Summary: La continuación de la serie en Efesios que se llama "Nuestra Identidad en Cristo" Somos unidos y a pasos que Dios nos dio para alcanzar esta unidad. Primero: Tenemos que caminar digno de nuestro llamado. Segundo: Tenemos que caminar juntos. Tercero: Tenem

Estamos Unidos

Efesios 4

Una pareja tomó la desición de casarse. Cuando se estaba acercando el día especial de la boda, ellos estaban preocupados. Cada uno, tenía un problema que nunca había compartido con el otro. El novio venció su miedo y habló con su padre para recibir consejo. Padre, él dijo, yo estoy muy preocupado sobre el éxito de mi matrimonio. Amo mucho a mi novia pero tengo un problema: tengo pyne (poonay) y tengo miedo que mi novia va a estar disgustada con ellos. Su padre le respondió: este no es un gran problema. Solamente necesitas lavar los pies frecuentemente y siempre pon medias sobre tu pie antes de dormir. Para él, este parece una solución, entonces se quedó con paz.

La novia venció su miedo y tomó la desición de hablar con su madre. Mami, ella le dijo, cada mañana cuando yo me despierto, yo tengo aliento horrible y su madre le respondió: hay querida, esto es normal para todos. Pero ella le dijo, no, tu no entiendes, mi aliento es tan horrible, más que los demás, y yo tengo miedo que mi esposo nuevo no quiera dormir conmigo en la misma pieza. Entonces sencillamente le respondió: tú necesitas hacer eso, en la mañana antes de hablar: ir al baño y cepillarse los dientes. No hables ninguna palabras antes de hacer eso, y entonces la futura esposa se quedó con paz.

La pareja por fín estaba casada. Los dos recordaron los consejos de sus padres, él siempre con sus medias y ella siempre callada en la mañana. Ellos estaba experimentando paz por seis meses, pero en el sexto mes una mañana, el esposo se levantó y se dio cuenta que no tenía una de sus medias por su pie. Con miedo, él estaba buscándola en la cama; por su puesto su esposa se despertó por el ruido e inmediatamente sin cepillarse sus dientes le exclamó: ¿qué estás haciendo? Y él se asustó y le dijo: “oh no, tú haz comido mi media”

Este es un ejemplo de una pareja jóven que están intentando mantener la unidad en su matrimonio.

Somos unidos, cada cristiano debe luchar por y experimentar la unidad para que experimenten las bendiciones, los cambios, y los privilegios que tenemos en Cristo.

La carta a los efesios es una descripción de nuestra identidad en Cristo. A través de este estudio, estamos aprendiendo quiénes somos en Cristo. Hoy vamos a hablar acerca del hecho que somos unidos. Somos una comunidad, no estamos solos, no solamente somos bendecidos, no solamente somos cambiados, no solamente somos privilegiados, pero también somos unidos en Cristo.

Cada cristiano debe luchar por unidad según Efesios 4. Para experimentar esta unidad tenemos que utilizar los pasos que Dios nos dio. Entonces, cada cristiano aquí esta mañana, puede experimentar la unidad que es parte de nuestra identidad cuando estamos caminando en los pasos que Dios nos dio en Efesios 4.

Oramos….

Esta mañana, caminaremos en los pasos que Dios nos dio en Efesios 4 para que podamos ser unidos.

Nosotros nunca estamos demasiado ansianos para empezar la salud física o espiritual. Mi abuela quería mantener su forma, entonces ella empezó a caminar 5 kilómetros por día cuando ella alcanzó la edad de 60. Este año cumplió 97 años y nosotros no tenemos ninguna idea donde ella está.

Caminaremos a través de los pasos que Dios nos dio. El primer que Dios nos dio para que podamos experimentar la unidad que es posible en Cristo es:

1. Caminar digno de nuestro llamado.

Hemos hablado sobre eso en estas semanas. Nuestro llamado es de ser perfecto, aunque no podamos experimentar la perfección hasta que veamos a Cristo cara a cara. Siempre debemos luchar por la perfección en nuestra vida diaria. Escucha aquí lo que el texto dice en el versículo 1 al 3 del capítulo 4:

Por eso yo, que estoy preso por la causa del Señor, les ruego que vivan de una manera digna del llamamiento que han recibido,2 siempre humildes y amables, pacientes, tolerantes unos con otros en amor.3 Esfuércense por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz.

