Summary: consejos de la Palabra de Dios para los jóvenes

CONSEJOS A UNA QUINCEAÑERA

Tit. 2:6 “Exhorta a los jóvenes a que sean prudentes”

La población más numerosa de México son los jóvenes.

Tristemente, muy pocos jóvenes han tomado la decisión de transitar por la vida por el camino angosto, pensando en las cosas de arriba, pocos han tomado su cruz para seguir a Cristo.

Pastor: ¿qué miembros en su iglesia son los más irregulares en venir a los cultos?

¿quiénes son los más difíciles en acercarse a los estudios bíblicos de los Miércoles? ¿y a los cultos de oración?

¿quiénes son los más indiferentes a la predicación?

LOS JÓVENES.

Padres: ¿Quién en su familia les causa más problemas (dolores de cabeza)? ¿quién necesita más vigilancia de su parte? ¿quién está más expuesto a peligros? ¿quién son los más difíciles de oír consejos? ¿quiénes son los más rebeldes? LOS JÓVENES.

Señor policía: ¿quiénes son los que van más a los antros?

¿quiénes son los que integran las bandas en las calles? ¿Quiénes son los más arrestados por andar borrachos en la calle haciendo disturbios? (peleas, robos, asaltos)

Quiénes son los más numerosos en las cárceles?

LOS JÓVENES

Después de los recién nacidos y de los ancianitos; los jóvenes de 13-23 son los que más se mueren y se están muriendo por accidentes automovilísticos, pleitos, asaltos, y suicidios, todo esto relacionado con el alcoholismo y drogadicción.

Y todavía a estos jóvenes se les invita a buscar a Dios, de entregar su vida a Jesucristo, y dicen: “¿tan joven? No, mañana, me voy a divertir”

Prov. 27:1 “No te jactes del día de mañana, porque no sabes qué dará de sí el día”

“mañana” es el día que propone el Diablo, Dios manda “hoy” es el día de tu salvación, si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones.

Por esta razón hoy veremos:

CONSEJOS A UNA QUINCEAÑERA

1. Desecha el orgullo

2. Cuidado con los placeres mundanos

3. No aceptes la presión social

4. Sirve a Dios desde tu juventud

5. Acuérdate de la mirada de Dios

I. DESECHA EL ORGULLO

El orgullo fue el primer pecado cometido; aún antes de que existiera este mundo.

El orgullo de ser como Dios fue lo que trajo la depravación total de la naturaleza humana.

Por naturaleza somos orgullosos. Orgullosos por nuestra gran inteligencia y sabiduría, pensamos que somos la perfección viviente, y por eso no aceptamos ningún consejo.

El hijo pródigo por orgullo rechazó la autoridad de su padre y quiso ser su propio jefe y se independizó hasta que sintió el aguijón del hambre que lo humilló a comer junto con los cerdos.

No te enorgullezcas por tus habilidades, tu juventud, inteligencia, conocimientos, y posesiones.

Rom. 12:13 “no tengas más alto concepto de ti, que el que debes tener”

1 Cor 8:2 “Y si alguno se imagina que sabe algo, aún no sabe nada como debe saberlo”

Col. 3:12 Vestíos pues como escogidos de Dios… con humildad, mansedumbre y paciencia.

El primer consejo es, no seas orgullosa.

II. CUIDADO CON LOS PLACERES MUNDANOS.

En la juventud es cuando nuestros deseos y sentimientos son más intensos, muchos jóvenes no pueden controlarlos y viven en un libertinaje de tal modo que si les preguntamos:

¿tu a quién le sirves? La verdadera respuesta es:

Yo sirvo a mis deseos mundanos, y a las concupiscencias de mi carne, sirvo a todo lo que sature mis sentidos, de las emociones más intensas, a eso sirvo y eso amo.

A esta manera de vivir se llama “hedonismo” = gozar, disfrutar lo más posible con el mínimo esfuerzo, así se podría describir el estilo de vida de los jóvenes de hoy.

Ecl. 11:9 “Alégrate, joven, en tu juventud y tome placer tu corazón en los días de tu adolescencia; y anda en los caminos de tu corazón, y en la vista de tus ojos, pero sabe que sobre todas estas cosas te juzgará Dios”

2 Tim 3:1 “También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos.

v.2 porque habrá hombres amadores de sí mismos, vanagloriosos, soberbios, desobedientes a los padres, ingratos, impíos,

v.3 calumniadores, crueles, aborrecedores de lo bueno,

v.4 amadores de los deleites más que de Dios.

Pero Dios dice a su pueblo:

1 Ped. 2:11 “amados yo os ruego como a extranjeros y peregrinos que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma”

Col. 3:5 “haced morir, pues, lo terrenal en vosotros, fornicación, impureza, pasiones desordenadas, y malos deseos”

El segundo consejo para ti es Abstente de los placeres mundanos, lo podrás, en el nombre de Cristo.

III. NO ACEPTES LA PRESIÓN SOCIAL.

Para que seas nuestra gran amiga, para que pruebes que eres de las nuestras, vámonos a la fiesta sin permiso de tus padres. Si no, córtalas. “está bien, vámonos”

Prov. 29:25 “El temor del hombre pondrá lazo; más el que confía en Jehová será exaltado”

Muchos jóvenes parece que no piensan por sí mismos, el mundo les dicta lo que usen, lo que hagan, lo que es bueno y lo que es malo y lo reciben, fúmale así, toma bacardí, perfórate la lengua “para que no se vayan a enojar conmigo”

Is. 51:12 “¿quién eres tú para que tengas temor del hombre, que es mortal y del hijo del hombre que es como el heno?

yo les llamo “peces muertos” que los arrastra la corriente.

