Summary: Correspondo al nombre de Christian Cancel, ministro de Jesuscristo, por la voluntad de Dios, según la promesa de vida, misericordia y paz de parte de Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espiritu Santo: Reciban hoy de mi parte un caluroso abrazo, en el amor de Cristo.

Intro:

Me pueden acompañar al libro de Lucas 18:10-14 y luego al libro de Gálatas 4:6.

Comenzaré hablando que segun el libro de Gálatas relata "Y por cuanto sois hijos, Dios envió el Espíritu de su Hijo en vuestros corazones, el cual clama: Abba, Padre".

De este versículo aprendemos que el Espíritu Santo el cual nos fue dado, clama a Dios el Padre por medio de nosotros, y para nosotros, ya que el mismo es nuestro intercesor.

Es decir; ¡Dios clama a Dios por medio nosotros mismo! Ya que el mismo es quien intercede, recomienda, aboga, suplica, intermedia, ruega, interpone, encarece o respalda, que convence a alguien en favor de usted y de mi persona, para lograr un bien o librarnos del mal. ¡Qué idea tan asombrosa!

Dios nos brinda Su propio deseo de orar, Su propio poder para orar y Sus propias palabras que orar. Dios nos hace ver por qué debemos orar, dándonos Su poder espiritual para orar y nos mueve a entender los temas espirituales que forman nuestras oraciones. Dios nos ha creado y salvado por muchas razones, una de ellas es para orar. Dios nos guía a invocarle como Padre, a quien deseamos acercarnos y a quien deseamos revelar los secretos mas profundos de nuestros corazones.

Mensaje:

Hoy estaré predicando bajo el tema:

La Oracion

I) ¿Que es la Oracion?

Repuesta: Según nos enseña las Escrituras, la oración es un diálogo entre Dios y los hombres. El hombre cual fue creado para glorificar a Dios, se desvió al no obedecer, el mandato que le fue dado, lo cual Dios tuvo que usar otras alternativas de como lidiar con el ser humano a fin de que este no se perdiera, y alcanzara atraves de la misericordia la salvación por medio de Jesucristo. Como todos sabemos que a través de la oración se le da gloria, de lo cual el ser humano se beneficia espiritualmente, recibiendo el Amor del Padre por la comunión con Jesucristo a través del Espíritu Santo.

Es el unico medio por el cual puede comunicarse con Dios, un Dios que no juzga y que siempre está dispuesto a escuchar. La principal razón por la que se debe orar es porque Dios quiere que le hablemos, que le contemos nuestros pecados, tristezas y alegrías, dudas y esperanzas.

En cada situación por la que estemos pasando y no encontremos la salida, debemos tener presente que el camino es Dios, un camino lleno de sabiduría y de fe, un camino a la paz y a la salvación. Hebreos11:6 dice “Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.

¿Entonces para que orar?

Permítanme responder a la pregunta diciendo que el Dios soberano ordena por su Santa Palabra a que oremos. La oración no es opcional para el cristiano, es requerida. Independientemente de si la oración haga algún bien, si Dios nos manda a orar, entonces debemos orar. Que el Señor Dios del universo, el creador y sustentador de todas las cosas lo ordene es razón suficiente.

Sin embargo, Él no solo nos manda a orar, sino que también nos invita a hacer conocer nuestras peticiones delante de él. El libro Santiago 4:2-3 nos enseña claramente que nosotros no tenemos, porque no sabemos pedir. También nos enseña en el capítulo 5:16 que la oración del justo puede mucho. Una y otra vez, la Biblia dice que la oración es una herramienta eficaz. Es útil, funciona, amada iglesia.

Nada sobrepasa los límites y la atención del poder de Dios. Dios tiene la autoridad sobre todas las cosas. Porque mi confianza en el futuro descansa en mi confianza en el Dios que controla la historia.

II) En la Oración ganamos grandes batallas

Salmos 46:1-3 En los momentos de aflicción Dios es nuestro Socorro. Dios es nuestro refugio y fortaleza, el Dios habita en los cielos, hace cosas maravillosas para con nosotros y dice: Quedaos tranquilos, y sabed que Yo soy Dios. Es la habilidad de conocer bien a Dios y el poder que tiene para venir a nuestro rescate. Conforme aprendemos a estar quietos y confiamos en Dios, llegamos a aprender y comprender que somos hijos de Dios.

Salmos 86:1 En la oracion buscamos el favor de Dios. “Inclina, oh Jehová, tu oído, y escúchame, Porque estoy afligido y menesteroso. “ Hay otros cuatro salmos los cuales son llamados por el nombre de Tefila, u ‘oración,’ pero este se merece ser distinguido del resto para ser conocido como ‘la oración de David.’ Tiene un sabor de David. El hombre de sinceridad, de pasión, de pruebas, de faltas, y de un gran corazón, ruegos, llantos, y confianza a través de todos los versículos de este salmo. David utilizó un lenguaje expresivo para hablar de su necesidad. La idea por supuesto que figurada es que Dios en los cielos inclina Su cabeza hacia la tierra para escuchar el ruego por ayuda de David por la necesidad de su clamor, “escúchame.”

Cuanto de nosotros no hemos enfrentado un momento así, momentos malos, donde tenemos que pedirle a Dios que nos socorras, que nos escuche, que venga a nuestro pronto auxilio. Reconociendo que somos débiles, que estamos sin fuerzas, reconociendo que el es nuestro único recurso, es ahi cuando alzamos nuestra oración a gran escala, pidiendo que el no tan solo nos escuche, sino que también nos conteste la petición. Es ahi la motivación perfecta para pedir que en esa intimida de la oración con Dios tu pidas conocerle aun mas, para que el no tan solo te de la sabiduría de la misma, sino el conocimiento para ponerla en práctica.