Había un hombre que estaba en su auto parado en un semáforo. En frente de él había también una mujer en su auto parado y ella estaba maquillándose mientras esperaba. La luz cambió a verde pero la mujer seguía maquillándose sin darse cuenta. El hombre empezó a gritar en su auto y golpear su volante aunque la mujer no podría escuchar; de repente él estaba siendo interrumpido por un policia con su pistola apuntándole. Aunque el hombre estaba protestando, el policiá le arrestó y lo llevó a la comisaría. El hombre estaba muy enojado porque él no hizo nada horrible para ser arrestado. Después de dos horas en la comisaría, el policiá le dijo que podía ya salir en libertad. El hombre le respondió: “yo sabía que esto era injusto y tú no escuchaste mi última palabra, yo voy a regresar con mi abogado” y el policiá le dijo: “yo no le arresté por sus gritos ni comportamiento en su auto. Yo estaba atrás de tu auto y la verdad yo pensé que tú eras un idiota, pero yo pensé que no había nada que podría hacer, pero en este momento noté una cruz en su espejo y también un pez sobre tu paragolpe y una calcomanía en tu vidrio que decía “Jesús regresará pronto”. Entonces yo pensé que tú robaste el auto.

Debemos caminar como es digno de nuestro llamado. Y este hombre no estaba caminando así.

Dígame algo:

¿esta bien decir mentiras?

¿está bien engañar a los demás?

¿está bien robar?

¿está bien cometer adulterio?

¿está bien cometer homicidio?

Por su puesto no! No está bien hacer ningúna de estas cosas, ¿por qué? porque Dios nos dijo que no está bien. Entonces como cristianos debemos seguir la ley de Dios. Nuestro texto dice que debemos caminar en una manera caracterizada por humildad, amabilidad, paciencia y tolerancia. Una manera que refleja el deseo de mantener la unidad del Espíritu. Mis amigos, nosotros estamos llamados a ser perfectos, a ser humildes, a ser mansos, a ser pacientes, a ser tolerantes, manteniendo la paz por el Espíritu.

¿Este tiene el significado que tenemos que permitirles a los demás en el cuerpo de hacer cualquier cosa que ellos quieren?

¿tenemos que hacer eso para mantener la paz?

¿tenemos que ignorar la tardesa porque necesitamos ser pacientes, tolerantes, amorosos y unidos?

¿tenemos que ignorar la actitud de así nomás porque estamos llamados a ser perfectos cuando estamos demostrando la paciencia, la tolerancia, el amor y la unificación?

¿Permitimos el pecado en la iglesia en el cuerpo de Cristo porque tenemos que ser pacientes, mansos, tolerantes y unidos?

Nó!! Pablo no está enseñándonos aquí que tenemos que llegar a un acuerdo con antivalores para que los demás puedan estar cómodos. El está enseñándonos que tenemos que levantarnos sobre la mediocridad y experimentar la abundancia de las bendiciones que Cristo tiene para nosotros.

Entonces, ¡sí! Tengo que ser paciente, tolerante, amoroso. Tengo que mantener la unidad en el cuerpo de Cristo, pero este no tiene el significado que yo no voy a empezar por la hora del culto. Esto no tiene el significado que yo voy a tener una actitud de así nomás. No voy a permitir mentiras, fornicación, adulterio, envidia, chismes en la iglesia porque este no es digno a nuestro llamado.

Yo tengo que demostrar paciencia. Yo sé que todo el mundo no va venir por la hora asignada. No estoy rechazando personas por la tardeza cuando estoy empezando por la hora.

Yo tengo que demostrar tolerancia, no estoy rechazandole a alguien basándome en su lucha de alcanzar el llamado de ser perfecto.

Yo tengo que demostra amor, no estoy odiando a la gente por su necesidad de crecer espiritualmente.

Tengo que mantener la unidad del espíritu, estoy basándo todas mis desiciones en la palabra de Dios para asegurar que no estoy haciendo nada contra el espíritu de unidad.

Había veces cuando he tomado desiciones particulares en el ministerio que a algunas personas no le gustaban. Había tiempos cuando algunas personas han luchado conmigo demostrando una falta de paciencia, tolerancia, amor y unidad. En una o dos situaciones raras, yo tuve que tomar desiciones para mantener la unidad del Espíritu. Yo tuve que sacarle a alguien de su posición y una vez sacar a la persona del ministerio. No siempre es fácil de ser pastor, pero mi motivo es mantener la paz en una manera digno de nuestro llamado.

Mis hermanos, nosotros no podemos experimentar la unidad hasta que seamos unidos. Entonces, tenemos que demostrar paciencia, tolerancia, amor y debemos luchar por la unidad del espíritu que va a traer paz a nuestra iglesia.