“mejor me tomo la cerveza y escondo mi Biblia si no ¿Qué van a decir mis amigos? = peces muertos.

En cambio a los cristianos no los arrastra la corriente; a veces van contra la corriente, como los salmones.

¿El hombre te va a dar salvación? No

¿El hombre te va a juzgar al fin de los tiempos? No

Entonces no tengas temor de él, mejor sigue a Cristo.

Tercer consejo Itzel, no accedas a la presión social.

IV. SIRVE A DIOS DESDE TU JUVENTUD.

Algunos jóvenes me han dicho: “ser joven y cristiano es imposible, nuestros deseos son muy fuertes, tenemos que ir a bailes, disfrutar de las chicas, eso es lo que Dios quiere de nosotros porque nos dio toda esta fuerza”

Es cierto que la vida de una joven cristiana está llena de dificultades pero Dios te dará su gracia para vencerlas.

“sed santos como yo soy santo”

Dios nunca te da un mandamiento sin el poder para que cumplas ese mandamiento.

Muchísimos jóvenes en el pasado han cruzado por el fango del mundo victoriosamente. Moisés también fue un joven expuesto a las mismas pruebas que tú, y la Escritura dice:

Heb. 11:24 “por la fe Moisés, ya crecido, rehusó llamarse hijo de la hija del faraón

v.25 escogiendo antes ser maltratado con el pueblo de Dios, que gozar temporalmente de los deleites del pecado

v.26 teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros de los egipcios; porque tenía puesta la mirada en el galardón.

Daniel era un joven rodeado de toda clase de tentaciones, pero su vida era tan pura, transparente e íntegra que aún sus enemigos dijeron: “nunca encontraremos falta en el”

Y estos no son casos aislados, Itzel, sino que forman parte de una nube gruesa de jóvenes victoriosos que nos dicen “la vida cristiana es difícil, pero vale la pena vivirla, todo lo puedo en Cristo que me fortalece”

Al gran predicador George Whitefield un joven le preguntó:

- ¿y qué tal si ni siquiera hay cielo?

- Si no hubiera cielo, de todos modos la vida cristiana te librará de ir a la cárcel o a la horca, pero yo estoy seguro que también te librará del infierno.

Qué gran testimonio que una joven cristiana esté decidiendo dar la flor de tu vida a Cristo y no al mundo porque muchos jóvenes dicen: “primero déjame divertirme y ya cuando esté viejito viviré para Cristo”

El diablo escoge muy cuidadosamente las tentaciones que pone delante de los jóvenes cristianos para que su vida no sirva a la causa de Cristo.

La carnada que usa, la pinta de hermosos colores, la cubre con oro, la viste con elegancia pero por dentro está el anzuelo que te atrapará.

Te prometerá plena satisfacción de tus necesidades, riquezas y poder; a cambio de que le sirvas. Exactamente como lo hizo con el Señor

1 Ped. 5:8 “sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quién devorar; al cual resistid firmes en la fe”

El 4º. Consejo, Sirve a Dios aún así de joven.

V. ACUÉRDATE DE LA MIRADA DE DIOS

Prov. 15:3 “Los ojos de Jehová están en todo lugar, mirando a los malos y a los buenos”

Los ojos del Señor no solamente ven las acciones sino también los pensamientos y las intenciones del corazón.

No puedes decir: “esperaré a que cierre sus ojos para que no me vea para darle vuelo a la hilacha; me iré lejos, me esconderé en el lugar más oscuro”

Eso lo puedes hacer con el pastor o con tus papás, los puedes engañar, puedes aquí ante nosotros actuar de una forma santa y a la vuelta de la esquina ser la aliada de reina del pacífico.

Una de las escenas más comunes en las telenovelas es cuando una pareja está en la alcoba dispuestos a cometer adulterio, de repente oyen pasos y alguien que toca la puerta hace que cancelen sus intenciones.

Para el ojo divino no sirven puertas cerradas, cortinas corridas, ni luces apagadas, El ya está allí.

Heb 4;13 “y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquél a quien tenemos que dar cuenta”

Sal.139:1-4 “Oh Jehová tu me has examinado y conocido, tu has conocido mi sentarme y mi levantarme; has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda”

ORACIÓN

Amoroso Padre celestial, Itzel nos ha invitado a este acto muy especial en el cual quiere consagrar su vida para ti. Te pedimos que tu la bendigas conforme al deseo de su corazón y tu Espíritu Santo descienda del cielo consuma la ofrenda que ella trae ante ti: su vida para Cristo. Sus padres, hermano, abuelos, tíos, primos y amigos, somos testigos de tu presencia en el corazón de Itzel.

La encomendamos a tu divina providencia, amor, gracia y poder para que ella sea celosa de buenas obras y que sea una guerrera útil en tus manos contra la maldad de este siglo y disfrute así de la felicidad intensa de ser tu sierva útil en tus manos. En el nombre de Jesucristo. Amén.

Estamos seguros que Itzel ha escogido la mejor parte, la cual no le será quitada porque está ella guardada en los brazos de su Salvador Jesucristo. Amén