Lucas18:13 El publicano estando lejos se "Golpeaba el pecho diciendo: Dios se propicio a mi..." En esta parábola, Lucas nos presenta uno de sus temas favoritos, que es la oración: “Para inculcarles que hace falta orar siempre sin cansarse, les contó una parábola” Lucas es el evangelista que más veces presenta a Jesús orando e invitando a la comunidad a poner en práctica la oración. Ahora bien, herir el pecho es un gesto hecho pocas veces por hombres del Medio Oriente y solo para expresar la angustia más extrema. Solo encontramos ejemplos de esto aquí y en la cruz. “Dios, sé propicio á mí pecador”. La oración del publicano es simple y directa. No puede reclamar ninguna virtud, y solo podia esperar de la misericordia y compasión de Dios. Su oración tiene mucho que ver con el gran salmo penitencial: “Ten piedad de mí, oh Dios, conforme á tu misericordia: Conforme á la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. Lávame más y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado” que lindo es cuando en medio de nuestras oraciones podemos abrir nuestro corazón a Dios y reconocer como estamos delante de él, para que él haga su voluntad en nosotros.

III) La Oración del justo puede mucho

Dios quiere perdonar y ser propicio a nuestras debilidades. Podemos preguntarnos: ¿Qué tan débil fue Jesús? fue tan débil que en los días de su carne ofreció ruegos y súplicas con clamor y lágrimas a aquel que le podía librar de la muerte. Los ruegos y súplicas son signos de debilidad. Está escrito que fue escuchado a causa de su temor reverente. Él tenía que morir, un justo por nosotros los injustos; sin embargo, Él no sufrió este tipo de muerte: “Porque si vivís conforme a la carne, moriréis…” Romanos 8:13.

Pero para no sufrir esta muerte, tuvo que luchar con ruegos, súplicas, gritos y lágrimas vehementes en los días de su carne. Así de débil era en aquellos días. Pero Él estaba consciente de su debilidad, y por eso también era poderoso y nunca cometió pecado. El poder de Dios se hizo perfecto en Su debilidad.

Pablo fue un fiel seguidor de Jesucristo. Cuando Él oró para ser liberado de Su debilidad, recibió esta respuesta: “Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad.“ 2 Corintios 12: 7-10.

Cuando venimos a Dios con humildad, sencilles de corazon y confesando nuestras faltas. Reconociendo que si él no somos nada, que sin él no podemos, que lo necesitamos en nuestras vida, ahi entonces el se perfecciona en nuestras debilidades y somos justificados.

IV) La Oración que no es oida por Dios

Para que orar con un espíritu de Superioridad, que no nos hace bien delante de Dios y de los creyentes. En creernos ser o tener mas que otros, no haces ignorantes, inmaduros, nos deja en ridiculo, dejando ver la falta de conocimiento que ahi en nosotros. Es en la oración que tenemos que aprender a pedir el conocimiento de la sabiduría, para las funciones que Dios requiere de nosotros y en como debemos presentar nuestras y la necesidades de los demás delante de él. Dios no acepta la auto justificación, el reconocer faltas en otros no nos redime de nuestras faltas. La auto comparación que denigra al projimo es pecado, y ese (porque yo no soy) tiene a muchos creyentes viviendo falsas expectaciones.

Tampoco el orar con un espiritu de orgullo religioso "Ayuno dos veces a la semana.." nos haces mas grande que a los demás o menos que lo demás. El ayuno un ejercicio de fortaleza espiritual, no es para munipular a Dios. El creyente que se cree muy espiritual, de seguro que Dios no lo oye.

El orar con un espiritu de autocomplacencia: "Yo doy diezmos de todo lo que gano.."

“Yo ofrendo de todo aun por mis peticiones”

Pues déjame decirte que tus diezmos y ofrendas, no obligan a Dios a atenderte a ti primero que a los demás, o a tener cierto cuidado contigo y no con los demás. El creyente debe de cooperar con amor, NO TOCAR TROMPETA.

Nuestro espíritu de Superioridad puede herir a otros, cuando ponemos estándares superficiales para medir progreso espiritual o económico. Podemos llegar a juzgar a aquellos que no parecen tener nuestra hambre espiritual o económica. Podemos ver por debajo a aquellos que no adoran como nosotros, que no cantan como nosotros, que no oran como nosotros, que no predican como nosotros, vuelvo y repito que no estan al nivel económico como nosotros.

Conclusion:

El fariseo descrito en el evangelio de Lucas estaba ciego por un orgullo de auto-justicia. El cual lo llevo a separarse a sí mismo de otras personas, porque se vio a si mismo moralmente y espiritualmente superior a los “pecadores alrededor suyo”.

Jesús nunca vio por debajo a nadie (prostitutas, endemoniados, a marginados y de otras nacionalidades y demás). Él no era un “santulón” que hacia sentir a la gente como menos ciudadanos, el menospreciaba a nadie, por su fama, por su posición social, por el que dirán, por ego, por sentirse más importante o por que era importante, al contrario se humillo hasta los humos, como oveja fue llevado al matadero, por amor por ti y por mi, por que el podia pedir una docena de ángeles, que acampasen a su alrededor y lo defendiera.

Jesús buscaba a todo aquel que tuviese necesidad de un doctor para sus enfermedades físicas y espirituales, aquellos que para otros no eran nada, y los motivaba a dar un cambio y los hacia sentir como a alguien. Por eso hoy termino con mi oración es que sigamos el ejemplo. de Jesus”

Acuérdese que la oración es un escudo para el alma, un sacrificio para Dios y una plaga para Satanas.