Entonces el primer paso que Dios nos dio para alcanzar la unidad que es posible en Cristo es luchar por la perfección. No te permitas vivir con la mediocridad, vive según el estandar que Dios tiene. No hacer acuerdos con antivalores, debido a los demás en su entorno y también no les rechazes a alguien debido a su inhabilidad de ser perfecto.

Cada cristiano debe luchar por la unidad. Para experimentar esta unidad tenemos que utilizar los pasos que Dios nos dio, entonces el primer paso es que tenemos que caminar como es digno de nuestro llamado. Sean perfectos! (o por lo menos luchar por ser perfectos).

El Segundo paso que Dios nos dio para que podamos alcanzar la unidad que es posible en Cristo es:

2. Caminar juntos.

Vea versículos 4 al 7 que dice:

Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también fueron llamados a una sola esperanza;5 un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo;6 un solo Dios y Padre de todos, que está sobre todos y por medio de todos y en todos. 7 Pero a cada uno de nosotros se nos ha dado gracia en la medida en que Cristo ha repartido los dones.

Hay un cuento de un hombre que estaba aislado en una isla y estaba viviendo alla por casi toda su vida adulta. Después de muchos años de aislamiento, un barco pasó la isla y un grupo del barco entró a la isla. El hombre les dio una gran bienvenida y entonces les mostró que él hizo durante sus años de aislamiento. Apuntando a una casita, él les dijo: esta es mi casa, yo contruí con mis propias manos y él les mostró un segundo edificio y él les dijo: esta es mi iglesia, yo la construí con mis propias manos y finalmente él les mostró un tercer edificio y él les dijo: esta es la iglesia donde yo estaba asistiendo antes.

Mi gente, mis hermanos, mis amigos, nosotros, nos guste o no, somos Uno. La verdad es que si yo podría elegir mi nariz, iba a elegir una nariz diferente que yo tengo.

Tal vez tú no ibas a elegir a la persona que está a tu lado de ser parte de quien tú eres, pero lo siento, ellos son parte de ti; somos uno.

A mí me gusta cuando Dios nos dice aquí que a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo. No dice que nosotros tenemos la misma cantidad ni calidad, pero dice que algunos tienen más que otros y otros menos de otros. Mira el versículo 11 al 12 que dice:

11 Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; y a otros, pastores y maestros,12 a fin de capacitar al pueblo de Dios para la obra de servicio, para edificar el cuerpo de Cristo.

Nosotros, tú y yo, somos uno. Yo no estoy cumpleto sin ti y tú no está completo sin mí. Como un cuerpo, nunca vamos a crecer a un punto maduro a la medida de Cristo hasta que aprendemos cómo depender uno de otro.

Tal vez tú eres el profeta, como Natan, tú tienes la responsabilidad de confrontar a ciertos individuos en el cuerpo porque Dios está equipándote para hacerlo.

Quizá tú tienes el don de ser apóstol; tú necesitas hacer cambios en la iglesia aunque la mayoría no están cómodos con los cambios.

Tal vez tú eres el evangelista y tú piensas que todos deberían compartir su fe con los que están en su entorno; no es importante si este causa la incomodidad a ellos.

Tal vez tu eres un maestro, enseñando al cuerpo sobre las verdades de Dios, sus deseos para nosotros y nuestra responsabilid para Él.

Tal vez, tú eres pastor en cual caso tú tienes que hacer todo (este es broma, haz un sonrisa).

Para experimentar la unidad tenemos que caminar juntos. Si nosotros no estamos caminando juntos, nosotros no vamos a alcanzar el potencial completo en nuestra identidad. Si nosotros estamos rechazándole a un hermano porque no estamos cómodos con su don, nosotros no vamos a desarrollar la unidad en nuestra comunidad.

Si estamos evitando al profeta porque no queremos ser corregidos, no vamos a experimentar la unidad que es posible y necesario.

Si estamos evitando al apóstol porque no nos guste el cambio… si estamos evitando el evangelista porque estamos incómodos compartir nuestra fe… si estamos evitando al maestro porque no nos gusta aprender… si estamos evitando al pastor porque no nos gusta su guía… si estamos evitando estas personas, ¿cómo experimentaremos la unidad que Dios quiere que estemos experimentando?

El segundo paso que Dios nos dio para alcanzar la unidad que es posible en Cristo es depender de nuestros hermanos en Cristo.

No te permitas vivir la vida en mediocridad, utiliza las herramientas que Dios te ha dado.

No evite a las personas en su entorno por la incomodidad que ellos te causan. En vez de evitar, descubra su propósito en el cuerpo y aprovechar su don.

