, para satisfacer las necesidades en el ministerio de otros de su grupo y para compartir nuestras preguntas y dudas. Para equiparse para el evangelismo, y para adorar a Dios mediante la práctica del buen comportamiento.

Nuestra iglesia ofrece diferentes formatos de grupos pequeños: clases bíblicas dominicales, reuniones de grupos en hogares, talleres de evangelismo, grupos de intereses comunes, etc. En las próximas semanas estaremos iniciando nuevos grupos: mujeres de oración, hombres jóvenes y estudio bíblico en inglés. ¿Cuál de todos estos es/será el tuyo? ¿Por qué no nos involucramos mas en PESCA en nuestro vecindario y/o iglesia?

Seis excusas principales que hacemos para evitar leer y estudiar la Biblia.

· No soy lo suficientemente inteligente como para estudiar la Biblia. “Nos comparamos con todas las personalidades y nos encontramos faltos. ¿Cómo podemos competir? Si puedo aprender de expertos, ¿por qué debería estudiar la Biblia yo mismo? Nunca aprenderé tanto por mi cuenta. “

· La Biblia es aburrida “La Biblia es la palabra de Dios “. Si Dios es el creador y sustentador de cada átomo que existe; si él es infinitamente santo, bueno, sabio y glorioso; si él es la definición misma de amor; entonces todo sobre él debe ser interesante.

· El estudio de la Biblia es complicado. “Estudiar la Biblia es tan sencillo como dar un paseo. Póngase sus zapatos, salga por la puerta y listo.”

· Prefiero leer algo más fácil o diferente que la Biblia. “Leer un trabajo devocional o escuchar un sermón puede estimular tu espíritu. Pero esto no es lo mismo que leer y estudiar la Biblia por ti mismo. Necesitas escuchar directamente de la boca de Dios.”

· No tengo suficiente tiempo para estudiar la Biblia. “Entre los cristianos, sospecho que el ajetreo es la principal excusa para no estudiar la Biblia. Parece que no tenemos suficiente tiempo para la Palabra de Dios. He hecho esta excusa muchas veces yo mismo. Pero debemos enfrentar esta verdad Bíblica: siempre hacemos lo que queremos hacer.

· No estoy motivado para estudiar la Biblia. “Aunque los cristianos han experimentado este cambio de una vez por todas, seguimos a la deriva y buscamos otra satisfacción. Todavía necesitamos recordatorios sobre lo que es más valioso, lo que es más gratificante y cuál es el mejor uso de nuestro tiempo y recursos.”

Tal vez lo que he dicho hasta ahora no es nuevo para ti… lo sabes, lo has practicado unas veces si otras no en tu vida…tal vez pienses que el sermón de hoy no es “GUAO (WOW)”, no me emociona, no me estremece.

Bueno el Guao vine ahora y no lo pondré yo, lo pondrás tú porque lo más importante, lo verdaderamente Guau es:

III- Vivir La Biblia:

Por más clases, cursos, grupos que participemos si no practicamos lo que este Libro enseña, nos quedamos “verdes”, nunca llegaremos a ser completos, maduros en el Señor. El autor de Hebreos nos dice en Hebreos 5:12: Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo, tenéis necesidad de que se os vuelva a enseñar cuáles son los primeros rudimentos de las palabras de Dios; y habéis llegado a ser tales que tenéis necesidad de leche, y no de alimento sólido.

No podemos dejar de aprender, de estudiar y de poner en práctica lo que La Palabra nos dice.

Aplicar la Biblia es el deber de todos los cristianos. Si no la aplicamos, ésta se convierte para nosotros en nada más que un libro cualquiera o en una colección nada práctica de manuscritos antiguos. Por eso Pablo dice, "Lo que aprendisteis y recibisteis y oísteis y visteis en mí, esto haced; y el Dios de paz estará con vosotros" (Filipenses 4:9). Cuando aplicamos la Biblia, Dios mismo estará con nosotros.

Si deseamos que la Palabra "eche raíces" en nuestras vidas para que produzcamos una cosecha que agrade a Dios debemos considerar, reflexionar y meditar sobre lo que leemos y estudiamos en la Biblia. (Mateo 13:23): “oye, entiende y da fruto”.

El objetivo para el cual debemos estudiar, memorizar y meditar en la Palabra de Dios, es para que entendamos cómo se aplica a nuestras vidas. Sin embargo, no es suficiente con entender cómo se aplica la Palabra; debemos en realidad aplicarla (Santiago 1:22). No solo escuchen la palabra de Dios; tienen que ponerla en práctica. De lo contrario, solamente se engañan a sí mismos.

¿Pero cómo aplicamos la Biblia a nuestras vidas?

Primero, como ya hemos ducho, debemos conocerla. Esto puede implicar escucharla, leerla, meditar en las Escrituras, memorizar la Palabra de Dios, asistir a grupos de estudio bíblico y escuchar una predicación centrada en la Biblia. Es difícil aplicar algo que no sabes, por lo que es importante que realmente leas y estudies las Escrituras por ti mismo.

Luego, aplicarla correctamente implica conectar los principios bíblicos a los problemas de tu vida, identifica los principios bíblicos que se aplican a tu situacion actual. Finalmente, ora y busca sabiduría sobre cómo conectar los principios bíblicos con tu problema de vida , toma decisiones sabias y ponlas en practica.

"La aplicación" implica acción, y una acción obediente es el paso final para que la Palabra de Dios se haga vida en nuestras vidas. La aplicación de las Escrituras refuerza nuestro estudio y nos permite aclararlo mucho más, además que sirve para afinar nuestro discernimiento, ayudándonos a distinguir mejor entre el bien y el mal (Hebreos 5:14).

Para concluir, es importante señalar que no estamos solos para tratar de entender y aplicar la Palabra de Dios en nuestras vidas. Dios nos ha llenado con Su Espíritu (Juan 14:16-17), quien nos habla, llevándonos y guiándonos a toda verdad (Juan 16:13). Por esta razón, Pablo instruye a los creyentes a "andar en el Espíritu" (Gálatas 5:16), porque Él es ¡Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones! (Salmo 46:1). El Espíritu nos guiará fielmente a la voluntad de Dios, haciéndonos hacer siempre lo que es correcto (Ezequiel 36:26-28; Filipenses 2:13). Para empezar, ¿quién mejor que el Espíritu Santo que inspiró la Biblia, nos puede enseñar a vivir de acuerdo a todo lo que está escrito en ella? Por lo tanto, hagamos nuestra parte, guardando la Palabra en nuestros corazones y obedeciendo al Espíritu Santo en la medida que Él nos permite recordar la Palabra que está en nosotros.

Filipenses 3:13-14: Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,

14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

No nos dejemos arrastrar por la rutina, el desanimo, o las prioridades de este mundo… no renunciemos a alcanzar la madurez en Cristo.