Summary: Cuatro elementos básicos para compartir la fe

COMPARTE TU FE

1 Tesalonicenses 2:1-12

Intro: Cuando alguien que conoces (tu esposa, tu amigo, tu familiar) regresa de un viaje o un evento que disfrutó mucho y lo recoges en el aeropuerto o en la Terminal de camiones. Cuando se sube al automóvil, ¿de qué trata la plática? Por supuesto, tu amigo, tu familiar, comienza a hablar de sus aventuras en aquel lugar. Y tú te sientes alegre por él y por ella, pero quizá no te sientas tan entusiasmado como él. Escuchas y escuchas, y a veces, parece que la persona que llega no se cansa de estarte contando y contando acerca de su viaje. Lo mismo ocurre a veces cuando has visto una buena película, y llegas y quieres contársela a tu cónyuge, a tu hermano o a cualquiera que te quiera escuchar.

Lo que te emociona, no lo puedes callar. Las buenas noticias no pueden callarse.

Si has empezado o estás empezando una relación con Dios por medio de Jesús, seguramente, tienes buenas noticias que compartir. Seguramente, has tratado de compartirlas y te sientes entusiasmado por hacerlo, pero a veces no sabes cómo. En el pasaje de hoy encontramos cuatro elementos indispensables para cuando deseas compartir tu fe. Las buenas noticias de lo que Dios hizo por nosotros en Jesús no se pueden callar. Las buenas noticias de lo que Dios hace en nosotros en Jesús no se pueden callar. Las buenas noticias de lo que Dios hace a través de nosotros no se pueden callar. Por eso el mensaje de hoy es: comparte las buenas noticias, comparte tu fe. Las buenas noticias no se pueden callar.

Cuatro elementos indispensables para compartir tu fe:

I.Valentía v.1-2

1.Compartir el evangelio requiere valentía. El apóstol Pablo no escribía su historia desde una oficina con aire acondicionado. Estaba en el campo de la batalla. Y literalmente, una batalla.

2.En Filipos había sido calumniado, azotado y encarcelado. Al salir de esa situación ¿qué hubieras hecho? “Gracias Dios mío, yo me voy a mi casita”. Nada de eso, sino que continuó su viaje y llegó a Tesalónica. Allí también tuvo gran oposición por compartir el evangelio.

3.Pero de todas maneras, les habló con valentía las buenas noticias que no se pueden callar. Y hubo gente que creyó en Jesús.

4.Compartir el evangelio requiere valentía. Ser valiente no significa no tener miedo. Al contrario, los valientes tienen miedo, pero se atreven a hacer lo correcto a pesar de su miedo.

5.Así que hermano, en tu próxima oportunidad, no dejes que el miedo te domine. Comparte confiando en Dios. Todos los días se nos presentano portunidades. A veces, es un compañero, es un familiar, es tu jefe, es tu maestro, tu empleado, etc. Y cuando estás allá en la situación, es una fracción de segundos en el que la oportunidad se da y tienes que decidir si tomarla o no. A veces el miedo nos congela. Pero recuerda, compartir tu fe, requiere valentía. Toma la oportunidad. Las buenas noticias no se pueden callar.

II.Motivos correctos v. 3-6

1.Podemos compartir el evangelio por un sin fin de motivos incorrectos: el orgullo de ganar un argumento, por culpabilidad, para obtener algo a cambio, para “ganar” nuestra salvación, en fin por un sin fin de motivos incorrectos.

2.El apóstol nos dice que su predicación no estuvo motivada por el “error”, “la impureza”, “ni el engaño”, no uso palabras lisonjeras, ni lo hizo para obtener algún beneficio económico. Nada de esto.

3.Sino como nos dice en el versículo 4, el sentía un privilegio hablar de Cristo a otros, Dios le había confiado este privilegio y lo hacía delante de Dios, no para agradar o buscar la gloria de los hombres.

4.Cuando compartas tu fe, hazlo por los motivos correctos. No para ganar una gema más para tu corona, no para obtener algún beneficio con el jefe, o para encontrar pareja. Hazlo porque Dios nos ha confiado ese privilegio. Hazlo delante de Dios, y no para agradar a los hombres.

5.Una acción para que sea correcta, debe provenir de motivos correctos. Aunque sea correcta externamente la acción, si no proviene de motivos correctos, entonces queda nulificada.

6.Comparte las buenas noticias. Pero hazlo por los motivos correctos.

III.Amor v. 7-8

1.El apóstol ahora nos habla del amor que tiene para aquellos a quien compartió. Este amor no sólo son sentimientos hermosos, sino se traduce en acciones de bondad hacia los amados.

2.Primero se compara con una madre cuidando a sus hijos. Esa es una imagen preciosa. Dice, el apóstol así les traté.

3.Luego habla de hasta sacrificar su vida por ellos si fuera necesario. Ilustra: Escena del padre alpinista con sus hijos. Que corta la soga para que ellos sobrevivan. Sacrificio por amor.

4.Así que el amor, del cual habla Pablo se resume en un trato cariñoso y darse con sacrificio.

5.Cuando compartas tu fe, ama a las personas. Interésate genuinamente por ellas. Ocúpate en ayudarlas tiernamente. Ama sacrificialmente, como Dios te amó en Cristo que lo envió a morir por ti y por mí.

IV.Ejemplo v. 9-12

1.Pablo vivió ejemplarmente delante de las personas a quien les compartió su fe.

2.v. 9 – Trabajó incansablemente para sostenerse y no ser gravoso a los hermanos

3.v.10 – vivió de una manera justa, santa e irreprensible

4.v.11-12 – Y esto le daba una autoridad para hablar de Dios y su gloria.

5.Es muy importante que vivamos de esa misma manera. Santa, justa e irreprensiblemente delante de aquellos a quienes compartimos nuestra fe.

6.No se trata nada más de hablar, sino de respaldar nuestras palabras con nuestra vida. Por lo tanto, si compartes con tus compañeros de la escuela, debes ser un buen estudiante, si con los compañeros de trabajo, debes ser un buen trabajador, si lo haces con tu jefe, debes ser un buen empleado, si con tus padres, entonces se un buen hijo,

7.El dar el ejemplo, te da un respaldo sólido para compartir tu fe.

8.Algunos debemos hablar menos y hacer más. Otros debemos empezar a hablar, pues nuestra conducta nos respalda ya. Sea como sea, comparte tu fe con el ejemplo de una vida vivida delante de Dios

Conclusión: Si empezaste o estás empezando una relación con Dios por medio de Jesús, tienes muy buenas noticias para compartir. No te quedes paralizado, ni callado, ante el temor, comparte con valentía. No te muevas por motivos egoístas, sino comparte con los motivos correctos. Hazlo siempre con amor hacia los demás y vive una vida ejemplar que respalde tus palabras.

Como iglesia, anhelamos ser una comunidad que glorifica a Dios guiando a las personas a una relación creciente con Cristo. Únete a esta visión. Comparte las buenas noticias que no se pueden ni deben callar.