Cada cristiano debe luchar por la interdependencia para experimentar la unidad. Para experimentar la unidad debemos utilizar los pasos que Dios nos dio. El primer paso era que tenemos que vivir el llamado en una manera digna. El segundo paso era que tenemos que depender uno del otro.

Ahora, el tercer paso que Dios nos dio para experimentar la unidad que es posible en Cristo es:

3. Caminar como creyentes maduros

Un hijo se acercó a su padre cuando cumplió 16 años y le dijo: Papi, ahora yo tengo 16, cuando yo tengo mi licencia de conducir podría utilizar el auto familiar? Su padre le miró y le dijo: mi hijo, para conducir un auto se necesita madurez y primeramente tú necesitas probar que eres responsable. El primer paso que necesitas es mejorar sus notas en el colegio; no son aceptables. Segundo, debes leer su Biblia cada día y finalmente necesitas cortar su pelo porque pareces ridículo. Entonces el hijo empezó a cumplir los requerimientos de su padre mientras él sabía que el último sería imposible. Cuando trajo sus notas, él se acercó a su padre otra véz con una sonrisa grande y le dijo: “padre, yo tengo todo 5 y 4. ¿Podría conducir el auto familiar ahora?. El padre le respondió: “bien hecho mi hijo querido”; tú cumpliste una parte de los requisitos, pero dígame mi hijo: ¿tú estás leyendo tu biblia cada día? Y el hijo le respondió: Si papi, yo estoy leyendo la Biblia cada día.

Bien hecho mi hijo, esto era otra parte y dígame ahora: ¿tú vas a cortar su pelo? Y el hijo estaba pensando profundamente y por fín le respondió: no entiendo por qué yo tengo que hacer eso; Jesús tenía pelo largo verdad? Y el padre respondió: Tú tienes razón mi hijo y tú sabes que Jesús caminaba por todas partes.

Tenemos que caminar como creyentes maduros.

Ahora leemos versículos 13 al 16:

13 De este modo, todos llegaremos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a una humanidad perfecta que se conforme a la plena estatura de Cristo. 14 Así ya no seremos niños, zarandeados por las olas y llevados de aquí para allá por todo viento de enseñanza y por la astucia y los artificios de quienes emplean artimañas engañosas.15 Más bien, al vivir la verdad con amor, creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo.16 Por su acción todo el cuerpo crece y se edifica en amor, sostenido y ajustado por todos los ligamentos, según la actividad propia de cada miembro.

Yo quiero ver algo diferente en una persona hoy que yo no ví ayer. Yo quiero ver algo diferente en una persona mañana que yo no estoy viendo hoy. Yo pienso que todos de nosotros queremos lo mismo. Este se llama crecimiento.

Espero que estemos utilizando la palabra de Dios para formarnos. Espero que estemos utilizando a los demás en el cuerpo para formarnos. Espero que estemos creciendo para ser cristianos maduros.

Cuando yo era niño, yo lloraba para hacer mi propia voluntad. Cuando yo era adolescente yo era caprichoso para hacer me propia voluntad. Cuando yo era joven, yo me rebelé para hacer mi propia voluntad. Ahora que yo soy adulto, estoy trabajando fuerte para alcanzar los deseos que son beneficiosos y estoy dejando los que no son un beneficio.

Cuando yo era un cristiano bebé, yo no entendía el camino de Dios, cuando yo era un cristiano joven, era muy egoísta, cuando yo era un cristiano creciendo, me rebelé contra algunos porque yo pensé que yo sabía más que ellos. Ahora que yo estoy casi maduro, estoy dejando las cosas que no son importantes y estoy enfocando en lo que yo sé que es la voluntad del Señor.

Pablo nos dice en la primera carta de Corintios 13:11:

Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, razonaba como niño; cuando llegué a ser adulto, dejé atrás las cosas de niño.

Entonces mi pregutna para ustedes es: ¿cómo están comportándose? Nosotros sabemos lo que es recto, lo que va a dar placer a Dios. ¿Tú estás haciendo lo que es recto y lo que está dando placer a Dios? Si nó, ¿por qué?

El hacer cosas incorrectas es ser niños.

El tercer paso que Dios nos dio para alcanzar la unidad que es posible en Criso es de ser maduros. No te permitas vivir la vida de mediocridad, al contrario, ¡crezcan! No hagas lo que es contrario a la voluntad de Dios. Sométete a Cristo en todo.

Entonces mis hermanos queridos, esta mañana nuestra aplicación es:

a. Caminar en una manera digna de nuestro llamado

b. Caminar juntos con sus hermanos en Cristo, dependiendo uno de otro y,

c. Caminar maduros dejando las cosas de nuestra niñez.