Summary: 4to. sermon de la serie "ESTUDIEMOS LA BIBLIA" La Escritura se comparacon elementos conocidos para ayudarnos a comprender como trabaja en nuestras vidas cuando la leemos, o la escuchamos.

TIPOS Y FIGURAS DE LA PALABRA DE DIOS

La Escritura constantemente es comparada (por ella misma) con algunos elementos muy conocidos para nosotros, con el fin de ayudarnos a comprender la manera en que la palabra de Dios trabaja en nuestras vidas cuando la leemos, o la escuchamos guardándola en nuestro corazón para ponerla por obra. Las siguientes son algunas de esas comparaciones o semejanzas (símbolos, tipos y figuras).

Semilla La palabra de Dios es como una semilla que contiene vida, la cual no se desarrollará hasta que esta sea implantada en tierra (el corazón del hombre) y regada con agua (oración). (Luc 8: 11)

Oro y plata La Palabra de Dios es más valiosa que el oro o la plata.

Mejor me es la ley de tu boca que millares de oro y plata. Salmos 119: 72

Fuego La palabra de Dios es como un fugo que va quemando toda impureza e ideas erróneas que haya en nuestro corazón purificando nuestra mente.

¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová... ? Jeremías 23: 29ª

Martillo La Escritura es como un martillo que quebranta hasta el corazón mas endurecido. ¿No es mi palabra... como martillo que quebranta la piedra? Jeremías.: 29b

Espada. La palabra de Dios es capas de llegar hasta los lugares mas escondidos y profundos del corazón como una espada o bisturí que penetra y opera dejado al descubierto el problema que nadie ve.

Y tomad... la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; Efesios 6: 17;

Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. (Hebreos 4:12)

Lámpara. La palabra de Dios es como una lámpara que ilumina nuestro camino y entendimiento.

Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino. Salmos 119: 105

Leche. La Palabra de Dios es como leche que alimenta, nutre, y produce crecimiento a quien la ingiere. Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación. 1 Pedro 2: 2

Pan. El hombre no solo se conforma de cuerpo, mente y emociones, sino que tiene un lado fuertemente espiritual en su naturaleza que la Biblia llama “Alma”. Ese aspecto de su ser cobra vida al momento de la conversión, y de allí en adelante debe ser alimentada para que esta no muera. La Palabra de Dios es el alimento (pan) del alma; por eso nuestra alma debe ser alimentada con la palabra de Dios constantemente. Respecto a esto Jesús dijo:

No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Mateo 4: 4

Miel. La Palabra de Dios es tan agradable y dulce como la miel para quien la lee y entiende.

¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.

Salmos 119: 103

Espejo. El espejo nos refleja tal y como somos, nos dice la verdad, no <> si nos miramos mal, no vacila en dejárnoslo saber. Decir la verdad ( o sea reflejarnos tal como somos) es una de las características de la Biblia, pues ella nos dice exactamente lo que somos y lo que estamos haciendo bien o mal.

Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Santiago 1: 23

Agua La Palabra de Dios es como agua que lava nuestras almas y pensamientos por medio de su lectura. Pablo dice de la iglesia: habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra. Efesios 5: 26

Lluvia Cuando el hombre comienza a escuchar la Palabra de Dios y a poner por obra lo que aprende de ella, su vida comienza a germinar como un campo en el cual a descendido la lluvia. Donde había antes solo resequedad, amargura y soledad, ahora se puede ver la vida que de Dios da.

Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.Isaías 55: 10,11