Como ser un gigante
I Samuel 17.32-51
INTRODUCCIÓN
Vamos a leer un pasaje bíblico muy famoso: David y Goliat. Un miembro me preguntó, en la lucha entre David y Goliat, ¿cuál fue el gigante? Goliat, NO. David fue el gigante. Goliat era más grande en estatura, pero David era un gigante.
Cuando leo este pasaje nace en mi deseo de ser uno de estos gigantes de Dios. Encuentro en el relato tres consejos a seguir que a la larga pueda convertirme en tal gigante. Así que deseo compartirlos con ustedes a fin de que juntos tratemos de llegar a ser gigantes de Dios.
El primer consejo es:
I. En cuanto a la actitud necesaria que debemos tener.
1. Firme. V.32 y 28,29.
2. Valiente.
a. La ventaja del adversario. V.33
b. Ante tal ventaja, la experiencia. V.34-36
“chiquito pero valiente”
El segundo consejo es:
II. En cuanto a las armas de poder.
1. No use armas ajenas v.38-39, eran de uno que confiaba más en las armas que en Dios.
2. Use sus armas.
a. Instrumentos propios de su labor.
1. El cayado (autoridad)
2. Ponga piedras en su saco pastoril.
3. Coja su honda (Biblia)
b. Úselos con fe. V.37
¿Qué mató al filisteo, la piedra o la fe con que fue arrojada?
1. La fe. V.37
2. La mayor arma: fe en el nombre de Dios. v. 45-47
El tercer consejo es:
III. En cuanto al enemigo.
1. Sea cauteloso, el enemigo es astuto. V.41
2. No se deje amedrentar. V.42-44 “perro que ladra no muerde”
3. No se deje sorprender corra a la batalla. V.48
4. Use el arma. V.49
5. Mátelo, no lo deje tan solo herido.
CONCLUSIÓN
Hoy más que nunca el mundo necesita de gigantes en la obra de Dios. Hay como David muchos otros gigantes en la Biblia, ojala cada día más y más volvamos nuestros ojos a ellos y aprendamos de su grandeza, para imitándoles, llegar a su estatura y servir mejor a Dios.
