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Summary: La violencia familiar está arraigada en la vida misma, aun de las familias cristianas.

¿Violencia en mi familia?

Romanos 8:1-17 (NVI)

Objetivo: Concienciar a los oyentes que la violencia intrafamiliar se encuentra aun en los hogares de los creyentes. Se propondrán alternativas basándonos en lo que la Biblia dice, para evitarla y no permitir que nuestros hogares se agreguen a las estadísticas.

Introducción:

¿Violencia intrafamiliar? Por favor, ¡Nosotros los cristianos no tenemos ese problema! Eso es de los no creyentes; en mi familia nos amamos y nos respetamos y nunca tenemos dificultades. Esta ha sido la reacción de muchos líderes de las iglesias ante esta temática.

Aquí tenemos que diferenciar entre “conflicto familiar” y “violencia familiar”. El conflicto no es un indicador de violencia. Es parte natural de una relación en donde interactúan dos seres totalmente diferentes. La violencia es el método que usan algunos miembros de las familias para darle solución a los conflictos. La violencia va desde una mirada cargada de odio, hasta la misma muerte.

Ojalá que la frase: ¡Nosotros los cristianos no tenemos ese problema! fuera vedad. Pero la realidad nos muestra que la violencia familiar se encuentra latente no solo en las familias de los no creyentes, sino también ¡en las familias que componen las iglesias! Y esto está comprobado por las estadísticas.

En una iglesia se descubrió que: en el 60% de las parejas habían episodios cotidianos de violencia verbal, como gritos, insultos y amenazas. El 20% admitió haber tenido explosiones de ira acompañado con empujones y golpes, 30% de las mujeres admitieron haber sido abusadas sexualmente al haber sido obligadas a tener relaciones sexuales en contra de su voluntad.

La violencia familiar, ya sea entre cristianos o no, se presenta como un ciclo en tres fases:

1) Acumulación de tensiones: Comportamiento agresivo más hacia los objetos que hacia el cónyuge. (dar portazos, arrojar objetos, romper cosas, etc.). Poco a poco se mueve desde los objetos hacia la pareja, manifestado en abuso verbal y físico.

2) La violencia se agudiza: Concientemente el abusador elige sus actos de violencia, decide el tiempo y el lugar para los episodios así como qué parte del cuerpo golpear. En algunos casos aquí es donde se da la intervención policial.

3) Calma y arrepentimiento: El agresor asume su responsabilidad y promete cambiar, hay un período de calma, muestras de amor y cariño hacia la pareja. Ambos actúan como si nada hubiera sucedido y prometen que nada de lo sucedido se repetirá.

Transición:

Como creyentes no debemos tratar de evadir este tema sino más bien tomar conciencia de que la violencia familiar se encuentra aun en los hogares de los creyentes. Si esto es así ¿qué es lo que pasa con el creyente que enseña y predica en la iglesia y durante la semana golpea a su cónyuge?

Definitivamente afirmamos que hay un problema que no puede ser tratado por ningún especialista o terapeuta, puesto que la raíz de su comportamiento violento está en proporción con su relación personal con Dios. Así que, basándonos en lo que la Biblia dice en Romanos 8:1-17 veremos dos razones por las cuales la violencia familiar se encuentra arraigada en la vida misma, aun de las familias cristianas.

1. La violencia intrafamiliar es producto del pecado que ha interrumpido todos los niveles de relaciones (v.4)

En mi búsqueda de información sobre este tema en la internet, me topé con un artículo muy interesante en donde la autora Lic. Adriana Silva expone lo siguiente: “...la violencia, obedece a causas múltiples... por un lado las creencias históricas, míticas relacionada con los valores, entre ellos,... la obediencia, lo que debe ser una mujer, lo que debe ser un hombre y lo que debe ser un niño,... lo que son los derechos y obligaciones de cada uno.”

Obviamente, supongo que la definición anterior es puramente psicológica y hasta cierto punto trata de “excusar” el comportamiento humano afirmando que “la violencia obedece a causas múltiples”. Pero ¿qué nos dice la Biblia?

Que la violencia intrafamiliar es el resultado del pecado, manifestado en las concepciones distorsionadas de los valores en cuanto a la familia, el rol de los cónyuges, lo que significan los hijos, y las responsabilidades de cada uno de los que integran el núcleo familiar.

El matrimonio surge como una necesidad del ser humano quien no se siente satisfecho y completo sin un ser semejante a él con quien pueda unir su vida, procrear y disfrutar en familia. ¿De donde, pues, surge la violencia doméstica?

1.1 Surge del deseo de tener poder

Hay hogares cristianos en donde los integrantes de la familia mantienen una lucha interminable por el poder. Y esa lucha es la que muy pronto produce violencia entre la familia. El padre autoritario se olvida de su experiencia con Cristo y del amor que ha sido derramado en su corazón por el Espíritu Santo e impone a todos que se sujeten a su autoridad.

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