Summary: Aun en medio de la crisis más grande, hay esperanza para los hijos de Dios porque Dios promete estar con nosotros en las crisis de la vida.

Introducción: Este salmo trata con un problema que todos confrontamos en algún momento de nuestras vidas; el hecho de ver que los malos prosperan y nosotros que le servimos a Dios, padecemos y sufrimos; pasamos de toda clase de trabajos y se nos hace difícil todo.

Los NO’s de este salmo. La palabra que más decimos es NO. Es la primera palabra que algunos bebes dicen, de tanto que la oyen. Y aquí hay varios No para nosotros.

1. No te impacientes. V.1– Perder la paciencia. Esto es lo primero que pasa cuando nos sentimos confundidos o frustrados por las situaciones contrarias.

a) Nosotros quisiéramos que Dios cambiara la situación pronto.

b) Esperar es difícil. Pero trae resultados. Sal. 40:1 “Pacientemente espere a Jehová y se inclinó a mí y yo mi clamor”

c) Hay una razón por la cual no debes perder la paciencia; porque tú sabes que, aunque ahora le salga todo bien, el malo tendrá un fin triste y tú no. La historia de Daniel, con los sátrapas envidiosos Dan.6:1-4 y 24

2. No tengas envidia v. 1 - desear lo que ellos tienen. - de los que hacen lo malo. No desees la suerte de ellos o nada de lo que ellos tienen. Aprende a conformarte con lo que tienes y esperar en Dios que a su tiempo cambiará las cosas.

3. No te alteres v. 7-disgusto y deseo de tomar alguna acción-

a) No es fácil permanecer tranquilo cuando las cosas van mal

b) Deja la ira, abandona el enojo. Ora a Dios para poder hacerlo. v, 8

c) No hagas lo malo de ninguna manera. Contrólate.

d) Hay motivos para esto; 1) Los impíos serán destruidos y los mansos heredarán la tierra. V. 8-11

Los consejos:

1. Confía en Jehová. V. 3

a) Si puedes confiar que Dios está de tu parte y a su tiempo cambiará la situación, podrás esperar con calma.

b) Si ponemos nuestra confianza en Dios nos sentiremos seguros. Eliseo no tenía miedo del ejército Sirio porque sabía que el ejército de Dios estaba defendiéndolo. 2 Reyes 6:22—28

2. Haz el bien. V. 3

a) Cuando perdemos la paciencia, casi siempre se nos viene a la mente algo no muy bueno.

b) Se necesita dominio propio para seguir haciendo las cosas correctamente, aunque los demás estén actuando mal. Saúl buscaba a David para matarlo, pero David decía, no levantaré mi mano contra el ungido de Jehová, aunque él también había sido ungido para ser rey y Saúl no lo respetaba.

3. Habita en la tierra y apaciéntate de la verdad. V.3

a) No dejes que los que están mal te influencien. Llena tu mente de la verdad de Dios, aunque los demás vivan en la mentira del Diablo.

b) “Deléitate en Jehová, y él te concederá las peticiones de tu corazón”. V. 4

c) Haz la determinación de disfrutar la bendición y la presencia de Dios a pesar de las circunstancias contrarias que tengas, hasta que tu petición sea contestada.

d) El Salmista decía: “Lámpara es a mis pies tu palabra y lumbrera a mi camino” Salmo 119:105 “Enséname oh Jehová tu camino y guíame por sendas de rectitud a causa de mis enemigos. Sal.27:11

4. Encomienda a Jehová tu camino, espera en El y El hará. 5

a) Busca la dirección de Dios para tu vida. Pídele a Dios que dirija tus pasos.

b) Espera en Dios. No te apresures a tomar decisiones.

c) Con el tiempo verás tus peticiones contestadas

d) Dios tiene maneras de sacar a la luz la verdad y enderezar las cosas

e) “El exhibirá tu justicia como la luz y tu derecho como el mediodía”. Amán odiaba a Mardoqueo deseaba hacerle mal. Mardoqueo no le hacía mal a nadie, y hasta procuraba el bien del rey. Delató a dos que estaban tramando mal contra el Rey. Cuando Amán va donde el rey, con sus malas intenciones el rey lo encarga de pasear a Mardoqueo por toda la ciudad para ser honrado. Ester 2:21-23 y. Ester 5:14 El rey ordena que Aman pasee a Mardoqueo por la plaza con vestido real y corona, anunciando que el rey lo desea honrar

Conclusión: Apártate del mal y haz el bien. Y vivirás para siempre. V.27 La razón para este consejo es que Dios ama la rectitud y no desamparará a los fieles. Así que vale la pena hacer lo correcto y tener la bendición de Dios. Si escoges hacer lo que Dios te dice tendrás la vida eterna, mientras que los malos ahora hacen lo que quieren, pero después van a la condenación eterna.

La manera de Dios es que cuando el impío está tramando lo malo contra el justo, Dios se ríe de ellos porque ve que viene su día en que será destruido. V 12-13

El impío hace daño al justo y su maldad se vuelve a él mismo. V. 14-15 Amán y Mardoqueo. Amán hizo una horca para Mardoqueo y al fin fue a él quien ahorcaron en ella. Amán es horcado en la horca que él hizo para Mardoqueo Ester: 7:9-10

Dios ve que es mejor lo poco del justo que lo mucho del impío porque ellos serán quebrantados, pero Dios sostendrá a los justos para que con lo poco que tienen puedan llegar hasta el final.

Dios es quien dirige al justo y también quien lo sostiene para que pueda levantarse. V.23-24 David, Daniel y sus amigos, Mardoqueo, Ester.

Aunque las cosas parezcan muy malas, Dios no dejará que el justo caiga en manos del impío. Le encontrará una salida. V. 32-33

Con tus ojos verás cuando el impío caiga. V. 34 Daniel. No es que uno desee venganza, sino que sabemos que “Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará”

a) Sin embargo, el fin del justo es de paz. V. 37 Daniel, Sadrac, Mesac y Abed-nego habían prosperado y algunos envidiosos trataron de hacerles daño, Dan. 2:48-49 Echados al horno de fuego. 3:19-23 Son librados del fuego y el rey los enalteció. 3:28-30

La Salvación de los justos viene de Jehová. V. 39 El rey Saúl buscaba a David para matarlo y no lo podía encontrar, mientras que David solo estaba huyéndole y Dios permitía que encontrara a Saúl desprevenido.

Él es su fortaleza en la angustia. A través de muchas pruebas, David era fortalecido por Dios solamente

Si Dios lo hizo con David, también lo hará con nosotros.

Si Dios lo hizo con Daniel y sus tres compañeros,

también lo hará con nosotros.

Es a través de mucha oración y ayuno, pero recibimos la fortaleza para mantenernos firmes y no ser intimidados por aquellos malvados que nos quieren hacer daño.