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Summary: ¿Por qué a los miembros de la iglesia nos es difícil comprender los propósitos de Dios?

Una de las primeras cosas que mi esposa y yo hicimos al llegar a Cali, Colombia, fue buscar una iglesia en la cual servir. Después de casi tres meses visitamos una Iglesia la cual tenía una misión en las afueras de la ciudad. Percibimos del Señor unirnos a esa iglesia y trabajar en la misión. Lo cual hicimos hasta nuestro regreso a Canadá.

Un día unos compañeros del seminario me preguntaron ¿es cierto que ustedes van a trabajar con tal Iglesia? A lo que respondí –sí. Inmediatamente pude ver sus rostros de asombro. ¿Por qué? –Hay Fer, dijo uno, no sabes en que terreno te estas metiendo. Esa es la iglesia más complicada de Cali. No tuvo que transcurrir mucho tiempo para darnos cuenta que esa era una iglesia difícil y desconfiada. Pero allí nos estaba llamando Dios a servir.

Hermanos, es trágico cuando el testimonio de la iglesia del Señor se destaca por ser problemática. ¿Por qué suceden estas cosas en el pueblo del Señor? ¿Por qué a los miembros de la iglesia nos es difícil comprender los propósitos de Dios? Cuando la iglesia comienza a manifestar este tipo de comportamiento es porque en primer lugar, los miembros andan por el camino equivocado de la vida cristiana.

La segunda razón es que los miembros se han desviado de la perspectiva bíblica de la visión y propósito de la iglesia. Y se han vuelto por el camino de la inconformidad, la queja y las actitudes infantiles, ignorando la soberanía de Dios y obstaculizando así el propósito de Dios para la iglesia.

Ambas son mortales para la salud y crecimiento de la iglesia. Para resolver todo esto la Escritura señala un único punto esencial en donde la iglesia debe enfocarse: Jesucristo. La visión y el propósito de la iglesia, así como la mayordomía, están vinculados a Cristo. Ubiquemos en Efesios 1:15-13.

La iglesia, es decir nosotros, hemos sido puestos, no por los estatutos, ni por la denominación, ni por la opinión de cualquiera, sino por Dios mismo, bajo el señorío y la autoridad de Cristo. Por lo tanto es Dios quien decide cómo va a usar nuestras vidas para transformar este mundo con la verdad del evangelio. Al hablar del propósito y visión hay tres verdades que no pueden ser obviadas.

1. El señorío y la autoridad de Cristo define quien es la iglesia.

Hoy en día lamentablemente, el significado y la esencia de quien es la iglesia lo mismo que su visión y propósito, están definidos por lo que la cultura, la historia y la tradición nos dicta. Y no por lo que la Escritura nos indica. Tal es la fuerza e influencia de estas tres que nada salvo una solida y sana teología basada en lo que la Biblia afirma acerca de la iglesia y nosotros sus miembros, puede ser luz guiadora.

¿Quién es la iglesia? Es el cuerpo de Cristo, decimos. Pero no basta la exposición de esta gran verdad en medio del pueblo de Dios, si en la práctica no se ven esa unidad y armonía entre nosotros los miembros. La Biblia afirma que la iglesia es “la plenitud de Aquel que todo lo llena en todo.”

Esta verdad denota la unión completa de la iglesia con el Señor, la cual es posible solo con una experiencia genuina de conversión. La iglesia es la plenitud de Cristo porque él la llena. Así como la gloria de Dios llenó el templo de Jerusalén así hoy Jesucristo que es la gloria de Dios, llena su templo que es la iglesia con su Espíritu. Jesús lo expresó de esta manera: “Porque allí donde dos o tres de ustedes se reúnan en mi nombre, allí estaré yo.” Mt. 18:20

Es Cristo quien dota la iglesia con poderes de movimiento y percepción y por lo tanto inspira a todo el cuerpo con vida y dirección. Por eso Jesús dijo: “Separados de mí no pueden ustedes hacer nada” (Jn. 15:5). Nuestra tarea como miembros de la iglesia no es “descubrir” nuestra misión y propósito, sino reconocer la actividad de Dios en medio de nosotros su pueblo y unirnos a él. Note que eso fue exactamente lo hizo la iglesia del siglo I. su oración fue: “concede a tus siervos el proclamar tu palabra sin temor alguno. Por eso, extiende tu mano para sanar y hacer señales y prodigios mediante el nombre de tu santo siervo Jesús.”

2. El señorío y la autoridad de Cristo define la misión y propósito de su iglesia.

La autoridad de Cristo sobre la iglesia es absoluta. Si algo hay en la iglesia que no está bajo su control, entonces se introduce un elemento negativo mortal que puede llevar su testimonio y ministerio a la ruina. Por esa razón Pablo pide que se conceda a los creyentes “espíritu de sabiduría y de revelación”.

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